¿China escondió síntomas desde octubre de 2019?
¿China escondió síntomas desde octubre de 2019?
PEKIN, 8 MAYO – Se sabe que la pandemia de Covid-19 que ya ha provocado más de 266.000 muertes a nivel global a la fecha e infectó a unos 3,7 millones de personas en todo el mundo se inició en Wuhan, pero lo que no se sabe es realmente cuándo.
En nueva una jornada de acusaciones cruzadas entre China, Estados Unidos y ahora también la Unión Europea sobre el origen del SARS-CoV-2, se suma una nueva versión respecto del momento en que el mal que azota al planeta se puso en marcha. Los primeros casos en la capital de la provincia central de Hubei se dieron a conocer en diciembre y, según informa el “Financial Times” la UE acusó a China de censurar un artículo escrito por su embajador en Pekín relacionado a ese origen.
A esta información se agregan ahora declaraciones de varios participantes en la séptima edición de los Juegos Mundiales militares que se celebraron entre el 18 y el 27 de octubre con una participación record de 10.000 atletas.
Deportistas procedentes de 120 países que participaron en 27 disciplinas en ese certamen que se celebró justamente en Hubei, algunos de los cuales afirman hoy que ya por entonces comenzaron a tener síntomas de que algo andaba mal. “Nos enfermamos todos, los seis que compartíamos habitación, pero también muchísimos otros de las demás delegaciones. A tal punto que los médicos se quedaron prácticamente sin medicinas”, afirmó Matteo Tagliariol.
El integrante del equipo “azzurro” campeón de esgrima recordó hoy aquellos días y destacó que en su caso personal padeció de “fiebre y tos durante al menos tres semanas”.
Tagliariol, oro en la competencia individual y bronce en la prueba por equipos en los Juegos Olímpicos de Pekín 2008, afirmó que “los antibióticos que nos dieron no hacían efecto alguno”.
Y recordó también que días después que él se contagiaron su hijo y su pareja “con síntomas que me atrevería a decir son similares a los del Covid-19, aunque no soy médico para asegurarlo”. Lo dicho por Tagliariol se conoce apenas un día después de que algunos colegas franceses que integraron la delegación de 406 miembros en los Juegos Mundiales militares, denunciaran haber pasado por una situación similar.
La pentatleta Elodie Clouvel describió una escena similar durante una entrevista con la emisora TV Loire7 a tal punto que dijo no temer contagiarse con Covid-19 porque está convencida de que ya contrajo y superó la enfermedad en China.
“Pienso que con Valentin (Belaud, otro pentatleta galo) nos enfermamos con coronavirus cuando estuvimos en Wuhan por los Juegos Mudniales militares. Estuvimos mal. El no pudo entrenarse por tres días y yo tuve síntomas que nunca había tenido”, dijo.
“Cuando consultamos a un médico militar, nos comentó que gran parte de la delegación se había enfermado”, relato que contrasta con el del Ministerio de Defensa francés, según el cual todos fueron monitoreados “antes, durante y después” de esos Juegos.
“Hubo un equipo integrado por 20 personas que controló a los atletas antes de partir y durante su estadía en Wuhan. A su regreso no se dectaron casos asimilables al Covid-19 y posteriormente tampoco”, explicó.
“Por lo que sabemos, ningún otro país representado en Wuhan informó de casos similares tampoco”, completó el Ministerio de Defensa galo sobre el certamen que se disputó dos meses antes de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) confirmase los primeros casos.
El Estado Mayor italiano, por su parte, afirmó que “el personal sanitario militar controló la salud de la delegación durante su estadía en China y a su regreso no informó sobre ningún caso que podría atribuirse al Covid-19”.
Massimo Galli, director de Enfermedades Infecciosas del hospital “Sacco” de Milán y palabra más que autorizada en la materia, descartó de plano la posibilidad de contagios de coronavirus en Wuhan en octubre: “Definitivamente no”, dijo.
“Si el virus hubiese llegado al país en aquella época, la pandemia nos hubiese golpeado mucho antes de lo que nos golpeó”, destacó Galli, al recordar que la enfermedad comenzó a hacer estragos en Italia “no antes de febrero”.
Un mes después, el “South China Morning Post” informaba que el primer contagio de coronavirus se detectó el 17 de noviembre, apelando a documentos oficiales consultados que no eran de orden público, pero jamás fueron desmentidos.
Testimonios de seguidores de la Iglesia de Jesús Shincheonji, la secta religiosa surcoreana con mucha actividad en Wuhan, afirmaron que escucharon rumores de una “misteriosa enfermedad que circulaba desde noviembre”, confirmando esa versión.
Con acusaciones del presidente estadounidense, Donald Trump, a China por cómo manejó la crisis sanitaria y las dudas sobre el origen de la enfermedad, estas novedades reavivan las sospechas.
Los Juegos Mundiales militares pasarían a convertirse en un nuevo capítulo de esa guerra comercial entre las dos potencias del planeta que no se aplaca siquiera en tiempos de pandemia.
Cuando fueron presentados oficialmente en Wuhan, en noviembre de 2018, el presidente del Consejo Internacional de Deportes militares (CIMS), Abdul Hakeem Al Shino, apuntaba al “compromiso sin precedentes” de China. En diálogo con ANSA, el dirigente destacaba la inversión de 5.000 millones de dólares realizada para albergar el certamen y “cambiarle el rostro a una ciudad” que poco más de un año después se convertiría en el epicentro del mal.
Por entonces, el coronel Jia Shinjiang, secretario general del Comité organizador auguraba que los Juegos se convirtieran en “una gran reunión internacional y una fuerte señal de paz y amistad entre los pueblos”. Hoy, la pandemia parece haber logrado el efecto inverso.
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