Rebelión de gobernadores mexicanos
Rebelión de gobernadores mexicanos
Mandatarios de 9 estados exigen renuncia del zar antipandemia
CIUDAD DE MEXICO, 01 AGO – Los gobernadores de nueve de los 32 estados de México, todos de la oposición, se rebelaron contra el zar antipandemia, Hugo López-Gatell, y exigieron al presidente su destitución por no ser capaz de contener la crisis sanitaria.
Los mandatarios pertenecen a algunos de los estados donde la peste se ha desbordado, y que han intentado “lavarse las manos”
y traspasar la responsabilidad por la situación a las autoridades federales, de acuerdo con sus críticos.
Entre los firmantes figura el gobernador de Nuevo León y ex candidato presidencial, Jaime Rodríguez, apodado “El Bronco” y
conocido por forma de hablar y de vestir informal, a la manera de los hacendados rurales.
También destaca el de Tamaulipas, Francisco García, acusado hace unos días de haber recibido sobornos cuando era senador
para hacer aprobar una ley que privatizó la energía en 2014. Nuevo León y Tamaulipas se ubican en la franja de la frontera con Texas, actualmente el principal “foco rojo” de la pandemia de Covid-19 en Estados Unidos.
Otro gobernador rebelde es Enrique Alfaro, del occidental estado de Jalisco, donde también se desplazó el epicentro de la epidemia, y quien ya había mantenido una fuerte disputa con el viceministro de Salud, López-Gatell. La mayoría de los firmantes del manifiesto en el cual se pidió la renuncia del estratega antipandemia pertenecen al conservador Partido Acción Nacional (PAN), pero Rodríguez es
independiente y Alfaro forma parte del minoritario Movimiento Ciudadano y es considerado potencial candidato a la presidencia.
López-Gatell, a quien le han llovido las críticas en las últimas semanas luego que la crisis por el coronavirus se ha prolongado más de la cuenta, y aún no se ve un fin próximo, intentó evitar entrar en controversia.
Calificado por los medios como “el rock-star del gobierno” federal, por su fuerte carisma, pero cuestionado por su negativa a imponer el uso generalizado de barbijos, el funcionario dijo que es natural y explicable la petición ante “la frustración, angustia y preocupación” de los gobernadores por la contingencia.
En su pronunciamiento para sustentar el pedido de la dimisión del jefe de la respuesta gubernamental a la pandemia, los nueve gobernadores lo acusaron de “intentar trasladar la responsabilidad del manejo de la epidemia” a las autoridades provinciales y municipales.
Además, rechazaron el sistema de “semáforos” que impuso el viceministro, a base de colores, para el desconfinamiento, que
mantiene a la mitad del país en “rojo” (alerta máxima) y a la otra mitad en “naranja” (alerta media).
Hasta ahora ninguno ha alcanzado el nivel del “amarillo” (alerta baja) o el “verde” (sin alerta). Este mecanismo “ha asfixiado las economías locales porque nunca se quiso atender la epidemia de manera coordinada y con recursos extraordinarios”, afirmaron los jefes de gobierno al indicar que “hoy México está en el peor de los escenarios”.
Al insistir a López Obrador que la mejor solución es rectificar y que se vaya López-Gatell, señalaron que debe sustituirlo “un experto en la materia, con conocimiento y humildad para entender en toda su dimensión los temas de esta crisis”. Sin embargo, el viceministro es un científico respetado, experto en epidemiología, que ha realizado estudios de doctorado en la prestigiosa universidad Johns Hopkins, que sirve de referencia en Estados Unidos.
Otro gobernador rebelde es el de Michoacán, Silvano Aureoles, antiguo aliado del presidente Andrés López Obrador, del Partido de la Revolución Democrática (PRD, izquierda). La carta exhibió las tensiones que existen en torno a la política de desescalada en México, ante las diferencias entre los gobernadores y la autoridad federal sobre las cifras reales de la pandemia y sobre el avance del desconfinamiento.
México es el segundo país con más muertes en América Latina (46.688) y se ubica en el “top ten” tanto de fatalidades como de
contagios (424.637) en el mundo. De hecho, desbancó a Gran Bretaña para convertirse en el tercer país del mundo con más fallecimientos en términos absolutos, aunque el país europeo cuenta con casi la mitad de la población mexicana.
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