Una política migratoria más “humana”
Una política migratoria más “humana”
Aumentan los ingresos. Mejor trato a los niños. Trump ataca
WASHINGTON, 07 MAR – Joe Biden hipoteca el primer éxito legislativo de su presidencia con la aprobación por parte del Senado del colosal plan de ayuda Covid por 1,9 billones de dólares, una bazuca indispensable para la reactivación de la economía ya en recuperación.
Pagos directos de subsidios de 1.400 dólares a los ciudadanos en más dificultades, extensión hasta setiembre de pagos por desocupación, fondos por 350 mil millones de dólares a los estados y entes locales, financiamientos para la distribución de vacunas, son algunas de las medidas incluidas en este mega plan de ayuda.
Pero está en crisis la frontera con México, donde en febrero fueron arrestados casi 100.000 inmigrantes, el número más alto en este mes desde 2006 en Estados Unidos.
Los agentes detuvieron a 4.500 migrantes que atravesaban el confín en un solo día el miércoles pasado. Una señal de que los ingresos ilegales podrían continuar y aumentar en marzo.
Una nueva oleada migratoria alimentada probablemente por el giro “aperturista” del presidente, a contramano de las políticas restrictivas de Donald Trump, pero que ahora tiene que administrar una verdadera y propia emergencia.
Tanto que hubo pensado un plan para transformar un par de centros de detención en puntos de acceso e inspecciones en estilo Ellis Island, la histórica isla en Nueva York que fue por décadas la principal puerta de ingreso de los migrantes, italianos incluidos, a Estados Unidos. En esa época eran días de controles.
Biden, en cambio, pretende liberar a las familias en no más de 72 horas de su llegada a Estados Unidos, un cambio radical respecto de las Administraciones de Obama y Trump, cuando los niños mostraban síntomas de depresión y traumas luego de transcurrir períodos de detención con sus padres.
En base al nuevo plan, la policía de inmigración mantendrá a las familias solo por el tiempo necesario para los exámenes médicos, incluidos los test anti-Covid, para fijar las audiencias en un tribunal para el pedido de asilo. Se está evaluando también la vacunación contra el coronavirus para evitar un aumento de los contagios. Los centros individualizados son los de Dilley y Karnes City, en Texas.
Un tercer centro en Pennsylvania está vacío luego de que las familias fueran liberadas la semana pasada.
El gobierno está considerando además usar una base militar en Virginia, Fort Lee, a 2.400 kilómetros del confín, para hospedar a los menores no acompañados: actualmente son 7.700 en custodia, el número más alto desde 2019.
En la última semana en promedio pasaron la frontera por su cuenta 321 niños, contra los 47 de comienzos de enero, antes de que Biden asumiera el cargo.
En este contexto Donald Trump aprovechó para lanzar un duro ataque. “Nuestra frontera está ahora totalmente fuera de control gracias al desastroso liderazgo de Biden”, denunció el magnate neoyorquino, evocando una “incursión masiva” luego de la cancelación de su vuelta de tuerca.
“El vertiginoso maremoto en el confín está arrollando a las comunidades locales, vaciando las arcas, superpoblando los hospitales y robando puestos de trabajo a los estadounidenses”, afirmó el expresidente.
“No aceptamos lecciones de él sobre política migratoria, que no solo fue deshumana, sino también ineficaz en los últimos cuatro años”, replicó la vocera de la Casa Blanca, Jen Psaki.
“Marcaremos nuestro camino y ello incluye tratar los niños con humanidad y respeto”, agregó.
Biden, en tanto, goza la aprobación en el Senado del mega plan tras una larga maratón y una mediación en el seno de los demócratas que permitió superar la oposición compacta de los republicanos.
Ahora la medida retorna a la Cámara de Representantes y en los próximos días será firmada por el presidente.
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