Colombia: Un mes de paro, un mes de tragedia

Colombia: Un mes de paro, un mes de tragedia

La bronca sigue en las calles de Colombia (foto: EPA)

Más de 40 muertos, 129 desaparecidos, cientos de heridos

BOGOTA 28 MAY – El 28 de abril las calles de Colombia se rebozaron de manifestantes, principalmente jóvenes, que reclamaban al gobierno retirar del Legislativo una reforma tributaria que cargaba de más impuestos a las clases trabajadoras. Un mes después ya no hay proyecto, ni está el ministro de Hacienda que lo impulsó, pero sí se mantienen las protestas.
Lo que empezó como un reclamo puntual, pronto se transformó en un pliego de reclamos sociales pretéritos que revelaron los problemas estructurales del que es considerado el país más desigual de toda Latinoamérica, según el Indice de Desarrollo Regional elaborado a finales del año pasado por ocho universidades y centros de estudio de esta parte del mundo, que llegaron a esa conclusión tras revisar el resultado de 25 variables.
Pero las protestas iniciadas en abril no son un estallido del ahora, son solo el fuego encendido desde 2019 cuando las centrales obreras, los maestros agremiados y los estudiantes se opusieron en las calles al propósito del gobierno de Iván Duque de cerrar el fondo de pensiones estatal, aumentar los años para la jubilación y reducir el salario de los jóvenes, entre otras.
La pandemia y la Navidad apagaron el fuego de esa llama que se volvió a encender en septiembre de 2020, tras el homicidio a manos de patrulleros del abogado Javier Ordóñez, en Bogotá, lo que desató una noche de caos en la capital, que dejó tras de sí una estela de 13 muertos y decenas de heridos.
En aquel momento las redes sociales difundieron a la velocidad de la luz decenas de grabaciones hechas con celulares en las que evidenciaron las agresiones de la policía.
Desde el 28 de abril hasta hoy esas mismas redes sociales han dado cuenta de la brutalidad policiaca, que alertó a varias naciones conmovidas por las imágenes tomadas por ciudadanos.
El gobierno y sus aliados políticos han tratado de reducir esas denuncias a una suerte de confabulación mediática internacional contra la administración del presidente Duque, el mandatario más impopular en los últimos 30 años, de acuerdo con una reciente encuesta.
En este mes de protestas 43 personas han muerto, según cifras de organismos gubernamentales y organizaciones sociales.
La Fiscalía y la Defensoría del Pueblo señalaron en un informe reciente que 43 personas han muerto, de ellas 17 están directamente relacionadas con las manifestaciones, otras siete son investigadas y sobre las 19 restantes no hay información plena. Ambos organismos, también precisaron que hay 129 personas desaparecidas.
Mientras que la oenegé Temblores, dedicada a llevar un registro de la violencia policiaca, afirmó que entre el 28 de abril y el 24 de mayo se registraron 3155 casos de violencia policiaca, 43 asesinatos atribuidos presuntamente a patrulleros, 1388 detenciones arbitrarias, 46 heridos oculares y 22 víctimas de violencia sexual.
Esas cifras no incluyen los fallecidos de los últimos días.
Incluidos los tres de hoy, cuando se adelantan nuevas marchas en diferentes ciudades del país, en su mayoría movidas por la fuerza de la alegría y los actos culturales juveniles.
Las víctimas de hoy se registraron en Cali (suroeste), la ciudad que más muertos ha puesto en este mes de manifestaciones.
“Tres personas desafortunadamente han muerto”, lamentó y condenó el alcalde de Cali, Jorge Iván Ospina, quien explicó que se trató de un altercado entre una persona que quería pasar por una zona bloqueada y manifestantes.
El fiscal general, Francisco Barbosa, confirmó que una de las personas fallecidas era miembro del Cuerpo Técnico de Investigaciones de esa entidad, quien disparó contra los manifestantes, asesinó a dos jóvenes y en consecuencia fue atacado por la turba enardecida.
Dadas las circunstancias, la gobernadora del Valle del Cauca (suroeste y cuya capital es Cali), Clara Luz Roldán, decretó el toque de queda a partir de las 17 horas locales (22 GMT) y le pidió al presidente Duque desplegar “toda la capacidad” de la fuerza pública para “retomar el control” en el departamento.
El gobierno ha optado por un diálogo con la única cara viable de las protestas, el Comité Nacional de Paro, integrado por sectores sindicales, pero las charlas cayeron esta semana en un limbo, del que no parece que saldrá fácilmente dado que el Ejecutivo reclama que los protestantes rechacen los cortes de vías, que es la gran preocupación de la administración de Duque.
Para las próximas semanas se espera una visita al país de una delegación de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), a quien en principio el gobierno le negó el acceso, para verificar en terreno las denuncias sobre agresiones a los derechos humanos y elaborar una serie de recomendaciones al Estado.