Oleada atroz de asesinato de niños
Oleada atroz de asesinato de niños
Suman 5 en unos días en la capital, inquietante tendencia
CIUDAD DE MEXICO, 16 NOV – El asesinato de cinco niños en apenas dos semanas en la capital mexicana, todos pobres, sin mucho futuro e incluso dos indígenas, exhibió una inquietante tendencia en la que los infantes aparecen cada vez más vinculados a hechos criminales.
El último episodio ocurrió apenas este domingo, cuando un adolescente de 14 años asesinó a sus primos de 7 y 13 con un cuchillo y dejó heridas a dos personas más en el barrio Moctezuma, en la zona este de la capital, muy cerca del Aeropuerto Internacional de la urbe.
Los lesionados son una niña de 10 años y una mujer de 27, mientras que el responsable fue arrestado.
Según el relato de algunos testigos, los chicos bebían y aparentemente se drogaban en una fiesta en la escena del crimen.
La semana pasada, otro caso igual de macabro fue registrado por los medios informativos cuando se descubrió que dos niños trasladaban en una valija los restos de un niño de 14 años, identificado como Alessandro.
Según informaron las autoridades, el menor fue secuestrado cuando salía de un entrenamiento en una cancha de fútbol por la banda conocida como Unión Tepito, que exigía a su familia un rescate de 800.000 pesos (unos 39.000 dólares).
De acuerdo con testigos, el adolescente fue secuestrado por cuatro hombres armados que iban en dos motocicletas.
Unos días antes, dos niños indígenas de la etnia mazahua identificados como Alan y Héctor, de 12 y 14 años, fueron asesinados con armas de fuego y sus restos cortados en pedazos, en el centro histórico de la capital.
Los informes policiales indican que trabajaban para un hombre conocido como El Rata, de 18 años que había desertado de la Unión Tepito, y que fue asesinado previamente.
De acuerdo con el Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP), en los primeros 9 meses de este año al menos 30 niños han sido victimados en la capital, cuatro de ellos mujeres.
El 17 marzo pasado, un niño de 12 años fue asesinado de nueve impactos de alto calibre y su primo de 15 resultó gravemente herido cerca de la sede de la Fiscalía en la alcaldía Azcapotzalco, al norte de la capital.
Respecto a las cuatro niñas, el caso más grave es el de Fátima, de siete años, secuestrada el 11 de febrero cuando salió de su escuela, y cuyo cuerpo ultrajado apareció cuatro días más tarde.
Cada vez está “más claro que nunca el otro horror de la Ciudad de México, en el que los niños son carne de cañón del crimen organizado y las canteras del crimen son las vecindades del centro”, afirmó el analista Héctor de Mauleón.
Hace dos años, el cuerpo de otro adolescente asesinado,, e incluso cortado en pedazos, fue hallado en el Puente de Nonoalco, en el céntrico barrio de Tlatelolco y también pertenecía a la comunidad mazahua.
Las autoridades han sido puestas en alerta ante el temor de que se acentúe la espiral de asesinatos de niños que está regando de sangre las calles de la ciudad de México.
Entre 2010 y 2017, se contabilizaron 10.547 homicidios de niños, niñas y adolescentes en todo el país, es decir, poco más de cuatro asesinatos por día, de acuerdo con el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).
Sólo entre enero y septiembre al menos 934 niñas y niños han sido asesinados en el país y según cifras oficiales, en 70% de los casos se utilizó un arma de fuego.
Esta es una “muestra del impacto que tiene la violencia del crimen organizado en los menores de México”, afirmó Juan Martin Pérez, director ejecutivo de la Red por los Derechos de la Infancia en México (REDIM).
Pérez considera que la violencia generada por el crimen organizado “tiene un efecto replicante en las niñas y niños del país, principalmente, aquella ocasionada por los crímenes de alto impacto”.
“El código de violencia que se está incorporando a la sociedad, es que se resuelve todo con violencia, que hay impunidad, y que se necesita tener fuerza y armas. Y eso se traduce en que se multiplican los hechos de sangre”, afirmó.
México enfrenta desde hace casi 14 años una marea violenta que ha cobrado la vida de más de 300.000 personas y unos 77.000 desaparecidos.
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