CRONICAS. Cintillos, Turbantes, Coronas
CRONICAS. Cintillos, Turbantes, Coronas
Por: Lucía P. de García
Toronto.-Llegaron a América en 1511 esclavizados, conscientes de que jamás volverían a ver a sus seres queridos ni a los paisajes de su amada África. Ellos dominaron su sufrimiento golpeando tambores. Ellas secaron sus lágrimas con las telas de estampados multicolores que les cubrían sus cabellos de rizos firmes. Los siglos atestiguaron el martirio al que fueron sometidos y al que sobrevivieron porque sus ancestros les acompañaban con percusiones y telas mágicas que danzaban alrededor de las cabezas femeninas formando cintillos simples, turbantes exóticos o coronas tan altas como las de las reinas subsaharianas.
Hartos del coloniaje europeo y reconociéndose como hijos de estas tierras, se unieron a las luchas por la independencia. El primer país en lograrla fue Estados Unidos en 1776, aunque la humillación afrodescendiente continuó amparada por leyes como la de 1786, Tignon, que forzaba a las esclavas a ocultar sus cabelleras con turbantes para librar de tentación a los hombres blancos. Recién en 1863 Estados Unidos decretó la liberación de sus esclavos mediante decreto de Abraham Lincoln. El segundo país, Haití, erradicó el colonialismo francés en 1804 y al formar gobierno cambió el nombre de Saint Domingue por el de República Negra. En Colombia, mientras los patriotas conspiraban se recordaba a un personaje del siglo XVII, Benkos Biojó, rey africano esclavizado que escapó junto con otros y fundó San Basilio de Palenque, donde acogió a sus hermanos de color que buscaban libertad. A él se le atribuye la formación de una red de inteligencia femenina que trenzaba su cabello con diseños de rutas de escape o ubicación de palenques; más datos los proporcionaban nudos y lazos de los turbantes, mientras los pliegues de tela escondían semillas, monedas, trocitos de oro para pagar rescates.
Instaurada la libertad en toda América, la esclavitud se transformó en discriminación racial. Estados Unidos la encabeza con grupos como Ku Klux Klan, Supremacía Blanca. La reacción afroamericana se dio en los sesenta con el movimiento Black Power, a favor de los derechos cívicos, y en 2013 el grupo Black Lives Matter, que desde el activismo proclama vida y dignidad. Ambos defienden la igualdad racial y la defensa de su cultura. Ese legado destaca al turbante, sobre el cual, afirman, a través de la moda ha habido una “apropiación cultural” que minimiza su importancia, cuando esta prenda exalta el sufrimiento de sus antepasados, su lucha por la libertad, su tenacidad, su herencia afroamericana de sabiduría, optimismo, belleza, esperanza, dignidad, orgullo, y tras reclamar propiedad piden que sus coloridos y alegres cintillos, turbantes, coronas, sean tratados con respeto.
Para que las generaciones conozcan el valioso aporte de la cultura afroamericana, desde 1926 Canadá y Estados Unidos dedican febrero, por el nacimiento de Abraham Lincoln, como Mes de la Herencia Afroamericana. Unámonos al festejo con gratitud y respeto.
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