Caso Maradona: Los siete imputados

Caso Maradona: Los siete imputados

Diego Maradona, una muerte que exige respuestas

BUENOS AIRES, 20 MAY – La justicia citará a declarar a los siete imputados por la muerte del astro argentino Diego Maradona, ocurrida el 25 de noviembre de 2020 a los 60 años de edad, por negligencia de quienes debieron atender su delicado cuadro de salud.
Así lo afirmaron los fiscales de la causa, que solicitaron prohibirles abandonar el país a los acusados por haber abandonado a su suerte al ex campeón mundial y pidieron el cambio de carátula de “homicidio culposo” a “homicidio simple con dolo eventual”.
En el primer caso, las penas para ese delito son excarcelables y van de uno a cinco años de prisión, mientras que en el planteado por la fiscalía se elevan de ocho a 25 años de cárcel.
Las indagatorias a los siete acusados se iniciarán el 31 de mayo, según informa la prensa local, y el enfermero Ricardo Omar Almirón sería el primero en ser llamado de declarar.
Los otros seis imputados son la enfermera Dahiana Gisela Madrid, el coordinador de enfermeros Mariano Perroni, la médica a cargo de coordinar la internación domiciliaria de Mardona, Nancy Forlini, el psicólogo Carlos Angel Díaz, la psiquiatra Agustina Cosachov y el neurocirujano Leopoldo Luque, médico personal del astro.
Luque, que había operado a Maradona por un edema subdural días antes de su muerte, es uno de los principales apuntados pues era quien debía velar por su salud y las condiciones en las que realizaba la supuesta internación domiciliaria.
“Jamás le robé nada a Diego y mucho menos lo usé”, se defendió en las últimas horas el médico al decirse “preocupado por mi familia, mis amigos y mis pacientes” con lágrimas en los ojos y en diálogo con medios de prensa de este país, a modo de descargo público.
La familia de Maradona lo considera, en cambio, como el principal responsable por la muerte del ex campeón mundial, al igual que los fiscales Laura Marina Capra, Cosme Sebastián Iribarren y Patricio Ferrari, que solicitaron al juez de garantías de la causa, Orlando Díaz, que impida la salida del país de los siete acusados.
Los fiscales decidieron también cambiar la imputación por la de homicidio culposo con dolo eventual en función de las conclusiones a las que arribó la junta médica en la que once peritos oficiales coincidieron en que Maradona fue “abandonado a su suerte”.
La atención que recibió en sus últimos días de vida, agregaron los peritos “resultó deficiente y temeraria” y derivaron en el fatal desenlace, que -afirmaron- “pudo haberse evitado”.
Según los fiscales, los imputados “ejecutaron acciones contrarias al arte de la salud y omitieron realizar los actos específicos que cada uno debía desarrollar en torno a su función y colocaron a Maradona en una situación de desamparo”.
Maradona, explicaron, agonizó durante al menos 12 horas debido a la “atención deficitaria en una internación domiciliaria que no era la apropiada, modalidad ésta elegida y avalada por el equipo médico tratante”.
Según 17 de los 22 peritos que participaron en la investigación forense, Maradona era un paciente con pluripatologías que “no estaba en pleno uso de sus facultades mentales” y pudo haber tenido “más chances de sobrevida” si hubiera estado internado en una clínica.
La autopsia reveló que la muerte se produjo como consecuencia de un “edema agudo de pulmón secundario a una insuficiencia cardíaca crónica reagudizada”.
Ahora será la justicia la que determine las responsabilidades y las condenas por la muerte de un ídolo que aún hoy lloran sus seres queridos y los fanáticos del fútbol de Argentina y del mundo, mientras reclaman que su triste y evitable partida no quede impune.