Argentina en alarma por Buenos Aires
Argentina en alarma por Buenos Aires
Peste avanza en periferia vulnerable de la capital argentina
BUENOS AIRES, 3 JUN – El gobierno de la populosa Provincia de Buenos Aires evalúa volver a la Fase 2 de la cuarentena en la periferia de la capital argentina para frenar el avance del Covid-19 y evitar que el sistema de salud colapse, un temor que crece mientras se multiplican los casos. La medida que estudia la gestión del gobernador Axel Kicillof, del peronista Frente de Todos, trascendió después del registro, el martes, de un nuevo récord de contagios, con 488 nuevos casos en territorio bonaerense.
Por ese motivo, se incrementó la preocupación por la velocidad con que la que se multiplican los contagios y también por un eventual colapso del sistema de salud.
“Si suben los casos quiere decir que hay mayores contagios. La regla simple es que, cuanto mayor es la cantidad de contagios, más deben ser las restricciones. Es lo que funcionó en todo el planeta”, sostuvo Kicillof.
Tanto el ministro de Salud bonaerense, Daniel Gollán, como su viceministro, Nicolás Kreplak, remarcaron en las últimas horas que “no es momento de flexibilizar nada” en la medida en que avisaron que, si se mantiene el ritmo de contagios actual, el sistema podría saturarse en un máximo de 60 días.
En Argentina se ha ordenado un extenso encierro obligatorio, iniciado el 20 de marzo, y que persistirá hasta el próximo 8 de junio, aunque se ha flexibilizado algunas partes del país. El núcleo problemático de la pandemia se encuentra sobre todo en la capital argentina y su populosa periferia, dos distritos gobernados por dirigentes de distinto signo político que, hasta ahora, aún con algunos contrastes, han coordinado las decisiones para gestionar iniciativas destinadas a evitar contagios.
Pero las coincidencias entre el gobierno peronista provincial y el conservador que preside Horacio Rodríguez Larreta en la Ciudad de Buenos Aires podrían estar encontrando un límite.
De hecho, mientras la Provincia de Buenos Aires considera que hay que restringir más -preocupada por cómo la curva, en las dos últimas semanas, pasó de 80 casos diarios a picos de 300 y el récord de 488- el titular de la cartera de Salud de la capital argentina, Fernán Quirós, deslizó la posibilidad de que puedan abrirse algunos comercios.
Sin poner el riesgo del cuidado global, tenemos que darle respuestas a la gente que está fatigada y necesita otra cosa”, afirmó Quirós. Esas declaraciones se produjeron mientras trascendió que la gestión de la capital argentina presentaba al gobierno nacional un pedido para autorizar otras actividades, así como reapertura de comercios de cercanía de indumentaria y calzado.
Dado que se ha estabilizado la curva en los últimos cinco o seis días y que estamos llevando 80 días de un enorme esfuerzo, y que quizás más adelante tengamos que pedir nuevos esfuerzos, nos parece absolutamente necesario dar una respuesta a la sociedad en temas de bajo riesgo sanitario”, añadió. Pero en la Provincia de Buenos Aires -separada por pocos kilómetros un riacho y una autopista de circunvalación de la capital- piensan distinto y esas diferencias han disparado algunas tensiones entre dirigentes del Frente de Todos y de Juntos por el Cambio.
De hecho, un intendente de municipio bonaerense, Fernando Gray, acusó a la exministra de Seguridad del gobierno de Mauricio Macri, Patricia Bullrich, de utilizar referentes locales para convocar a manifestaciones de comerciantes en el marco del aislamiento social, preventivo y obligatorio por coronavirus. Bullrich, considerada parte del sector “duro” de la coalición opositora de derecha Juntos por el Cambio, “está convocando -según Gray- por las redes, está tratando de agitar a través de referentes locales a que los comerciantes se manifiesten en la puerta del municipio” de Esteban Echeverría, a unos 30 kilómetros de la capital argentina.
Lo cierto es que en la Provincia de Buenos Aires había, hace 15 días, unos 2.594 casos confirmados de Covid-19 y hoy ya se contabilizan 6.458.
Además de los barrios populares, donde el virus creció exponencialmente en el mes de mayo, la atención del gobierno bonaerense está puesta en los geriátricos y en los centros de salud, donde se registran la mayoría de los contagios.
Tal ascenso impacta de manera directa en la ocupación del sistema de salud público y privado, que hoy, según datos oficiales, está en un 43 o 44% de uso de camas en terapia intensiva, por lo que, a este ritmo de contagios, en entre 40 y 60 días, se puede llegar a la saturación, advirtió Kreplak.
Comments (0)