Un ecosistema vital en la Patagonia argentina
Un ecosistema vital en la Patagonia argentina
Península Mitre, señalado por ONU, como espacio clave del mundo
BUENOS AIRES, 02 oct – La impactante península Mitre, en Tierra del Fuego, el punto más austral de Argentina y del planeta, fue destacado por las Naciones Unidas como uno de los ecosistemas de turba más importantes del mundo, en el marco de una campaña para advertir sobre el impacto de la transformación del paisaje por acciones del hombre.
La campaña, que busca alertar sobre pérdida de biodiversidad a escala global, se lanzó en 2026 bajo el lema “Wild For Life” (algo así como “locos por la vida”) y es un ambicioso programa impulsado que reconoce los delitos contra la naturaleza como una amenaza para la vida humana.
Para darle representatividad a distintos ecosistemas en todos los continentes, se seleccionaron aquellos cruciales por cada categoría y región. Así fue como Península Mitre fue elegida junto con otros 9 ecosistemas de turberas alrededor del mundo por su excepcional biodiversidad, su estado prístino y su capacidad de capturar y fijar carbono en el suelo, ayudando a mitigar el cambio climático.
Una turbera es un tipo de humedal ácido en el cual se ha acumulado materia orgánica en forma de turba. Las turberas son cuencas lacustres generalmente de origen glaciar que actualmente están repletas de material vegetal más o menos descompuesto y que se conocen como turba de agua dulce.
Los turbales representan el 3% de la superficie del planeta y casi la mayoría de estos complejos ecosistemas han sido transformados para la agricultura y ganadería, la extracción de la turba y otras actividades humanas.
Sin embargo, el extenso humedal de la península Mitre en Argentina ha logrado mantenerse casi inalterado y recién empieza a verse degradado.
Este lugar tan particular está cubierto por 2.400km2 de turba, un humedal que representa aproximadamente el 84,4% de los turbales de todo el país.
Su gran extensión sin fraccionar, la profundidad y la predominancia de la especie vegetal Astelia pumila convierten a Península Mitre en el punto de mayor captura de carbono de toda Argentina, según resaltó la ONG Rewilding Argentina.
Un estudio llevado a cabo por National Geographic Society estimó que la península lleva almacenadas 315 millones de toneladas métricas de carbono hasta la fecha, el equivalente a tres años de emisión según el último inventario de gases de efecto invernadero nacional.
Martina Sasso, coordinadora de Sin Azul No Hay Verde, el programa de conservación marina de la Fundación Rewilding Argentina, resaltó que “en un momento de la historia de la humanidad, en el que enfrentamos una crisis de extinción de especies sin precedentes y el cambio climático nos pisa los talones, contar con lugares como Mitre, que todavía se mantienen salvajes, es un privilegio”.
“Resaltar sus ecosistemas es un llamado a la concientización. La mitigación de los gases de efecto invernadero, pero sobre todo la restauración de los ecosistemas, tiene que ser un esfuerzo de todos”, subrayó la experta.
Angeles de la Peña, también integrante del programa, dijo que “Argentina contiene en su territorio una diversidad de ecosistemas únicos”. “Península Mitre y sus turberas, bosques de macroalgas, sus pastizales y el bosque andino patagónico son un ejemplo”, subrayó.
Según Naciones Unidas, los turbales y sobre todo Península Mitre, son una “super” solución basada en la naturaleza refiriéndose a su capacidad para la mitigación y adaptación al cambio climático.
Dentro de este enfoque, la protección y restauración de ecosistemas es considerada como una herramienta concreta que podría proveer el 30 por ciento de la mitigación necesaria para el 2030 para aplacar la curva del calentamiento global. Hasta hace unos meses atrás, muchos argentinos desconocían la importancia de los humedales, pero la quema y los humos que llegaron desde el Paraná (noreste del país) hasta ciudades de Santa Fe y la capital Buenos Aires generaron un estado de alerta en relación a la desprotección y destrucción de estos ecosistemas.
Lo mismo sucede con Península Mitre y sus turberas del fin del mundo, que hace más de 30 años buscan ser protegidas.
A propósito de esto, a principios de septiembre -aún en medio de la pandemia de Covid-19- se abrió nuevamente el debate legislativo en Tierra del Fuego alrededor del proyecto de ley para su protección.
Se trata del décimo proyecto que se presenta con este fin y a pesar del consenso, la ciencia y todos los estudios generados a lo largo de este proceso y el impulso general todavía no ha sido declarada área provincial protegida, resaltó Rewilding Argentina.
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