El crimen logra eclipsar al virus en México

El crimen logra eclipsar al virus en México

La brutal violencia del crimen organizado no amaina en México ni con la crisis sanitaria.

En el norte y centro del país campea violencia en las calles

CIUDAD DE MEXICO, 21 JUN – La pandemia, que aún no da tregua a México, segundo país con más fatalidades en América Latina, está siendo opacada por la rampante violencia derivada del crimen organizado, que registró episodios sangrientos en el centro y norte del país.
En por lo menos 12 municipios del estado de Guanajuato (centro), se suscitó una oleada de disturbios callejeros que incluyeron el incendio de negocios, buses del transporte público y automóviles, tiroteos y persecuciones callejeras.
Además fueron detonadas granadas en una mueblería y una estación de carburante, e incendiada una tienda de la popular cadena Oxxo y hubo un intento frustrado por quemar un supermercado de la red estadounidense Wal-Mart, que sembraron el pánico entre la población.
En el estado norteño de Sonora, frontera con Estados Unidos, un enfrentamiento entre dos grupos antagónicos ocurrió el viernes pasado y el sábado fueron hallados una decena de cuerpos con huellas de violencia, abandonados en la ruta entre Caborca y Sonoyta, cerca de la cabecera municipal de la primera ciudad.
Los desórdenes en Guanajuato se produjeron después de que fuerzas del orden lanzaron una operación contra miembros de la banda criminal conocida como Cártel de Santa Rosa de Lima, que mantiene una encarnizada disputa con el Cartel Jalisco Nueva Generación, logrando la captura de 26 de sus miembros.
Además, elementos de la policía del estado con apoyo del Ejército y la Guardia Nacional lograron confiscar armas de fuego, municiones y vehículos, según un parte oficial difundido por Alvar Cabeza de Vaca, secretario de Seguridad Pública de Guanajuato.
En Celaya, hubo bloqueos con vehículos incendiados en distintos puntos, así como en rutas de las vecinas ciudades de Salamanca, Apaseo El Alto, Juventino Rosas y Villagrán, entre otros, e incendios de una tienda, una mueblería y un supermercado.
Fuerzas federales llevaron a cabo una serie de allanamientos después de que se reportaron enfrentamientos entre miembros del Cártel de Santa Rosa y elementos de una banda rival.
Además se supo que en Celaya un grupo de hombres armados hizo estallar una granada en un comercio de reparación de gomas de neumáticos, cerca del centro histórico y en una estación de gasolina y logró la detención de 15 personas.
El caos se apoderó de Celaya al anochecer del sábado y la gente se atrincheró en sus viviendas ante el temor de salir a la calle y quedar atrapado por el fuego cruzado, justo cuando la larga cuarentena establecida por las autoridades está por concluir y comienza la desescalada.
Se cree que la violencia se derivó de una disputa entre en Cartel de Jalisco Nueva Generación y Los Marros (una facción disidente surgida del Cártel de Santa Rosa de Lima).
En total, según reportes de la prensa local, se registraron 37 bloqueos que intentaron impedir el tránsito de los convoyes de la fuerza pública, que desplegó a 1.500 miembros de las Fuerzas Armadas y a 800 de la Guardia Nacional.
En Sonora, cerca de la frontera con Estados Unidos, los cuerpos hallados cerca de Caborca tenían las manos atadas y otros el torso desnudo y no llevaban zapatos.
Testigos dijeron que cerca de la medianoche del viernes, un convoy de 10 camionetas con un número indeterminado de hombres armados irrumpió en la zona y disparó contra varias viviendas y vehículos, después de incendiar una estación de gasolina.
Elementos de la Secretaría de Seguridad Pública de Sonora realizaron intensos recorridos después del hallazgo de los cuerpos y el tiroteo, pero no pudo detener a los autores de la masacre.
México afronta la más larga noche de violencia de su historia reciente que dura ya casi 14 años después de que en diciembre de 2006 el gobierno lanzó una ofensiva con apoyo de las Fuerzas Armadas contra los principales grupos criminales, que arroja hasta ahora casi 300.000 muertos y más de 60.000 desparecidos.
El actual presidente Andrés López Obrador prometió frenar esta espiral sangrienta y desmilitarizar la lucha contra el crimen pero hasta ahora no ha logrado resultados efectivos.
Mientras tanto, la participación del Ejército y la Marina en la ofensiva contra las bandas delincuenciales se ha acentuado, en medio de constantes críticas de organizaciones de derechos humanos, nacionales y extranjeras.