Trump monta un férreo control electoral
Trump monta un férreo control electoral
Sus detractores hablan del riesgo de frauda en las elecciones
NUEVA YORK, 16 AGO – La campaña de Donald Trump está trabajando para enviar miles de supervisores electorales a los estados considerados como los campo de batalla que posiblemente definan las próximas presidenciales del 3 de noviembre, en lo que se perfila como la operación de observación más grande jamás realizada por el Partido Republicano.
Los proyectos del partido para hacer un seguimiento de las elecciones han provocado acusaciones de parte de los demócratas y de grupos de derechos del voto, que sostienen que los republicanos se están preparando para suprimir la votación en estados clave.
Los demócratas basan su afirmación en que el presidente Trump dijo en reiteradas ocasiones, sin evidencia alguna, que el fraude electoral pondrá en peligro las elecciones.
Los republicanos, por su parte, sostienen que su movimiento les permitirá proteger la integridad de las elecciones y coordinar mejor sus operaciones de votación.
En este escenario, ambas partes se encaminan a un enfrentamiento legal sobre el tema en Pensilvania, un Estado que Trump ganó en 2016 por apenas aproximadamente 44.000 votos de los 6 millones emitidos.
La campaña de Trump está luchando contra una ley de Pensilvania que restringe a los observadores electorales para monitorear la votación.
“En general, tener estas fuerzas de seguridad movilizadas en las urnas es un barril de pólvora”, afirmó Wendy Weiser, del Centro Brennan para la Justicia, de tendencia liberal, al referirse a los observadores electorales republicanos.
“Existe un riesgo muy alto en un ambiente muy disputado y emocionalmente acalorado de personas que cruzan la línea”, acotó.
En una declaración a CNN, el asesor general de la campaña de Trump, Matthew Morgan, afirmó que “los republicanos estarán listos para asegurarse de que las elecciones se realicen de manera correcta, segura y transparente mientras trabajamos para ofrecer las elecciones libres y justas que los estadounidenses merecen”.
El envío masivo de observadores representa la primera vez desde las elecciones de 1980 que el candidato presidencial republicano y el Comité Nacional Republicano trabajarán juntos para monitorear la actividad electoral.
“En 2020, tenemos una nueva oportunidad para activar un programa de operaciones el día de las elecciones que es realmente sólido”, señaló Clark, quien fue ascendido el mes pasado para servir como subdirector de campaña de Trump.
Clark agregó que la campaña estaba trabajando para reclutar 50.000 observadores electorales voluntarios. “Vamos a tener escala este año”, dijo. “Vamos a estar ahí afuera, protegiendo nuestro voto y nuestros votantes”, insistió.
El envío de los observadores es posible gracias a que, en 2018, un juez federal permitió que expirara un decreto que durante décadas había restringido las actividades de “seguridad de la boleta electoral” de los republicanos sin aprobación judicial previa.
El decreto de 1982 había surgido de una demanda del Comité Nacional Demócrata que acusó a los republicanos de intentar suprimir los votos en Nueva Jersey colocando policías armados fuera de las aulas de votación en los vecindarios minoritarios.
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