HABLEMOS DE CINE
HABLEMOS DE CINE
Por Jorge Gutman
A continuación me habré de referir a otros 12 filmes juzgados durante el transcurso del festival
SYNONYMES (Israel-Francia-Alemania)
Con el buen antecedente de haber logrado el Oso de Oro en el festival de Berlín, Synonymes no es un film fácil de juzgar. Derrochando una energía y vitalidad a toda prueba, el director y guionista Naval Lapid ofrece un relato difícilmente predecible y en cierta forma impenetrable. El protagonista es Yoav (Tom Mercier) un joven israelí recién llegado a Francia, procedente de Israel, donde en su primera noche que transcurre en un piso de un edificio es despojado de su ropa y de todo lo que llevaba consigo, quedando prácticamente desnudo. Cuando tapándose los genitales baja las escaleras del inmueble en procura de ayuda, es socorrido por Emile (Quentin Dolmaire) y Caroline (Louise Chevillotte), una pareja vecina de otro piso, que le presta vestimenta, teléfono móvil y dinero para poder desenvolverse.
A partir de allí y a través de un comportamiento absurdo y errático, Yoav no tiene tapujos para manifestar a través de palabras sinónimas su profundo disgusto, malestar y desprecio hacia Israel, al punto tal de no querer más volver a expresarse en hebreo; así adopta como medio de comunicación el idioma francés con la ayuda de un diccionario bilingüe de bolsillo y trata de forjar una nueva identidad.
La trama presenta una serie de desarticuladas situaciones donde el efervescente Yoav en un periplo completamente errante y descontrolado trata de compenetrarse de la cultura francesa. Entre otras actitudes alocadas, contrariará las medidas adoptadas por el consulado de Israel en París, donde ha sido contratado, dejando liberada la entrada a una multitud de personas que estaban esperando en línea para hacerlo; no menos sorprendente es cuando canta a voz en cuello La Marsellesa como si estuviese drogado, o bien enfrentando la cámara de video de un fotógrafo en poses pornográficas y expresando obscenidades en hebreo. A través del relato Lapid apela a los flashbacks para ilustrar las experiencias de Yoav en el servicio militar de Israel teniendo que soportar las actitudes patrióticas y arrogantes de sus superiores.
Quien se deje llevar por el tono sarcástico de esta comedia podrá resultarle divertida la actitud de este personaje pero dejará frustrado a quienes no se acoplen al espíritu insuflado por el realizador. De todos modos, este film -en gran parte inspirado por vivencias de Lapid- permite reflexionar sobre la situación de un mundo altamente convulsionado sin descartar a Francia donde el fenómeno del antisemitismo recobra inesperado vigor. En tal sentido, las experiencias vividas por el iracundo Yoav a través de la meritoria actuación de Mercier, dejan en el espectador un considerable impacto emocional.
MARRIAGE STORY (Estados Unidos)
El director y guionista Noah Baumbach realiza su mejor trabajo hasta la fecha exponiendo la disolución de un matrimonio. El comienzo es engañoso al escuchar la voz en off del matrimonio integrado por Charlie (Adam Driver) y Nicole (Scarlett Johansson), donde a través de la lectura de cartas escritas, cada uno de ellos pondera las cualidades del otro; sin embargo, lo cierto es que la situación actual desmiente esa idílica armonía.
No resulta sencillo desprender qué es lo que no funcionó entre los cónyuges. Sí se sabe que él es un respetable director de teatro y dramaturgo de Brooklyn y que Nicole siendo una reconocida actriz de Hollywood renunció en el pasado a numerosas ofertas de trabajo para integrar la compañía teatral de su esposo. El conflicto dramático se produce cuando ella decide aceptar la participación en un programa televisivo en Los Ángeles y resuelve radicarse allí, donde también residen su madre (Julie Hagerty) y hermana (Merritt Wever), llevando consigo a Henry (Azhy Robertson), el hijito de 8 años de la pareja; eso implicaría que Charlie al seguir su vida en Nueva York estaría alejado del niño. El gran problema radica en cómo compartir en tales circunstancias la custodia de Harry y si bien Charlie propone una terapia de pareja para solucionar el entuerto, ella se opone a la misma; en consecuencia, una batalla legal termina imponiéndose.
En gran parte influido por el drama de Ingmar Bergman Escenas de la Vida Conyugal (1974), Baumbach refleja con gran lucidez las consecuencias de la disgregación de este matrimonio cuando cada una de las partes comienza a sacar los trapos sucios del otro produciendo emocionales heridas recíprocas; con todo, el trasfondo dramático se aminora con instancias de apropiado humor que permiten distender la gravedad de la situación prevaleciente. La cámara del cineasta con la colaboración de la excelente fotografía de Robbie Ryan capta en primeros planos los gestos, movimientos y procesos internos de sus protagonistas donde tanto Johansson como Driver ofrecen antológicas interpretaciones en sus respectivos personajes; en el calificado elenco también cabe destacar las muy buenas actuaciones de Laura Dern, Alan Alda y Ray Liotta, como los abogados de las partes en litigio.
Es difícil precisar en qué medida Baumbach volcó en su óptimo trabajo como realizador aspectos de su vida personal tras la separación y posterior divorcio de su mujer, la actriz Jennifer Jason Leigh; lo cierto es que ha logrado un incisivo drama, magníficamente construido a través de numerosas situaciones cotidianas que sin caer en el sentimentalismo melodramático logra la total adhesión del espectador con cada uno de los personajes pertinentes. Cálidamente aplaudida en el Festival durante su proyección, ésta es sin duda una de las mejores películas vistas en el transcurso del año.
THE FATHER (Bulgaria-Grecia-Italia)
El dúo de directores búlgaros integrado por Kristina Gozeva y Petar Valchanov después de haber brindado dos remarcables trabajos en The Lesson (2014) y Glory (2016) vuelven a impresionar gratamente en The Father enfocando la relación existente entre un padre y su hijo ante la pérdida de un ser querido.
En las primeras imágenes que transcurren en un cementerio se contempla la ceremonia del sepelio de Valentina donde entre los presentes se hallan el compungido viudo Vasil (Ivan Savov) y su hijo Pavel (Ivan Barnev) quien regresó al pueblo para asistir al funeral de su madre; después del sermón realizado por un cura de la iglesia ortodoxa, queda evidenciada la distancia guardada entre padre e hijo cuando Pavel manifiesta su situación poco confortable frente a su progenitor que le pide que saque numerosas fotos de la madre que yace en el cajón mortuorio aún sin cerrar. De allí en más, el relato sigue la trayectoria de ambos en el transcurso de varias jornadas donde se produce una serie de situaciones convincentemente absurdas en la dinámica establecida entre estos dos personajes. Frente a un padre evidentemente arrogante, autoritario y senil que cree que su mujer intenta comunicarse con él desde el más allá mediante un teléfono celular, el hijo exasperado trata en lo posible de complacer a Vasil; a pesar de los roces existentes, esa convivencia forzada permitirá estrechar el lazo paterno-filial. A través del buen guión de los realizadores y su mesurada dirección se asiste a un decoroso film que se valoriza por las estupendas caracterizaciones logradas por Barnev y Savov.
INCITEMENT (Israel)
Este conmocionante drama psicológico se adentra en la génesis del asesinato del Primer Ministro de Israel Yitzhak Rabin acontecido el 4 de noviembre de 1995. Al hacerlo, el realizador israelí Yaron Zilberman trata de penetrar en la mente de Yigal Amir, el joven victimario, para ofrecer su interpretación de lo que pudo inducir a concretar tal aberrante crimen.
Como bien es sabido, el telón de fondo es el de los Acuerdos de Oslo firmados en 1993 por los cuales Rabin buscó que se iniciaran las negociaciones de paz entre el estado de Israel y la Organización para la Liberación Palestina (OLP). Ese trascendental acontecimiento produjo un marcado antagonismo en el pueblo israelí entre los partidarios del mismo y quienes se oponían a los tratados considerando a Rabin como un traidor de Israel. En ese contexto, el meticuloso guión de Zilberman y Ron Leshem sigue los pasos de Yigal (Yehuda Nahari Halevi), perteneciente a una familia de origen yemenita, quien es un joven estudiante de leyes y devoto ortodoxo judío que no puede concebir que el líder de su país pueda ceder parte de los territorios ocupados a través del proceso de paz iniciado; su convicción es reforzada por los incendiarios discursos de la oposición representados, entre otros, por Benjamin Netanyahu. Fuertemente creyente en Dios, a través de rabinos ortodoxos Yigal se impone de una anciana ley judía que establece que el crimen puede justificarse como represalia hacia quienes lo merecen por actos infames. Después de que se siente abandonado por su novia (Daniella Kertesz) de familia ashkenazi, consumado de rabia y delirios de grandeza, el peligroso extremista logra reclutar armas para implementar sus planes.
En última instancia, resulta difícil explicar cómo el odio del vulnerable Yigal pudo haberlo conducido a cometer el magnicidio. Según queda expresado en las notas de prensa, los guionistas realizaron intensas investigaciones a fin de que el relato constituya un testimonio fidedigno de lo que realmente aconteció. Integrando material de archivo con alocuciones de Rabin y Netanyahu, entre otros, Incitement es un film que a pesar de saber de antemano su desenlace, logra un considerable suspenso a través de la intachable narración de Zilberman y la lograda interpretación de Halevi en el rol protagónico.
Altamente perturbador, este drama permite reflexionar sobre el fanatismo y aborrecimiento engendrado por el racismo y acciones violentas de exacerbados sectores ultra nacionalistas que sacuden al mundo actual.
LA LLORONA (Guatemala-Francia)
El título de este film alude a una leyenda folclórica latinoamericana sobre una mujer que después de haber matado a sus hijos por haber sido abandonada por su marido, arrepentida y maldecida es condenada a deambular como un espectro sobre la tierra, trayendo desgracia a quienes se le cruzan en el camino. Ése personaje mítico es el que inspiró al director guatemalteco Jayro Bustamante a trasplantarlo dentro del marco del conflicto armado que sumió a su población en tragedia y horror durante la cruel dictadura de Efraín Ríos Montt en la década del 80 donde quedó diezmada gran parte de la autóctona población maya del país.
En un relato de ficción el guión de Bustamante escrito con Lisandro Sánchez presenta al jubilado general Enrique Monteverde (Julio Díaz) envejecido con los primeros estadios de Alzheimer, que es sometido a juicio por un tribunal de Guatemala debido al genocidio perpetrado treinta años atrás durante la guerra civil. Después de ser sentenciado y encarcelado, al apelar la sentencia logra ser absuelto y recobrar su libertad. Sin embargo, eso no impide que Monteverde atraviese una crisis familiar al afectar igualmente a su mujer e hija e incluso al ama de llaves quienes se ven imposibilitados de dejar la residencia frente a cientos de personas acampadas en el exterior de la misma profiriendo insultos y amenazas hacia su persona por el indulto obtenido. A todo ello, el espíritu de La Llorona penetra en la mansión acosando a sus moradores.
Bustamante que fue muy elogiado con su film precedente Ixcanul (2015), aquí ratifica su condición de esmerado cineasta con esta historia donde fusiona armoniosamente realidad y fantasía en la que el dolor de La Llorona constituye una metáfora del triste pasado que sufrió el país.
MIENTRAS DURE LA GUERRA (España-Argentina)
El cine español trata una vez más la Guerra Civil que enlutó a España en Mientras Dure la Guerra donde el realizador Alejandro Amenábar centra su atención en la figura del gran filósofo, novelista y profesor Miguel de Unamuno (1864-1936).
El relato se desarrolla a principios de julio de 1936 cuando el septuagenario escritor ejerce el cargo de rector de la Universidad de Salamanca. A pesar de su orientación socialista no deja de manifestar su decepción frente al gobierno republicano existente; es así que cuando el movimiento fascista irrumpe, este ilustre intelectual no oculta su simpatía hacia la junta militar recientemente constituida, habiendo permanecido ignorante del asesinato de Federico García Lorca acontecido al mes de haberse iniciado el conflicto. Aunque dos de sus fieles amigos, un joven profesor (Carlos Serrano Clark) y un pastor protestante (Luis Zahera), le solicitan que utilice su prestigioso nombre para pronunciarse en contra de la violencia que se está generando, Unamuno opta por adoptar una actitud neutral. La situación cambia por completo, cuando ellos son aprehendidos sin justificada razón: creyendo que puede utilizar su influencia para liberarlos, solicita una audiencia con el General Francisco Franco (Santi Prego) aunque fracasa en el intento siendo finalmente sus amigos ajusticiados. Uno de los momentos más emocionantes del film es durante la realización de un acto oficial celebrando el Día de la Raza en el que Unamuno es invitado junto con otros prominentes jerarcas del gobierno militar incluyendo al extremista psicópata general Millian-Astray (Eduard Fernández); en esa oportunidad, en su fiero discurso expresa públicamente su indignación hacia el régimen imperante por los crímenes realizados a quienes son sospechados de comunistas u opuestos al nuevo gobierno.
La composición que realiza Karra Elejalde como Unamuno es magistral al transmitir con total convicción las intensas emociones del académico quien completamente desengañado comprueba cómo “los salvadores de la patria” han creado una violencia sangrienta imposible de contener; su frágil contextura física lo conducirá a la muerte pocos meses después.
Ciertamente no hay grandes revelaciones en el guión de Amenábar y Alejandro Hernández, pero eso no disminuye los méritos de esta inobjetable producción ofreciendo la visión del inicio de una dictadura que ensombreció al país por espacio de casi 4 décadas dejando una estela de innumerables víctimas en el camino transitado.
LAS BUENAS INTENCIONES (Argentina)
En su ópera prima la directora y guionista Ana García Blaya narra las vicisitudes de una familia fragmentada sin que eso impida el cariño, comprensión y ternura existente entre sus integrantes.
Ambientado en Buenos Aires en la década del 90 el relato presenta a Gustavo (Javier Drolas) que trabaja en una disquería con su viejo amigo Néstor (Sebastián Arzeno) aunque el negocio no da para mucho. Su naturaleza indolente y poco responsable parece haber sido la causa del divorcio con Cecilia (Jazmin Stuart) con quien mantiene buenas relaciones y sin problema alguno en lo concerniente a la custodia compartida de sus tres niños. La normalidad cotidiana se interrumpe cuando su exmujer le comunica que con su actual pareja (Juan Minujin), vislumbrando un mejor porvenir económico, piensan radicarse en Paraguay donde los chicos habrán de acompañarlos; en la medida que Gustavo es un buen papá que adora a sus hijos y el amor es recíproco, siente gran pena al tener que separarse de ellos aunque finalmente se resigna a la nueva situación planteada al comprender que él no está en condiciones de impedir ese traslado. El hecho se complica un poco más cuando Amanda (Amanda Minujin), la niña de 9 años que es la mayor de los tres hermanos y muy madura, quiere quedarse a vivir con su padre y éste percibe que no está capacitado para asumir tal responsabilidad debido a su estilo caótico de vida, además de las implicancias económicas.
Sin mayores pretensiones pero con notable eficiencia la novel cineasta ofrece un tierno relato demostrando un vínculo muy afectivo con sus personajes. García Baya dedica a sus padres esta genuina tragicomedia basada en sus propias experiencias, donde Amanda es su alter ego del período vivido en su infancia. Las interpretaciones son muy buenas, con especial distinción de Amanda Minujin quien demuestra gran expresividad en la composición de su personaje.
THE AUDITION (Alemania-Francia)
Mediante un drama psicológico, la directora Ina Weisse ilustra en The Audition cómo una inusitada devoción puede resultar contraproducente.
La talentosa actriz alemana Nina Hoss anima a Anna, una profesora de violín que se desempeña en una prestigiosa academia de música de Berlín, es madre de Jonas (Serafin Mishiev) de 10 años y esposa de Philippe (Simon Abkarian) que se dedica en el taller del hogar a fabricar instrumentos de música. En la reunión anual para la admisión de futuros aspirantes al renombrado conservatorio, Anna junto con sus colegas juzgan a los candidatos que aspiran ingresar al renombrado conservatorio; es allí que a diferencia del juicio de los otros profesores ella aprecia el talento de Alexander (Ilja Monti), un joven violinista, permitiendo su ingreso al establecimiento. A partir de ese momento, Anna destina la mayor parte de su tiempo a instruir a Alexander para que esté bien preparado en el momento que deba participar en un concierto a fin de que pueda aprobar los exámenes intermedios.
La extrema obstinación de Anna y su escasa pedagogía al demandar a Alexander un perfeccionamiento a todas luces exagerado motiva a que justificadamente él se sienta frustrado. A todo ello, su hijito que también estudia violín con otra instructora resiente que su madre lo presione en sus estudios para que alcance el mismo nivel de violinista como es ella. No menos importante es que la relación conyugal comienza a deteriorarse en la medida que Anna va dejando a su familia de lado al enfocar su atención exclusivamente en Alexander. El clima de tensión aumenta aún más en la medida que mantiene un affaire con Christian (Jens Albinus), un chelista que la invita a participar como violinista en su conjunto de cámara. El guión de Weisse y Daphné Charizani conduce a un dramático y perturbador desenlace que resultaría indiscreto revelar.
Como un interesante análisis del comportamiento obsesivo de una persona a expensas de su vida familiar, la directora ofrece un intrigante e impredecible relato que mantiene la atención permanente del público quien asimismo es convidado a escuchar bellos extractos musicales, en gran parte pertenecientes a Bach.
THE TWO POPES (Estados Unidos-Gran Bretaña-Italia-Argentina)
Que Fernando Meirelles es un excelente director nadie lo pone en duda pero en The Two Popes logra superarse a sí mismo a través del estupendo retrato de dos personas quienes han tenido la oportunidad de liderar a través de la institución de la Iglesia Católica a 1300 millones de fieles de dicha fe. En esta oportunidad el cineasta brasileño contó con la valiosa colaboración del guionista Anthony McCarten y la participación de dos hipnóticos actores encarnando a los dos Papas que constituyen el foco central de esta producción.
Agraciado con una importante documentación de archivos provista por el Vaticano, el film aborda el primer encuentro entre el Papa Benedicto XVI (Anthony Hopkins) en su residencia veraniega de Castel Gandolfo con el cardenal de Argentina Jorge Bergoglio (Jonathan Pryce) hacia fines de 2012. Si bien la intención que motivó el viaje a Roma de éste último ha sido presentar su carta de retiro al Santo Padre, él le comunica su decisión de renunciar siendo por primera vez en seis siglos que un pontífice adopta tal decisión. A través de los estupendos diálogos que se producen durante el encuentro queda evidenciado el contraste existente entre la postura ultra conservadora de Benedicto y la posición liberal que alienta el obispo Bergoglio aunque sin alusión alguna a los escándalos sexuales por los que la Iglesia atraviesa en esos momentos. Más allá de la marcada diferencia ideológica queda en claro el espíritu de cordialidad reinante entre ambos donde lo que está en juego es el futuro de la emblemática institución religiosa que debe evolucionar si se considera que la fe católica va disminuyendo en el mundo.
Alternando el relato Meirelles pasa revista al pasado del joven jesuita Bergoglio (Juan Minujin) durante la época de la infame dictadura militar argentina del general Videla, donde él se abstuvo de adoptar una actitud contestataria sobre lo que estaba ocurriendo aunque manteniendo en todo momento su humilde condición pastoral para ayudar a los sectores más desfavorecidos.
Lejos de adoptar un tono académico o solemne, el ingenioso guión está impregnado con momentos de franco humor donde abundan algunos chistes suministrados por el futuro Papa. En esta pieza de cámara prácticamente dominada por Hopkins y Pryce, ambos se lucen a través de un duelo actoral de gigantescos titanes; mientras que el veterano actor británico ofrece una semblanza excelente de la personalidad del germano Joseph Ratzinger, Pryce destila calidez, humor y gran humanidad que precisamente son los rasgos característicos del actual Papa Francisco, gran amante del tango y apasionado del fútbol.
Si bien el relato es de ficción, mucho de lo que ocurre en el mismo tiene visos de lo que realmente aconteció, como lo es por ejemplo el cónclave que celebra el Colegio Cardenalicio para proceder a la elección de un nuevo pontífice y que por primera vez es expuesto en el cine. A todo ello se agrega los excelentes diseños de producción y una reproducción inmejorable de la Capilla Sixtina como una de las muestras del esplendoroso Vaticano. En resumen, sin llegar al nivel de obra maestra Meirelles ofrece un film altamente gratificante.
THE CAVE (Siria-Dinamarca-Alemania-Estados Unidos-Qatar)
Este impresionante documental de Feras Fayyad que fue filmado desde 2016 hasta 2018, sacude y emociona al propio tiempo al exponer cómo es posible lidiar con los estragos de la desgraciada guerra siria que desde hace 8 años estremece a los habitantes de este país del Medio Oriente.
Después de que Last Man in Aleppo fue premiado en el festival de Sundance de 2017 recibiendo aclamados elogios críticos en su enfoque humanitario en la sitiada ciudad de Aleppo, el documentalista sirio retorna a su país natal para centrar su atención en la igualmente devastadora ciudad de Ghouta asediada por los incesantes bombardeos recibidos del régimen de Bashar al-Assad y sus aliados foráneos. Con todo, a modo de relativo solaz, el realizador expone aquí la altruista labor de la remarcable pediatra Amani Ballour quien lidera un equipo de trabajo en un hospital subterráneo que con su red de secretos túneles realmente se asemeja a una caverna al que alude el título del film.
Accediendo a los requerimientos del director de no interrumpir la abnegada labor que realiza mientras está filmando, la cámara sigue los pasos de la doctora Ballour quien con resuelta determinación demuestra su fortaleza y energía atendiendo a los pacientes que incluyen a niños heridos; en su diario trajinar ella se ve obligada a superar las contingencias originadas por la escasez de medicina apropiada y la dificultosa provisión de alimentos. Para agregar más leña al fuego, esta heroína se enfrenta con el odioso machismo imperante en donde llega a ser acusada por un hombre de mal manejo del hospital diciéndole que su mejor lugar, como toda mujer, es en el hogar y no en el hospital. En todo caso, eso no la amilana para proseguir operando con tenacidad y sin perder, a pesar de todo, el buen sentido del humor.
Si bien los medios de difusión han dado cuenta de lo que ocurre en esa desafortunada región del mundo, con todo este duro y valioso documental imposibilita dejar indiferente a quien lo contempla. Esta remarcable película deja como última impresión la dedicación, camaradería y solidaridad imperante en este valioso grupo hospitalario que realizando una excepcional tarea destaca lo más valioso que puede emerger del género humano. Merecidamente, The Cave fue distinguido con el Premio del Público (People’s Choice) al mejor documental.
MARTIN EDEN (Italia-Francia)
La autobiográfica novela del escritor americano Jack London publicada en 1909 ha sido adaptada brillantemente por el director italiano Pietro Marcello que aunque respetando su espíritu original ofrece con Martin Eden una adaptación libre y distintivamente personal del personaje central.
El relato basado en el guión del realizador y Mauricio Braucci ya no transcurre en San Francisco como en el libro sino en la ciudad de Napoles hacia mediados del siglo pasado. Es allí donde se sale al encuentro de Martin Eden (Luca Marinelli), un marinero italiano de poco más de 20 años con escaso acceso a la educación y de inferior clase social que por una circunstancia fortuita llega a conocer a Elena (Jessica Cressy) perteneciente a una familia napolitana de la alta burguesía; al quedar infatuado con ella quien lentamente va respondiendo a su apasionado amor, se sentirá estimulado a estudiar y desarrollar su vocación de escritor. Si bien a la postre el romance quedará trunco, lo cierto es que Martin en forma gradual, va transitando el acertado camino como autodidacta desarrollando su potencial intelectual que lo impulsará a efectuar sus primeros escritos; después de superar algunos obstáculos logrará la publicación de sus novelas y poemas. Así, el otrora humilde marinero que se ganaba la vida en ocupaciones nimias atravesando una dura existencia, se convierte en un importante y famoso erudito. Pero al llegar a la cumbre, su personalidad va cambiando siendo ahora un ser altivo y arrogante que niega sus orígenes de clase para transformarse en un reaccionario individualista que finalmente habrá de provocarle una crisis existencial.
Las dos caras de la medalla de este héroe-antihéroe están muy bien reflejadas en la excelente caracterización que efectúa Marinelli quien de lleno se sumerge por completo en la piel de Martin. Su actuación valoriza en gran parte el trabajo del realizador además de la fotografía de Francisco Di Giacomo y Alessandro Abate filmada en Super 16 intercalando valioso material de archivo. El resultado final es un film a todas luces cautivante que ha sido distinguido como el mejor de los presentados en la Sección Platform del festival.
MANO DE OBRA (México)
Un drama muy bien ilustrado es lo que se aprecia en Mano de Obra, el primer largometraje de David Zonana quien como guionista aborda la injusticia social de la clase obrera en la capital de México. El punto de partida es una tragedia que acontece con Claudio, uno de los albañiles de la construcción completando una enorme mansión con otros trabajadores, cuando realizando sus tareas cae desde un piso elevado hacia el suelo produciendo su instantáneo deceso.
El mortal accidente produce honda consternación en su hermano Francisco (Luis Alberti), que también trabaja en el mismo lugar, y su viuda Lupe (Jessica Gálvez) que además de la pérdida de su marido se encuentra embarazada y apremiada financieramente. Cuando Francisco trata de lograr la indemnización por accidente de trabajo que le corresponde a su cuñada, la oficina del rico propietario del inmueble (Hugo Mendoza) le indica que debe aguardar la pericia técnica; al llegar el informe -indudablemente manipulado- en el mismo se certifica que Claudio estaba ebrio cuando se produjo su muerte, pese a que él jamás acostumbraba a beber; en consecuencia y sin que la protesta obtenga eco alguno no habrá ninguna compensación.
El trágico incidente se agrega a la lista de humillaciones que deben tolerar los trabajadores donde además del atrasado pago salarial, cuando en ciertas ocasiones se producen leves roturas en los gajes del oficio parte del sueldo del que lo ocasiona es retenido en una suma descomunalmente mayor que el daño causado. Lo que sigue a continuación es mejor no revelarlo, salvo anticipar que cuando el adinerado propietario del gran piso fallece, Francisco implementa una revancha tendiente a reivindicar sus derechos y los de sus explotados compañeros aunque finalmente lo convertirá en un antihéroe en el triste desenlace de esta historia.
De modestos alcances, este primer film de Zonana logra impactar en su conciso metraje de 82 minutos ilustrando el desamparo y la falta de protección de los sectores más humildes a través del funcionamiento de un sistema económico que incentiva la desigualdad social.
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