Las mujeres, las más afectadas

Las mujeres, las más afectadas

Las mujeres, las que más padecen la crisis

GINEBRA, 05 MAR – Hans Kluge, responsable de la OMS para Europa, puntualizó que son las mujeres las que pagan el precio más alto de la pandemia, pues son la mayor parte de los contagiados, desarrollan tres veces más tareas de asistencia respecto a los hombres y ven reducido sus ingresos.
El funcionario vertió estas declaraciones a pocos días del Día Internacional de la Mujer, el 8 de marzo, y exhortó tambíen a los gobiernos a frenar la brecha de género existente.
“Sabemos desde hace tiempo que las emergencias tienen un efecto desproporcionado sobre la salud de las mujeres, y el Covid-19 no es una excepción -dijo Kluge en conferencia de prensa-. Los casos confirmados son más comunes en las féminas y en los jóvenes adultos. El rostro del operador sanitario en primera línea del que hablamos a menudo es principalmente el rostro de una mujer”.
“Más de 7 de cada 10 trabajadores sanitarios y de las estructuras de salud globales son mujeres. En Europa el 84% de los enfermeros y el 53% de los médicos son mujeres”, puntualizó.
En total, las mujeres constituyen el 70% de la fuerza de trabajo sanitaria pero detentan solo el 25% de los roles senior.
En el personal sanitario, las féminas realizan tareas de estatus inferior y retribuidas peor. La diferencia de género en el sector de salud es más elevada que en otros sectores, un 25%, y es “inaceptable” para la OMS, “Los agentes sanitarios representan el 8% de los casos globales de Covid-19 y el riesgo que corren de ser infectados es más del triple del riesgo en la mayor parte de nosotros, aquellos que están buscando proteger. Cinco semanas atrás, de los 1,3 millones de operadores de salud que fueron infectados por Covid-19, el 68% eran mujeres”, prosiguió.
“Debemos hacer todo lo posible para proteger a nuestra primera línea -aseveró- Para diminuir el grave impacto socioeconómico de Covid-19 en las mujeres, su participación económica debe aumentar y debemos afrontar la brecha retributiva, invirtiendo en trabajos sanitarios y de asistencia social con salarios y condiciones laborales iguales y mayor reconocimiento”.
Las medidas de contención exacerbaron el desequilibrio en forma indirecta –observa la OMS-, por ejemplo, con el cierre de las escuelas. Son, precisamente, las mujeres las que siguieron la educación a distancia de sus hijos y quienes sufrieron el inevitable aumento de las exigencias de asistencia y deberes domésticos en favor de los niños y ancianos. En muchos casos, por esto, dejaron sus trabajos, sacrificando además su participación en la vida pública.
Por otra parte, Kluge puntualizó que “la presión continúa sobre nuestros hospitales y trabajadores de la salud y es afrontada con actos de solidaridad médica entre los vecinos europeos. Aún, a más de un año del comienzo de la pandemia, nuestros sistemas sanitarios no debieran hallarse en esta situación. Debemos volver a las bases”.
“Las altas tasas de transmisión y la rápida difusión de las variantes en toda la región -agregó- requieren mayor vigilancia, optimización de los test y medidas de aislamiento (cuarentena y asistencia)”.
El exponente de la OMS animó a los gobiernos y sistemas sanitarios europeos a una “mayor atención en la prevención y el control de otras enfermedades” y mayores esfuerzos para involucrar a las comunidades y contrastar el “cansancio” por la pandemia. Eventuales reaperturas tienen que ser “graduales y basadas en la evidencia, en el interior y entre los países”.
“Debemos suprimir la difusión del virus en todas partes, usando lo que sabemos que funciona” , dijo el funcionario de la OMS a la vez que auspició una aceleración de las vacunaciones.
Un total de 45 países encaminaron vacunaciones en la región europea. Hasta ahora fue inmunizado el 1,9% de la población en 40 países y el 24,5% de los trabajadores de la salud en 20 naciones.