River Plate siguió los consejos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y se plantó frente a la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) y la Superliga. El equipo de Marcelo Gallardo, que tenía que debutar este sábado en la Copa de la Superliga frente al Atlético de Tucumán, emitió el viernes por la noche un comunicado en el que informó que “club permanecerá cerrado en su totalidad a partir del sábado 14 de marzo por tiempo indeterminado”. Frente a la pandemia del coronavirus, la entidad de la banda busca “resguardar la salud de los socios, los empleados y a las miles de personas que concurren diariamente a las distintas actividades que se realizan en la institución”. Sorprendió la reacción de River, que se rebeló frente a la disposición de los dos máximos organismos del fútbol argentino que querían continuar con las competiciones y que se jugará a puerta cerrada.

La Superliga no tardó en reaccionar. La respuesta llegó a través de otro comunicado en el que, sin mencionarlo, apuntó contra River. “En momentos de incertidumbre mundial por una situación totalmente atípica, en nuestro fútbol no debería haber lugar para posiciones individualistas o unilaterales. Las mismas se apartan del contexto general de prudencia y provocan un gran alarmismo en la sociedad. Todos debemos ser conscientes y tomar en forma conjunta las medidas que aconsejen los científicos y especialistas en el tema. Cumplir las normas que recomienda el Estado es la mejor manera de contribuir al cuidado de los argentinos”, publicó. Y amenazó con castigar a la entidad de Núñez: “La actitud adoptada unilateralmente por un club integrante de la Superliga será pasible de sanciones. Los reglamentos rigen la competencia y todos los sectores deben subordinarse a ellos. Sobre todo, si las autoridades nacionales no encuentran motivos científicos para restringir la disputa de los encuentros, una vez tomado el recaudo de que los mismos se realicen a puertas cerradas y sin público”.

Los jugadores de Atlético de Tucumán se alinearon con River. “Nuestra postura es no jugar”, aseguró el Cristian Lucchetti, capitán del equipo tucumano. “No solo está en juego nuestra salud, sino la de nuestras familias. Lo ideal hubiera sido suspender todo, pero no se tomaron medidas lógicas. No hablamos con los jugadores de River Plate, pero sabíamos que su postura era no jugar la fecha. Nos adherimos a lo que piden porque es lo más lógico. Si los puntos quedan para uno o para otro es lo mismo”. Mientras, en River, jugadores y directivos compartieron posicionamiento; en Atlético de Tucumán, no. “De conformidad con el comunicado emitido por la Superliga Argentina de Fútbol, el Club Atlético Tucumán informa que acata y comparte el mismo en todos y cada uno de sus términos. Por lo tanto, nuestra institución se presentará este sábado a jugar el partido de acuerdo con la programación establecida oportunidades”, anunció el club del norte de Argentina.

Los jugadores de River y Atlético de Tucumán no fueron los únicos que se habían mostrado en contra de disputar la Copa de la Superliga. Diego Maradona apoyó la decisión de River después de que su equipo, Gimnasia, se estrenara ante Banfield en La Plata (0-0). “Los banco (apoyo) a morir, mirá que a mí las gallinas (mote a los aficionados de River) no me van, pero los banco a morir. Si los jugadores toman esa determinación los voy a bancar a morir”, dijo Maradona. Una opinión similar a la Julio Falcioni, preparador de Banfield. “Empieza un nuevo torneo, todo de cero. ¿Qué apuro había? No hay eliminatorias, no va a haber Copa América casi con seguridad y teníamos fechas de sobra. El martes seguramente van a suspender todo. ¿Qué necesidad había de apresurarnos y de arriesgar a los jugadores y a los viejitos como nosotros?”, concluyó el técnico del Taladro.