Crónicas. Tengo la Camiseta Anaranjada
Crónicas. Tengo la Camiseta Anaranjada
Lucía P. de García
TORONTO, 28 SEPT.- Phyllis Webstad se alistaba para ir a la escuela. Con seis años de edad, no cabía de dicha ante la expectativa de aprender a leer, escribir, jugar, hacer amigos. Estrenaba la prenda que le había comprado su abuela, una camiseta anaranjada acorde a la alegría que sentía. Abuela y nieta atravesaron el lugar donde habían nacido, Reserva Dog Creek cerca del lago Williams, British Columbia, y llegaron al St. Joseph´s Residential School, uno de los 130 colegios que entre 1831 y 1996 por mandato federal se encargaron de hacer que los niños de los pueblos originarios olvidaran su cultura y se “asimilaran” a la europea.
Así, en 1973 Phyllis ingresó a la “Misión” donde fue recibida por un coro de llantos, fue registrada como perteneciente al pueblo “Stswecem´c Xgat´tem Primeras Naciones, y fue despojada de su querida camiseta anaranjada, a la que nunca más volvió a ver. Estaba en grado 8 y tenía casi 14 años de edad cuando tuvo su hijo. Fue una tía quien le ayudó con la situación. Al graduarse estudió administración de negocios y contabilidad. Se casó y también pasó a ser madre de su hijastro, hoy tiene 5 nietos. A todos ocultó el horror que vivió durante su época estudiantil, el resentimiento contra su madre y abuela por haber permitido que fuera víctima de las mismas atrocidades que ellas padecieron.
Tan dura carga le obligó a buscar ayuda psicológica y en 2013 le dio el valor de contar sus experiencias. Lo hizo ante numerosas personas, durante un evento en Williams. De allí nació el Día de la Camiseta Anaranjada en honor a los sobrevivientes de los colegios residenciales y sus familias. Se conmemora cada 30 de septiembre, mes en el que los estudiantes acuden a los planteles y que para los más de 150.000 niños nativos implicó derramar abundantes lágrimas ante la indiferencia de quienes rentaban esos centros, y no sólo eso sino que les hicieron víctimas de violencia extrema, bajos instintos, muerte.
Hoy, Phyllis es Directora Ejecutiva de la Sociedad de la Camiseta Anaranjada, ha escrito dos libros infantiles The Orange Shirt Story y Phyllis´s Orange Shirt. Mediante conferencias, lecturas, documentales, da a conocer aquellas prácticas crueles y promueve respeto y comprensión hacia los pueblos indígenas, exaltando sus tradiciones, su riqueza cultural.
Al asumir como Primer Ministro en 2015, Justin Trudeau pidió perdón a los pueblos originarios por los errores e injusticias cometidos en su contra por los gobiernos. La Comisión de Reconciliación y Verdad y otros grupos han aportado con ideas a favor de esta causa, una de ellas es vestir cada 30 de septiembre la prenda que simboliza reconciliación. Alistemos para este jueves la mudada reconciliadora, yo ya tengo mi camiseta anaranjada…
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