Descifran la pérdida del olfato por el virus
Descifran la pérdida del olfato por el virus
– Captores piden rescate
NUEVA YORK 21 ENE – Un grupo de científicos está descifrando por qué algunas personas pierden el sentido del olfato después de contraer Covid-19.
Un estudio publicado en la revista Nature Genetics identificó un factor de riesgo genético asociado con la pérdida del olfato después de una infección por Covid-19.
El descubrimiento acerca a los expertos a la comprensión del patrón desconcertante y puede señalar el camino hacia tratamientos muy necesarios.
Seis meses después de contraer Covid-19, hasta 1,6 millones de personas en Estados Unidos aún no pueden oler o han experimentado un cambio en su capacidad del olfato.
Se desconoce la causa precisa de la pérdida sensorial relacionada con el Covid-19, pero los científicos creen que se deriva del daño a las células infectadas en una parte de la nariz llamada epitelio olfativo.
Estas células protegen las neuronas olfativas, que ayudan a los humanos a oler.
“Todavía no está claro cómo pasamos de la infección a la pérdida del olfato”, expresó el doctor Justin Turner, profesor asociado de otorrinolaringología en la Universidad de Vanderbilt, quien no formó parte del estudio.
“Los primeros datos sugieren que las células de soporte del epitelio olfativo son las que en su mayoría están infectadas por el virus, y presumiblemente esto conduce a la muerte de las propias neuronas”, dijo.
“Pero realmente no sabemos por qué y cuándo sucede eso, y por qué parece suceder preferentemente en ciertos individuos”, agregó.
Según el estudio, un locus genético (posición fija de un gen en un cromosoma) cerca de dos genes olfativos está asociado con la pérdida del olfato y el gusto inducida por Covid-19.
Este factor de riesgo genético aumenta la probabilidad de que una persona infectada con SARS-CoV-2 experimente una pérdida del olfato o el gusto en un 11%.
Si bien algunas estimaciones sugieren que 4 de cada 5 pacientes con Covid-19 recuperan estos sentidos, la investigación sugiere que la incapacidad persistente o la capacidad reducida para oler y saborear afecta las relaciones, la salud física y el bienestar psicológico.
Investigadores de la empresa de genómica y biotecnología 23andMe realizaron el estudio como parte de un proyecto Covid-19 más amplio. Todos los participantes viven en Estados Unidos o el Reino Unido.
Dentro de un grupo de 69.841 personas que informaron haber recibido una prueba de Covid positiva, el 68% informó una pérdida del olfato o el gusto como síntoma.
Tras comparar las diferencias genéticas entre quienes perdieron el sentido del olfato y quienes informaron que no sufrían este efecto, el equipo del estudio encontró una región del genoma asociada a esta escisión que se sitúa cerca de dos genes, UGT2A1 y UGT2A2.
Ambos genes se expresan dentro del tejido de la nariz involucrado en el olfato y desempeñan un papel en el metabolismo de los odorantes.
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