“Todos estamos en el mismo barco”
“Todos estamos en el mismo barco”
Francisco en conmovedora plaza vacía. “Despierta Señor!”
CIUDAD DEL VATICANO, 27 MAR – Bajo la lluvia, en un silencio abrumador, el Papa Francisco lanzó hoy su clamor en una plaza San Pedro vacía por la pandemia y pidió a Dios “no nos dejes a merced de la tormenta”.
El Pontífice demandó al Señor que mire la “condición dolorosa” que enfrenta la humanidad debido a la pandemia. “Te imploramos: ‘Despierta Señor!'”, dijo recordando el pasaje del Evangelio en el que los discípulos están aterrorizados por la tormenta y Jesús duerme.
También pidió a todos que cambien el “rumbo” volviendo a Dios y a los valores verdaderos, en primer lugar el de la solidaridad, porque pensamos “permanecer siempre saludables en un mundo enfermo”, plagado de guerras e “injusticias planetarias”. Y llamó a confiar en el Señor porque “sabemos que nos cuida”.
Para apoyar la oración del Papa, que se desparramó en una plaza vacía y desconocida, se montaron íconos en el cementerio de la basílica, desde el crucifijo “milagroso” de San Marcello hasta el Salus Populi Romani. Y en la invocación de Francisco, todas las personas en el frente de la lucha contra el coronavirus fueron halagadas, desde los “doctores exhaustos” hasta los políticos que están llamados a sobrellevar el peso de las decisiones El Papa hablaba y de fondo solo se escuchaba la lluvia, las gaviotas, y la sirena de una ambulancia pasando.
Francisco no quiso en este momento de oración especial contra la pandemia de coronavirus, así como tampoco el Vaticano, experimentar el riesgo de contagios, un problema ya vivido de cerca con un colaborador cercano del pontífice hospitalizado por positivo de Covid-19. Pero los contagios podrían ser más en la Santa Sede, incluso si la línea oficial del Vaticano, aunque por ahora, el tema es de máxima confidencialidad y no se dan, desde hace días, noticias oficiales sobre lo que está sucediendo dentro de los muros leoninos.
Sin embargo, según algunas fuentes, algunas habitaciones fueron desinfectadas y se ha apelado a hisopados de control para personas que han estado en contacto cercano con los casos de coronavirus que se encuentran dentro del pequeño estado. Esas medidas están aún e curso. El Papa, en tanto, continuó manteniendo su audiencia este viernes.
Esta noche, Francisco invitó a dar “un sentido” a este momento difícil experimentando con nuevas formas de solidaridad.
Indicó como ejemplos médicos, enfermeras, trabajadores de supermercados, agentes de la ley que están dando sus vidas.
“Durante semanas parece que ha caído la tarde. La densa oscuridad se ha espesado en nuestras plazas, calles y ciudades; se han apoderado de nuestras vidas” y “nos hemos encontrado asustados y perdidos”, “sorprendidos por una tormenta inesperada y furiosa”, describió. “Nos dimos cuenta de que estábamos en el mismo barco, todos frágiles y desorientados, pero al mismo tiempo importantes y necesarios, todos llamados a remar juntos”, subrayó el Papa.
Un momento muy fuerte se vivió con una bendición completamente inédita, el “Urbi et Orbi”, y la posibilidad de tener la indulgencia plenaria (perdón por los pecados que otorga la Iglesia), que normalmente está reservada solo para los dos grandes días de fiesta católica, Pascua y Navidad.
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