Obrador dice que hubo “un narcoestado”
Obrador dice que hubo “un narcoestado”
Acusa a expresidente Felipe Calderón de encabezar ese régimen
CIUDAD DE MEXICO, 11 AGO – El presidente Andrés López Obrador acusó a su antecesor, Felipe Calderón, una de las figuras más notorias de la oposición, de encabezar un “narcoestado” durante su gestión, entre 2006 y 2012.
“Estaba tomado el gobierno. Quienes tenían a su cargo combatir a la delincuencia estaban al servicio de ella. Mandaba el crimen, tenía una gran influencia, era la que decidía a quién perseguir y a quién proteger”, afirmó el jefe de Estado.
Calderón se ha colocado en el centro de las sospechas desde que fue detenido en Estados Unidos, en diciembre del 2019, el ministro de Seguridad durante la gestión del mandatario, acusado de vínculos con el Cártel de Sinaloa, por entonces el más poderoso del país.
López Obrador señaló que cuando se habló de que había un “narcoestado” en México él pensaba que “no era correcto clasificarlo de ese manera” pero “luego, con todo esto que está saliendo a relucir” se dio cuenta de que se trataba de una evaluación justa.
Sin embargo, señaló que no se investiga ni existen acusaciones contra Calderón por parte de la justicia mexicana.
En contrapartida, en los últimos días surgieron testimonios y evidencias publicadas por medios locales en los cuales se involucra a Calderón en el escándalo de sobornos de la constructora brasileña Odebrecht.
Tras la extradición a México el 16 de julio pasado del ex director de la compañía gubernamental Petróleos Mexicanos (Pemex), Emilio Lozoya, detenido en Palma de Mallorca, el 12 de febrero último, involucró a figuras de alto perfil en el caso.
Hasta ahora dos ex presidentes mexicanos han sido vinculados con el caso Odebrecht, pero ninguno de ellos ha sido encausado judicialmente.
Calderón, dirigente de un nuevo partido de derecha México Libre, en proceso de obtener su registro legal, para competir en las elecciones intermedias del año próximo, respondió a las acusaciones de López Obrador y las rechazó “categóricamente”.
“Me parece incluso algo ofensivo para México. Si hubo un presidente que enfrentó con todo al narcotráfico y al crimen organizado fue mi administración”, afirmó el ex mandatario, señalando que López Obrador ejerce una”persecución política” en su contra”.
El hombre que declaró la “guerra contra el crimen” en diciembre de 2006, a unos días de asumir el poder, con apoyo de las Fuerzas Armadas, y con ello generó la actual ola violenta que sacude al país y arroja casi 300.000 muertos y 73.000 desaparecidos desafió a López Obrador a probar sus afirmaciones.
El exmandatario, postulado por el Partido Acción Nacional (PAN, derecha) pero al cual ya no pertenece, dijo no estar preocupado por las acusaciones y dijo que no le van a afectar y que muchos mexicanos están hastiados del gobierno.
Tras la reacción airada de Calderón, López Obrador volvió a arremeter en su contra hoy y le reprochó que no se diera “por enterado” de lo que hacía su ministro de Seguridad.
López Obrador reafirmó que durante la gestión de su antecesor “gobernaba el narcotráfico, había pitazos (delaciones), porque las autoridades estaban al servicio del narco”, algo que a su juicio “no ha pasado en ninguna parte del mundo”.
Además, señaló que a García Luna se le acusa en Estados Unidos de recibir “mordidas” (coimas) del Cártel de Sinaloa para proteger a la organización, liderada por Joaquín “El Chapo” Guzmán, hace un año condenado a 10 cadenas perpetuas por narcotráfico.
“Y así como García Luna pues todo el gobierno estaba infiltrado pero eso se habla de un narcoestado”, expuso.
Aunque Calderón no enfrenta cargos por vínculos con el crimen, se especula que sí podría hacerlo por favorecer Odebrecht para firmar un contrato de construcción de la planta Etileno XXI desde que era ministro de Energía en 2003 con el entonces presidente Vicente Fox, no relacionado aún con el caso.
Calderón habría influido para que la firma brasileña “tuviera ganancias de 30% por un plazo de 20 años”, de acuerdo con el reporte de Proceso.
Según Lozoya, Odebrecht entregó 2 millones de dólares para sobornar a prominentes legisladores del PAN, a fin de aprobar la reforma energética, entre ellos a Ricardo Anaya, después presidente del partido y luego candidato presidencial el ex ministro de Hacienda Ernesto Cordero con Calderón.
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