Trump salvado por los intereses futuros
Trump salvado por los intereses futuros
WASHINGTON, 14 FEB – Si algo dejó en claro la segunda absolución en un juicio político al expresidente Donald Trump por parte del Senado de los Estados Unidos es el poder duradero que tiene sobre esa cámara el Partido Republicano de Estados Unidos.
“Los resultados sentaron el peligroso precedente de que incluso un líder autocrático que viola su juramento en el cargo puede escapar al castigo si intimida a suficientes senadores para que se pongan de pie”, escribió crítica la cadena CNN en su portal en inglés.
La nueva victoria de Trump se produjo después de una débil defensa por parte de sus abogados y “una presentación de falsedades”, según CNN.
Después de semanas de someterse a la presión política para garantizar un procedimiento rápido, algunos miembros de los delegados demócratas de la Cámara intentaron hacer un último y furioso impulso para exigir una investigación más intensiva, describió The Washington Post.
Intentaron llamar a testigos para hablar sobre el comportamiento de Trump antes, durante y después del ataque de una turba al Capitolio el 6 de enero. Pero fallaron.
Al final, esos delegados demócratas retrocedieron, permitiendo que la votación del Senado se llevara a cabo como se esperaba, pero no antes de que un caótico ir y venir tomara a los senadores con la guardia baja, enfureciera al equipo legal de Trump y expusiera las tensiones que habían estado latentes durante mucho tiempo entre los propios demócratas sobre cuán agresivamente responsabilizar al expresidente, detalló el influyente diario.
La situación mostró el desequilibrio de poder fundamental que es parte del legado de Trump en Washington.
Igualmente, advirtió tajante, CNN; “Trump también pasará a la historia como una figura deshonrada que escapó de la condena por un tecnicismo después de un juicio que demostró innegablemente que puso en peligro a su propio vicepresidente, a los legisladores de ambos partidos y a decenas de policías mientras buscaba anular los resultados de las elecciones”.
Aunque es exasperante para muchos la votación de ayer, siete republicanos se unieron a 50 demócratas para condenarlo, pero no alcanzaron los 67 votos de culpabilidad necesarios. Aún así fueron seis senadores más de los que votaron para condenarlo en 2020.
Diez republicanos de la Cámara votaron para acusarlo en enero, incluido el representante de Washington Jaime Herrera Beutler, quien estaba preparado para testificar contra Trump cuando los delegados dijeron inicialmente el sábado que llamarían a testigos.
Entonces salió a la luz una acalorada llamada telefónica entre Trump y el líder de la minoría de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, durante la insurrección.
Muchos senadores republicanos quedaron claramente conmovidos por la voluminosa evidencia del video presentada por los impulsores del juicio político de la Cámara Demócrata la semana pasada que mostró cómo el expresidente engañó con mentiras sobre las elecciones de noviembre a sus seguidores durante meses, luego encendió la ira de una turba hasta el punto en que irrumpieron el Capitolio el 6 de enero, golpeando violentamente a los agentes de policía.
A diferencia del primer juicio político de Trump, cuando pudo afirmar que había sido reivindicado, pocos senadores republicanos se apresuraron a defenderlo el sábado.
Claramente, aún temerosos de las consecuencias electorales que enfrentarían si se enfrentaban al expresidente, muchos basaron sus votos en el débil argumento procesal de que carecían de autoridad para condenar en virtud de la Constitución, ya que Trump había abandonado cargo. “Es un ciudadano común ahora”, due el argumento dominante.
No obstante, la gran mayoría de los académicos constitucionales no estaban de acuerdo con esa premisa y el Senado ya había votado a principios de semana que el juicio era constitucional.
“El presidente no actuó con rapidez. No hizo su trabajo”, dijo tajante el líder republicano en el senado Michael McConnell. “Incluso después de que quedó claro para cualquier observador razonable que el vicepresidente (Mike) Pence estaba en grave peligro, incluso cuando la mafia que portaba pancartas de Trump golpeaba a la policía y violaba los perímetros …el presidente envió otro tuit atacando a su propio vicepresidente”, graficó el legislador.
Pence, otro candidato potencial para la nominación republicana en 2024, se mantuvo en silencio desde la insurrección, eligiendo no criticar abiertamente a Trump, pero también eligiendo no ofrecer cobertura política al exmandatario.
Todo pese a que quedó claro que Trump puso en peligro a su vicepresidente en ese día nefasto del Capitolio y que ese fue uno de los temas que más pesaron sobre los senadores republicanos durante el juicio.
Pero, parece ser que el futuro (léase las nuevas campañas políticas y las apetencias electorales venideras) pesaron más que los tremendos hechos de un pasado reciente.
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