CRONICAS. El Maravilloso James Webb
CRONICAS. El Maravilloso James Webb
Por: Lucía P. de García
Toronto.- Los holandeses crearon el telescopio, a fines de 1500 lo perfeccionaron varios personajes, Galileo fue el primero en diseñar uno apto para auscultar el firmamento, descubriendo el 6 de enero de 1609 a cuatro de las lunas de Júpiter girando a su alrededor. Desde entonces el telescopio ha evolucionado hasta llegar al presente con el maravilloso James Webb, que tiene categoría de Telescopio Espacial de Próxima Generación.
Su nombre lo debe a quien naciera en 1906 en Carolina del Norte, fuera piloto, integrante del Cuerpo de Marines y de la Cámara de Representantes, Subsecretario de Estado. En 1996 Kennedy nombró a James Webb Director de la NASA, cargo en el que durante diez años coordinó investigación científica y estudios universitarios con desarrollo tecnológico e industria aeroespacial robótica, logrando llevar al ser humano a la Luna, sondas a Marte y Venus, misiones científicas para estudiar la atmósfera terrestre, el Sol, las estrellas. Tras retirarse de su cargo fue Regente del Instituto Smithsonian. Falleció en 1992.
El telescopio que lleva su nombre empezó a ser construido hace tres décadas, a un costo de $10,000 millones de dólares y con la participación de las agencias espaciales de Estados Unidos NASA, Europa ESA y Canadá CSA. Fue lanzado al espacio esta última Navidad desde Kurú, Guayana Francesa, transportado en el cohete Ariane 5, con la misión de iniciar “una nueva y emocionante década científica que cambiará nuestra comprensión del espacio”. Viajando hasta situarse a 1,5 millones de kilómetros de nuestro planeta, en el punto donde la Tierra y el Sol se equilibran en su gravitación, su travesía permitirá observar múltiples objetos celestes y mirar atrás en el tiempo, a más de 13.500 millones de años, hasta encontrar las galaxias que nacieron luego del Big Bang.
Todo en el James Webb sorprende e impresiona. Es tan grande que para caber en el cohete Ariane 5 ha sido doblado estilo origami, para luego de tres días de lanzado empezar a abrirse en el espacio cual juguete transformer, hasta en doce días más llegar a desplegar sus 8 metros de altura, su parasol del tamaño de una cancha de tenis, su espejo de 6.5 metros de diámetro (casi tres veces más grande y potente que el del famoso Hubble) el mismo que está formado de 18 hexágonos de berilio, y que será recolocado en hazaña nunca antes efectuada, para enseguida empezar a enviar a la Tierra la información de sus 4 sofisticados instrumentos científicos diseñados para captar la luz infrarroja del universo.
El maravilloso telescopio James Webb es una muestra de los alcances de la inteligencia humana; de lo beneficiosa que es la colaboración internacional con fines de paz y progreso; de lo grandiosa que es la Creación, que a más de mostrarse perfecta en la Tierra se vislumbra bella, portentosa y mágica en el espacio…
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