TIGERTAIL Estados Unidos, 2020. Un film escrito y dirigido por Alan Young
TIGERTAIL Estados Unidos, 2020. Un film escrito y dirigido por Alan Young
Por Jorge Gutman
Dadas las inciertas circunstancias en que se vive actualmente, el comentario de esta semana incluye 4 filmes que se pueden ver en línea a través de la plataforma de Netflix.
Inspirado en la experiencia vivida por su propio padre, este primer opus de Alan Young quien es también autor del guión considera las vicisitudes de un hombre taiwanés que inmigró a los Estados Unidos. Siendo un tema que ya fue abordado por el cine anteriormente, en este caso Tigertail no alcanza la intensidad de otros relatos similares como por ejemplo lo es The Farewell (2019) de Lulu Wang.
En los años 50 el niño Pin-Jui (Zhi-Hao Yang) ha sido enviado por su madre (Kuiei-Mei) recientemente viuda a vivir con sus abuelos en los arrozales de Huwei en Taiwán. Una década después, el joven muchacho (Hong-Chi Lee) vive en condiciones humildes con su madre donde ambos trabajan en una misma fábrica azucarera; mientras mantiene una buena relación sentimental con Yuan (Yo-Hsing Fang) su amiga de infancia, su sueño es radicarse en Estados Unidos a fin de lograr un mejor porvenir. La circunstancia se presenta cuando su patrón le propone pagarle el pasaje a Nueva York con la condición de que se case con su joven y tímida hija Zhenzhen (Kunjue Li). Haciendo tripas corazón de tener que dejar a su querida novia para unirse a otra mujer, termina aceptando el ofrecimiento.
Estructurado en forma no cronológica, el relato se desplaza a Nueva York donde en el momento actual se observa al maduro Pin-Jui (Tzi Ma) rememorando su vida pasada en ocasión de haber regresado de un viaje a su tierra natal para asistir a los funerales de su madre. De manera no muy complaciente, el novel director lo presenta como un hombre que ya casado jamás tuvo verdadera consideración con su esposa, a pesar de que ella siempre fue sumisa a él, hecho que finalmente condujo a su divorcio; esa carencia de afecto y cariño también la mantuvo con su hija Ángela (Christine Ko) nacida en Estados Unidos, quien como persona adulta fuertemente lo resiente.
Aunque las actuaciones son correctas, la narración de Lang se aletarga por carecer de emoción donde solamente la tensión se refleja en los momentos en que padre e hija se encuentran; en esas circunstancias, a pesar de los esfuerzos que Angela realiza para obtener un gesto de empatía de su padre, él se mantiene constantemente silencioso, taciturno y distante sin que su rostro delate una mínima expresión sonriente. Todo hace suponer que el extraño comportamiento de este hombre se debe al arrepentimiento y pena que tardíamente siente por haber sido desleal al haber abandonado a su querida novia; en todo caso resulta muy difícil justificar la conducta adoptada con su familia.
En esencia, este film desigual aunque bien intencionado peca por la ausencia de una real sensación de dramatismo capaz de seducir al espectador.
FANGIO: EL HOMBRE QUE DOMABA LAS MÁQUINAS. Argentina, 2020. Un film de Francisco Macri
Este documental rinde tributo a Juan Manuel Fangio (1911-1995), considerado como el más grande automovilista de todos los tiempos; esta apreciación está basada en un estudio científico realizado por la Universidad de Sheffield en 2016 determinando que ha sido el mejor piloto de Fórmula 1 (F1) de toda la historia.
Realizado por Francisco Macri con el apoyo del guión de Luciano Origlio y Rodrigo H. Vila, este documento ilustra cómo a temprana edad el futuro campeón se siente inclinado hacia la mecánica donde al iniciar su trabajo en ese terreno adquiere un cabal conocimiento de la composición de un motor. A los 18 años de edad participa en su primera carrera como copiloto y en los años siguientes se adentra de lleno en el automovilismo a través del turismo de carretera. En la década del 40 su nombre empieza a ser conocido tras su participación en la carrera Buenos Aires-Lima, pero su incursión internacional comienza en 1947 cuando es enviado a Galliate, en Italia, donde a partir de entonces recorre el mundo obteniendo sus excepcionales logros.
El documental aborda diferentes tópicos que llegan a interesar a quienes no estén familiarizados con este arriesgado deporte. Así, a través de un valioso material de archivo Fangio destaca la importancia que adquiere el conocimiento mecánico para un corredor además de saber conducir; ése es un factor que lo ha ayudado mucho a soslayar inconvenientes presentados en algunas de sus carreras y es por eso que el campeón reconoce la valiosa contribución de los mecánicos en la preparación adecuada de los autos que condujo. De relevante consideración constituyen las medidas de seguridad no muy efectivas de esa época, donde corriendo a alta velocidad y topándose en circuitos con curvas muy estrechas han perdido la vida avezados conductores. No menos relevante es cuando señala el cansancio físico como la causa de los dos accidentes experimentados en su carrera; uno de los mismos ocurrió en 1948 en el Gran Premio de América del Sur -de Buenos Aires a Caracas- donde su copiloto Daniel Urrutia perdió la vida y el otro aconteció en 1952 en el circuito de Monza, en el Gran Premio de Italia, donde el as del volante sufrió considerables heridas.
El film también hace referencia al vínculo que mantuvo con las compañías de autos de carrera. Así en los 5 campeonatos mundiales de F1 en las que resultó triunfador manejó los autos de cuatro escuderías diferentes, a saber: 1951 con Alfa Romeo, 1954 con Maserati y Mercedes Benz, 1955 con Mercedes Benz, 1956 con Ferrari y 1957 con Maserati
Además de las imágenes de archivo el documental ofrece testimonios de renombradas figuras vinculadas con el automovilismo, como Sir Jackie Stewart (tricampeón de F1), Mika Hakkinen, Nico Rosberg, Toto Wolff, Hans Hermann, Horacio Pagani, Alain Prost y Lorenzo Ardizio, entre otros; todos ellos elogian y profesan su admiración hacia el gran automovilista al propio tiempo que resaltan su valioso legado en la historia del automovilismo mundial.
En su actuación profesional a lo largo de 51 carreras, habiendo ganado 24 de las mismas, gracias a su inteligencia y devota concentración queda la figura de un hombre humilde, afable, digno y respetuoso que supo mantener una buena relación con sus rivales fuera de los circuitos.
Macri apenas menciona el secuestro de Fangio en La Habana en 1958, motivado por razones políticas, como tampoco se refiere a su vida personal. En todo caso, eso no desvirtúa el propósito de este didáctico documento que entretenidamente se sumerge de lleno en el hombre que supo domar las máquinas.
JUSQU’AU DÉCLIN. Canadá, 2020. Un film de Patrice Laliberté.
En esta ópera prima de Patrice Laliberté se aborda el tema de la supervivencia a través de un sólido drama de suspenso. Ambientado en Quebec en un futuro no muy distante, el guión del realizador escrito con Charles Dionne y Nicolas Krief enfoca cómo la humanidad está afrontando una situación dramática al temer que se produzca un colapso ecológico debido al calentamiento global del planeta. Por ese motivo Antoine (Guillaume Laurin), un joven padre de familia de Montreal, quiere preservar a los suyos siguiendo los consejos que se transmiten por internet. Además se interesa por los comentarios de Alain (Réal Bossé), un animador de un canal de televisión quien promueve un curso de supervivencia que ofrece en un paraje montañoso de la provincia. De inmediato se inscribe en el mismo y es así que se dirige a ese lugar apartado donde es recibido por el instructor y además conoce a los cinco restantes participantes: David (Marc Beaupré), Sébastien (Guillaume Cyr), Rachel (Marie-Evelyne Lessard), Anna (Marilyn Castonguay y François (Marc-André Grondin). La bienvenida a través de una cena que reúne a Alain y sus alumnos alrededor de una mesa no puede ser más auspiciosa donde todos están animados por el deseo de aprender y aprovechar lo máximo de las lecciones del maestro para saber defenderse frente a una eventual catástrofe.
Esa atmósfera de cordial convivencia se ve alterada cuando un inesperado accidente se produce en uno de los ejercicios que se vienen realizando. Eso motiva a que el grupo deba adoptar una decisión sobre cómo obrar frente al grave incidente, pero al no haber acuerdo unánime entre sus componentes, esa discordia acareará nefastas consecuencias.
El excelente guión ilustra el modo en que la violencia y el desenfreno pueden estallar de manera repentina frente a situaciones no previstas. Así la premisa inicial del relato cambia de tono al generar un clima de thriller de horror. En consecuencia, tal como se ilustra en el film El Hoyo -comentado la semana anterior- quedan reflejadas las facetas más oscuras y perversas del ser humano.
El elenco integrado por actores de Quebec es sumamente eficaz aunque por la naturaleza de los personajes que les ha correspondido caracterizar sobresalen Laurin, Bossé y sobre todo Lessard, como una ex militar que despliega una energía a toda prueba para salvar su pellejo.
Laliberté ha logrado un thriller de dinámico ritmo que mantiene una tensión permanente a lo largo de su desarrollo con algunas secuencias efectivamente vibrantes; todo ello configura un entretenimiento de calidad superior al promedio del género agraciado además por el valioso aporte de la fotografía de Christophe Dalpé captando el desolado aspecto invernal en que transcurre la acción.
UNCORKED. Estados Unidos, 2020. Un film escrito y dirigido por Prentice Penny
Un conflicto de interés familiar y el amor por el vino son los temas que el realizador Prentice Penny plantea en Uncorked.
Elijah (Mamoudou Athie) de poco más de 20 años pertenece a una familia afroamericana viviendo en Memphis, cuyo padre Louis (Courtney B. Vance) es dueño de un restaurante especializado en carne a la parrilla. Empleado a tiempo parcial en una vinería, esa ocupación le ha despertado una pasión por los vinos de manera que habiendo encontrado su verdadera vocación lo que aspira es convertirse en un experto catador.
Por su parte Louis, ya entrado en edad, se siente orgulloso de haber heredado el restaurante de su padre y de haberlo consolidado trabajando duramente; por lo tanto desea que el negocio continúe en el seno de la familia y para ello transmite a su hijo todos los aspectos inherentes al buen funcionamiento del mismo. Cuando Elijah le comunica su decisión de convertirse en sommelier y desligarse del restaurante donde trabaja algunas horas diarias, Louis siente una profunda desilusión al propio tiempo que objeta la carrera que eligió. Sin que esa divergencia de intereses alcance un cariz dramático, Elijah es apoyado por su entrañable madre Sylvia (Niecy Nash) como así también con la comprensión de su novia Tanya (Sasha Compère). A partir de allí el relato se centra en las lecciones que recibe en la escuela de sommelier donde se ha inscripto, su participación con algunos de sus compañeros en estudios de curso y las vicisitudes atravesadas durante el viaje de perfeccionamiento que realiza a París.
A través de lo ilustrado Penny, quien también es responsable del guión, permite que el espectador se imponga de algunos aspectos vinculados con la vitivinicultura como así también lo que se requiere para ser un buen catador; en tal sentido, se aprecia la importancia que adquiere el color del vino, su acidez, textura, las diferentes regiones de la vendimia y los años de cosecha y otros detalles concernientes a la enología.
Lo importante de este film radica en el buen equilibrio que ha sabido mantener el realizador armonizando las diferencias familiares con la vocación manifestada por uno de sus miembros. Si bien la simpatía del espectador se vuelca hacia Elijah quien siguiendo su vocación busca su independencia profesional, no menos cierto es que resulta fácil empatizar con Louis deseando que cuando él ya no esté no desaparezca su restaurante al que considera como un integrante más de su familia.
En esencia, he aquí una película sencilla, honesta y muy bien articulada donde el realizador demuestra un sincero afecto por sus humanos personajes donde nadie es santo o villano; además, lo que enriquece al film es la naturalidad con que Athie y Vance caracterizan a los protagonistas de esta historia que a pesar de sus contrapuestos intereses mantienen una muy buena complicidad.
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