Caos en Colombia, víspera de encierro
Caos en Colombia, víspera de encierro
En Bogotá, Cali y Medellín se rompió el aislamiento
BOGOTA, 24 MAR – A un día del inicio de la cuarentena general, las tres principales ciudades del país vieron como los aislamientos decretados por sus alcaldes eran rotos por ciudadanos con todo tipo de argumentos.
Bogotá ordenó un simulacro de cuarentena que se extendió hasta hoy para empatarlo con el confinamiento de 19 días del gobierno, pero desde la mañana de este martes se hicieron evidentes las largas filas en el transporte público.
También se vieron en las calles a adultos mayores, personas afanadas por abastecerse de víveres, transeúntes que al parecer no aguantaron el encierro y decenas de gentes aglomeradas en el terminal de transporte en busca de autobuses para marchar a otras ciudades y poblaciones.
Como parte de las determinaciones del gobierno de cara a la cuarentena se suspendió el transporte interdepartamental e intermunicipal, mientras que los alcaldes de poblaciones pequeñas cerraron sus fronteras para evitar que llegue la pandemia ante el temor de no tener como atenderla con sus precarios recursos sanitarios.
Lo mismo que ocurrió en Bogotá se presentó en los terminales terrestres de Cali y Medellín, donde cientos de personas intentaban viajar y no había autobuses disponibles.
Pero el peor de todos los escenarios se registró a las puertas de las alcaldías de esas tres ciudades donde grupos de venezolanos y buhoneros reclamaban soluciones ante la dificultad que para ellos significa encerarse durante 19 días sin comida.
En la capital, grupos de venezolanos al parecer fueron sacados de los hostales donde residían por falta de pago, pues muchos de ellos viven de ventas informales o trabajos en las calles, de manera que marcharon a la sede de la Alcaldía en reclamo de ayudas. También se sumaron vendedores ambulantes que reclamaban víveres para soportar el aislamiento obligatorio.
En Medellín un falso mensaje de correo telefónico avisó también a decenas de venezolanos que la Alcaldía entregaría un bono de dinero para solventar necesidades, de manera que desde la madrugada se hizo una larga fila para recibir el supuesto subsidio.
“Engañados por una cadena falsa de WhatsApp, decenas de venezolanos vienen a La Alpujarra a reclamar 60 mil pesos que supuestamente les iba a dar la Alcaldía. Increíble que en estos momentos algunos quieran jugar con la esperanza de la gente”, denunció en Twitter, Daniel Quintero, alcalde de Medellín.
El mandatario dijo que la sede de la Alcaldía, cuyo nombre es La Alpujarra, está cerrada desde hace días y sus funcionarios debieron hoy buscar soluciones de comida para las personas que reclamaban el dinero del falso mensaje.
Quintero también reveló de habitantes de calle consumidores de droga que están bajo el “síndrome de abstinencia” y que se vuelven en “autodestructivos”, además de las aglomeraciones en el Metro y en la terminal de transporte de gente que con “razones de fuerza mayor” buscan regresar a sus poblaciones de origen donde ya no los reciben “Varios municipios tomaron la decisión de no recibirlos” de manera que muchas de esas personas que vinieron a Medellín por citas médicas y otras razones quedaron “atrapadas aquí”, puntualizó el mandatario.
En Cali, el alcalde Jorge Iván Ospina, intentó dispersar a decenas que se agolpaban en las afueras de la sede administrativa al señalar que eran falsas las versiones de la entrega de mercados y advirtió que “si rompemos el aislamiento habrá una propagación de la enfermedad”.
El ministro de Salud, Fernando Ruiz, recordó hoy que la idea de la cuarentena es la de reducir las posibilidades de contagio, que al día de hoy tiene un total de 306 positivos en todo el país.
Sostuvo que la decisión de la cuarentena se tomó en el momento indicado por los expertos y adelantó que salir de esta situación puede tardar hasta ocho meses, por lo que pidió apoyo y disciplina social.
“Este es un tema que nos va a llevar seis u ocho meses y va requerir un esfuerzo solidario de la comunidad. Tenemos que hacer esfuerzos, que nos van a implicar disciplina y una necesidad de trabajar juntos para contener la epidemia”, precisó el ministro.
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