LES CHOSES QU’ON DIT, LES CHOSES QU’ON FAIT. Francia, 2020. Un film escrito y dirigido por Emmanuel Mouret. 120 minutos
LES CHOSES QU’ON DIT, LES CHOSES QU’ON FAIT. Francia, 2020. Un film escrito y dirigido por Emmanuel Mouret. 120 minutos
Por Jorge Gutman
Este romántico film de Emmanuel Mouret propone una visión diferente sobre el amor exponiendo la involuntaria inconstancia de los sentimientos.
En una campiña francesa situada al norte de la Provenza, llega Maxime (Niels Schneider) procedente de París para visitar a su primo François (Vincent Magaigne) quien al estar ausente por razones de trabajo es recibido por su compañera Daphné (Camélia Jordana), embarazada de 3 meses.
Con reminiscencia de los bellos relatos de Eric Rohmer, el realizador utiliza como factor movilizador de su historia la forma en que Daphné y Maxime paseando por la región van conociéndose mediante mutuas confidencias vinculadas con los aventuras y desventuras sentimentales que ambos mantuvieron en el pasado. De este modo ella le relata sobre la atracción amorosa que sintió hacia un realizador documentalista (Louis-Do de Lencquesaing) cuando trabajaba como su montajista sin que haya sido capaz de expresarle sus sentimientos; posteriormente llega a convivir con François (Vincent Macaigne) quien a su vez por ella él abandonó a su mujer Louise (Émilie Dequenne). Por su parte Maxime le cuenta a su anfitriona cómo quedó descorazonado cuando su bien amada Sandra (Jenna Thiam) lo dejó para relacionarse con su mejor amigo Gaspard (Guillaume Gouix). Sucesivamente la madeja sigue desenredándose hasta el momento en que las íntimas revelaciones efectuadas motivan a que Daphne y Maxime terminen vinculados románticamente.
Son varios los elementos concurrentes para que este fresco sentimental trascienda. En primer lugar a través de un magnífico guión nutrido de estilizados diálogos Mouret ha entrelazado las diferentes historias logrando una magnífica cohesión. Adoptando un tono que transita entre la liviandad y la gravedad, el realizador además de ubicarse como observador igualmente penetra en el mundo interior de sus personajes captando sus contradicciones, caprichos, confusiones así como la vulnerabilidad e inconstancia reflejada en el lenguaje del amor; es en ese terreno que demuestra la complejidad del comportamiento humano para poder distinguir como asimismo conciliar el amor con el deseo generado por una fuerte atracción sexual. La interpretación es otro de los factores positivos teniendo en cuenta que Mouret se ha valido de un homogéneo elenco, con mención especial de Jordana, Schneider, Macaigne y Duquenne quienes en sus respectivos roles permiten que se establezca una inmediata empatía con el espectador.
Si bien la banda sonora de un film no siempre se ajusta adecuadamente a la narración, en este caso se convierte en un protagonista más de esta historia; así, los extractos musicales de Haydn, Mozart, Chopin, Schubert, Tchaikovsky, Debussy, Purcell, Puccini y Enrique Granados, entre otros grandes compositores, contribuyen a expresar cabalmente la variedad de emociones que albergan los personajes de esta historia.
El melancólico epílogo del film, que en cierto modo recuerda al de Les parapluies de Cherbourg (1964) de Jacques Demy, corona magníficamente este impecable trabajo de Mouret, indudablemente el mejor de su filmografía.
CORTOS DOCUMENTALES
A continuación se ofrece una evaluación de los 5 cortometrajes de documentales nominados al Oscar 2021.
DO NOT SPLIT (Noruega-Estados Unidos, 34 minutos)
Aunque los medios de difusión han informado sobre la situación imperante en Hong Kong durante los últimos años, esta crónica de Anders Hammer permite visualizar con mayor detalle el enfrentamiento de sus habitantes con la policía china.
El documental enfatiza en los esfuerzos realizados por jóvenes activistas de Hong Kong ante la creciente intromisión de las autoridades chinas tratando de suprimir la democracia existente. El foco que encendió la chispa del descontento se produce cuando en junio de 2019 surge una propuesta legal de permitir la extradición de sospechosos criminales de la isla a China continental. De allí en más la violencia ejercida a partir de octubre de 2019 por la policía china contra las manifestaciones de protesta genera un impresionante cuadro dantesco; es allí donde se refleja en toda su dimensión la intrépida filmación realizada por Hammer quien bajo el fuego de las balas y los gases lacrimógenos ha logrado captar con gran intensidad las confrontaciones que se suceden diariamente en las calles de la ciudad, prácticamente convertida en un estado policial. En ese recuento también se registra el asalto policial a la Universidad Politécnica de Hong Kong que queda sitiada durante 2 meses.
Aunque el surgimiento de la pandemia detuvo las manifestaciones a principios de 2020, con todo eso no impidió que China adoptara medidas más autoritarias con la sanción de la Ley de Seguridad nacional en el mes de junio. Entre algunas de las voces que se hacen oír se encuentra la de la joven activista Joey Siu que con dedicación y valentía defiende la causa de la democracia de Hong Kong aunque frente al panorama actual manifiesta su incertidumbre sobre la carrera docente que deseaba emprender.
Con un muy buen montaje efectuado por el documentalista con Mark Lukenbill y Bill Ross, este corto metraje es un ejemplo de lo que se puede obtener con un excelente equipo de filmación reflejando vivamente la represión y brutalidad ejercida por China contra los habitantes de la isla
HUNGER WARD (Estados Unidos, 40 minutos)
Loable y humanitaria es la labor emprendida por el realizador Skye Fitzgerald con este cortometraje que a nadie dejará indiferente. Su tema se centra en la mayor hambruna del mundo entero que acontece en Yemen; aunque la guerra civil iniciada hace más de 5 años no ha sido demasiado conocida como las otras acaecidas en el Medio Oriente, es necesario tener en cuenta que los que están más castigados son los niños -especialmente los que habitan en el sur del país- cuya desnutrición es alarmante.
Fitzgerald ubicó su cámara en el Hospital Sadaqa y la Clínica Aslam del desangrado país, resaltando la encomiable tarea desplegada por la doctora Aida Hussein Alsadeeq y la enfermera Mekkia Mahdi. Con gran devoción, ambas profesionales de la salud luchan desesperadamente por salvar las vidas de niños mal nutridos en el marco de la escasez de alimentos que afecta al país; en tal sentido puede advertirse el esfuerzo volcado en la niña de 6 años Abeer cuyo peso es de 5 kilos y medio y de la mayor Omeina que con sus 10 años su peso alcanza a 10 kilos; más doloroso es el contemplar a la bebita Asila cuya piel está completamente ulcerada por el edema causado por falta de alimentación.
A todo ello el bombardeo aéreo lanzado por Arabia Saudita y otros países árabes contra el grupo insurgente de hutíes contribuye a aumentar el número de víctimas de la población civil, incluyendo a los infantes. Frente al lamentable panorama la situación se ve más agravada con el bloque impuesto a Yemen que le impide recibir comida y medicina proveniente de otros países. Debido a la guerra y al hambre vigente la Organización Internacional para las Migraciones consideró que en 2020 más de 100.000 personas de Yemen se vieron obligados a dejar sus hogares.
En esencia, este lacerante y conmovedor documental constituye un llamado de alerta al mundo civilizado para que adquiera conciencia de lo que sucede en Yemen y acuda en su ayuda.
COLETTE (Francia-Alemania-Estados Unidos, 25 minutos)
Un episodio vinculado con el genocidio nazi durante la Segunda Guerra es lo que aborda el realizador Anthony Giacchino enfocando la especial relación forjada entre dos personas de diferente generación.
Aún cuando es bien sabido que el Holocausto ha producido 17 millones de víctimas, el realizador aquí se centra especialmente en Jean-Pierre Catherine que ha sido asesinado en el campo de concentración de Mittebau-Dora ubicado cerca de Nordhausen. Es la nonagenaria Colette Marin-Catherine, una de las sobrevivientes de la guerra, que desea retornar a Alemania para visitar el lugar donde su hermano adolescente que había integrado la resistencia francesa fue capturado por los nazis poco antes de que concluyese el nefasto conflicto bélico.
Para efectuar este viaje desde Francia donde habita hasta Alemania, ella cuenta con el apoyo físico y espiritual brindado por Lucie Fouble, una joven estudiante de historia que está realizando un trabajo documentado de los franceses que fueron deportados a dicho campo. Durante este trayecto entre ambas mujeres queda cimentada una gran empatía en donde la anciana considera a Lucie como si se tratara de su propia nieta por el cariñoso trato que ella le brinda. La visita al sitio que había sido el campo de concentración produce en la anciana una fuerte conmoción al remover las heridas traumáticas de haber perdido a Jean-Pierre; para Lucie, constituye una vital experiencia el compartir los sentimientos de Colette a través de los tristes recuerdos que afloran en su memoria.
Con gran sensibilidad Giacchino sigue el derrotero de estas dos almas humanas brindando una escena de gran emoción cuando en el momento de la despedida Colette ofrece a Lucie un obsequio de su pertenencia que tuvo especial trascendencia en su vida. A todas luces este es un cortometraje decididamente recomendable.
A CONCERTO IS A CONVERSATION. (Estados Unidos, 13 minutos)
Este conciso relato aborda al pianista de jazz y compositor Kris Bowers presentando a Horace Bowers, su querido abuelo de 91 años afectado de cáncer. En la conversación que ambos mantienen van revelándose aspectos de la genealogía familiar así como los vinculados con la identidad negra. A través de films caseros de la familia, se puede apreciar cómo Horace siendo joven dejó su hogar de Florida, porque debido al color de su piel debió enfrentar el racismo y la segregación; trasladándose al sur de Los Ángeles allí consiguió un trabajo en una tintorería y años después junto con su esposa establecieron su propio negocio con exitosos resultados.
En ese íntimo diálogo el nieto destaca que su logro como músico negro se debe a los esfuerzos realizados por su familia así como los estímulos que de ella recibió. De allí que resulte emotivo contemplar a Kris acompañado de su abuelo asistiendo a la primera ejecución de su concierto para violín “For a Younger Self” en el auditorio Walt Disney. En síntesis, este sencillo y cálido corto es un encomiable tributo del compositor a su abuelo y a su querida familia que con su apoyo ha llegado a ser lo que es.
A LOVE SONG FOR LATASHA (Estados Unidos, 18 minutos)
Tal como lo enuncia su título, la directora Sophia Nahli Allison brinda una canción de amor para Latasha, mediante un relato que evidencia la manera en que los prejuicios pueden cobrar vidas inocentes.
El 16 de marzo de 1991, Latasha Harlins de 15 años de edad fue asesinada por Soon Ja du, una coreana americana que ha estado a cargo de una licorería ubicada en el centro sur de Los Ángeles. Ese predestinado día la joven de color intentó comprar un jugo de naranja por valor de 1,79 $ pero como la dueña del negocio supuso que estaba robando le disparó un tiro mortal en la parte posterior de su cabeza; cuando la policía llegó al lugar del crimen comprobó que la chica portaba un billete de 2 dólares con la intención de efectuar el pago de la bebida. La jueza Joyce Karlin declaró a Soon culpable del asesinato; no obstante la gravedad del hecho, el castigo a la inculpada solamente se limitó a realizar 400 horas de trabajo comunitario y pagar 500 $ de multa. La muerte de Latasha, agravada por el homicidio del activista negro Rodney King perpetrado por la policía blanca que había acontecido 13 días atrás, fue el factor catalizador que originó en 1992 los dramáticos disturbios de Los Ángeles realizados por afroamericanos y latinos.
El episodio mencionado inspiró a la realizadora revivir el dramático caso a través de los testimonios brindados por Tybie O’Bard, la mejor amiga de Latasha, así como la de su prima Shirlene Harlins, donde a través de sus recuerdos destacan los valores humanos de la víctima y su ambición de llegar a graduarse en el futuro de abogada que obviamente no pudo concretarse.
El documental es un trabajo decididamente experimental basado en conversaciones que en ciertos momentos se intercalan con la animación de dibujos.
Aunque la filmación resulta un tanto desigual, lo que aquí trasciende es el constatar cómo en el crimen de Latasha la justicia no supo ser servida.
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