L’ÉVENÉMENT / HAPPENING. Francia, 2021. Un film de Audrey Diwan. 99 minutos
L’ÉVENÉMENT / HAPPENING. Francia, 2021. Un film de Audrey Diwan. 99 minutos
Por Jorge Gutman
Consagrado con el León de Oro en el último Festival de Venecia del año pasado, el galardón de este penetrante drama es bien merecido teniendo en cuenta la meticulosidad adoptada por la directora Audrey Diwan para trasladar a la pantalla la novela homónima de Annie Ernaux publicada en 2000. La particularidad del film reside en que la historia relatada se basa en la experiencia vivida por la autora del libro cuando en 1963 a los 23 años era una estudiante universitaria de literatura en Angoulème, al sudoeste de Francia.
El guión preparado por la realizadora con la colaboración de Marcia Romano presenta a la joven Anne (Anamaria Vartolomei) cuando visitando a su médico (Fabrizio Rongione) él le hace saber que está embarazada de tres semanas; tras quedar anonadada por la noticia ella le pide al facultativo que interrumpa el proceso de gestación, pero recibe una rotunda respuesta negativa en la medida que el aborto constituye un severo delito penado por la ley. Al acudir una semana después a otra consulta con un profesional diferente (François Lonquet) obtiene una respuesta similar, aunque debido a su insistencia llega a prescribirle unas drogas que no resuelven el problema. Sus mejores amigas y compañeras de la universidad (Luàna Bajrami y Louise Orri-Diquéro) al enterarse de lo que le pasa a Anne, tampoco desean involucrarse en el problema por temor; mientras tanto la latente angustia interior sufrida por esta chica soltera hace que a pesar de ser una brillante alumna su desempeño comienza a decaer, aspecto que le hace notar su profesor de literatura (Pio Marmai). A medida que las semanas van transcurriendo ella resuelve viajar a Bordeaux para solicitar ayuda a Max (Julien Frison) quien ha sido el hombre con quien mantuvo la relación casual que produjo su gravidez; sin embargo, él se desentiende por completo del problema; a todo ello, Anne disimula su preocupación frente a su madre (Sandrine Bonnaire), quien ignora lo que le está sucediendo.
Es recién a las 12 semanas de gestación cuando valiéndose de un dato suministrado por un compañero de la universidad ella ubica a una mujer de severa autoridad (Anna Mouglalis) dispuesta a realizar el clandestino aborto a cambio de una suma de dinero, quien además le advierte que no deberá gritar ni llorar a fin de que nadie se entere del procedimiento. Eso origina dos secuencias de extremada crudeza en las que el espectador se siente atrapado y estremecido por lo que acontece con Anne.
Además de la sutil dirección de Diwan encarando este urticante tópico, gran parte de la solidez de este encomiable documento descansa en la excepcional interpretación de Vartolomei quien se sumerge de lleno en la piel de Anne, el alter ego de Ernaux, reflejando la soledad de una joven indefensa.
Dentro de las varias escenas destacables de L’Événement hay una que define por completo el rol de la mujer en la Francia de los años 60; así, cuando el profesor de Anne le pregunta sobre lo que la estaba aquejando, ella responde que es la enfermedad que convierte al ser femenino en ama de casa.
Aunque en Francia el aborto quedó legalizado en 1975, este film es una auténtica demostración acerca de la manera en que la mujer, en aquellos rincones del mundo donde aún subsiste su prohibición, queda relegada a un total desmerecimiento como si el proceso de gestación fuese de su exclusiva responsabilidad.
THE WORST PERSON IN THE WORLD. Noruega-Francia-Suecia-Dinamarca, 2021. Un film de Joachim Trier. 121 minutos.
La incertidumbre de una muchacha insegura sobre lo que quiere o desea en la vida es el tema abordado por el director Joachim Trier en The Worst Person in the World en un guión que le pertenece junto con Eskil Vogt.
En la narración estructurada en un prólogo, 12 capítulos y un epílogo, a través de la voz en off se sabe que Julie (Renate Reinsve), viviendo en Oslo y próxima a celebrar sus 30 años, desde su etapa de estudiante universitaria no tuvo claro cuál era su verdadera vocación; así, habiendo seguido sus estudios en medicina, posteriormente creyó que la psicología se ajustaba más a su personalidad para finalmente dedicarse a la fotografía.
Esa indefinición permanece en su vida afectiva. Cuando conoce a Aksel (Anders Danielsen Lie), un autor de historietas gráficas de 44 años, cree haber encontrado al hombre ideal no obstante la diferencia de edad; en un principio pareciera que ella ha logrado cierta estabilidad emocional pero pronto la misma se disipa dado que Aksel desearía tener un hijo en tanto que Julie se niega a tal idea por considerar que no está preparada para ser madre.
Su naturaleza inconstante motiva a que en una fiesta de bodas a la que se introduce furtivamente conozca a Eivind (Herbert Nordrum), un empleado de café, con quien de inmediato se siente atraída sexualmente; aunque en un principio solo existen caricias, abrazos y besos, el adulterio no tarda en producirse así como la necesidad de vivir juntos; consecuentemente su separación de Aksel es inevitable. Sin embargo ella dista de estar satisfecha por su eterna inseguridad que le impide saber dónde sus sentimientos apuntan.
Sin alcanzar el nivel de excelencia logrado en Oslo, August 31st (2011), con esmerada pulcritud en su puesta escénica, Trier brinda una buena comedia dramática cuya única objeción radica en su narración demasiado alargada. De todos modos el film se valoriza por el buen retrato efectuado de su protagonista que se manifiesta en la excelente composición que Reinsve logra de Julie transmitiendo las contradicciones permanentes que de ella emergen en su búsqueda de emancipación femenina a pesar de que nadie la retiene; su actuación fue distinguida en el pasado Festival de Cannes obteniendo el premio a la mejor actriz, como asimismo en la misma categoría ha sido una de las cinco intérpretes nominadas para optar al Oscar de este año. El elenco que la secunda es ampliamente satisfactorio donde además de Danielsen Lie y Nordrum, en papeles de apoyo se destacan Vidar Sandem, Hans Olav Brenner, Maria Grazia Di Meo y Silje Storstein. En otros aspectos, cabe destacar la fotografía de Kasper Tuxen acertadamente captando los variados estados anímicos de Julie.
PERDRE MARIO. Canadá, 2021. Un film escrito, dirigido y editado por Carl Leblanc. 85 minutos
El tema tabú como lo es el suicidio es abordado por el realizador Carl Leblanc en Perdre Mario, un documental que constituye un homenaje a quien fuera Mario, su gran amigo de larga data.
El 22 de mayo de 2015 en Drumondville, provincia de Quebec, Mario de 62 años de edad se quitó la vida con un disparo de bala en su cabeza. Ese triste acto conmovió a todos aquéllos que lo han conocido como es el caso de Leblanc con quien había compartido la gran pasión de la literatura, además de que Mario había sido su testigo de bodas y el padrino de su hija. Es así que un año después del suicidio, su hermano Daniel le hizo llegar al realizador el diario que cotidianamente había sido escrito por Mario ocho meses antes de adoptar la trágica decisión y guardado en su computadora. Es de allí que surge la génesis de este documental.
De ese diario comienza a aflorar una variada gama de sentimientos, surgiendo las dudas sobre lo que motivó su decisión. Así entre las varias hipótesis de las causas concurrentes se encuentran la de sentirse aislado socialmente a pesar de estar siempre bien acompañado, la depresión que estaba
Para concretar el documental, Leblanc ha ofrecido la palabra a su gran amiga Alicia, sus hermanos Daniel y Jean y otros familiares, como además al leal grupo de amigos con los que solía reunirse frecuentemente alrededor de un lago. Cada uno de los mismos, teniendo en común el dolor y la tristeza que los anima, manifiesta diferentes reacciones con respecto a la causa del suicidio.
El diario del suicida constituye para Leblanc un documento fundamental para comprender y sumergirse en el alma de un hombre que siempre se mostró jovial y jubiloso, tal como se manifiesta en algunas de las fotografías expuestas. El documental está realzado con la intercalación de secuencias de animación realizadas por François Fortin.
Aunque la lectura efectuada por Luce Default de extractos del diario -con la voz de Robert Lalonge dando vida a Mario- puede resultar un tanto exhaustiva, Leblanc ha logrado un sobrio documental resaltando de manera hondamente afectuosa y elocuente el inestimable valor de la amistad a través del impacto del suicidio causado en sus queridos amigos.
DEATH ON THE NILE. Gran Bretaña-Estados Unidos, 2020. Un film de Kenneth Branagh
Tras haber incursionado en Murder on the Orient Express (2017) con un resultado poco eficaz Kenneth Branagh vuelve a considerar otra novela de Agatha Christie en Death on the Nile, esta vez con mejor fortuna.
La pregunta formulada es si era necesario una nueva versión cinematográfica de ese libro cuya última adaptación la realizó exitosamente John Guillermin (1978); la misma contaba con un elenco de lujo que incluyó entre otros nombres a Bette Davis, Mia Farrow, Angela Lansbury, David Niven, Maggie Smith y en especial Peter Ustinov dando vida al célebre detective Hércules Poirot. La presente remake puede justificarse en la medida que el director deseó brindarle un toque moderno a la historia original efectuando algunos cambios; es así que introduce un prólogo ambientado durante la Gran Guerra de 1914 con un epílogo que transcurre dos décadas después, ambos vinculados con la vida personal de Poirot y la explicación de su pintoresco bigote.
El realizador se vale del guión de Michael Green en donde además de incluir a numerosos personajes secundarios, centra su atención en Poirot (Branagh) y en un triángulo romántico; el mismo está conformado por la rica heredera londinense Linnet Ridgeway (Gal Gadot), el joven seductor Simon Doyle (Armie Hammer) con quien acaba de contraer enlace y por Jacqueline de Bellefort (Emma Mackey), la ex novia de Simon que jura vengarse de ambos por haber sido traicionada. El nudo dramático del relato se produce cuando los recién casados invitan a un grupo de amigos a efectuar un crucero a lo largo del Nilo y en ese suntuoso navío se entromete Jacqueline; al poco tiempo una persona resulta asesinada y es allí que Poirot, también pasajero del crucero, utilizará su brillante olfato y perspicacia para descubrir quién es el o la criminal, en el que no faltan algunos sospechosos que tendrían sus motivos para eliminar a la víctima.
Narrada en forma demasiado esquemática y con una resolución demasiado precipitada, la película se destaca fundamentalmente por su esmerada elegancia; la misma se evidencia en los excelentes diseños de producción como así también reflejando la belleza de los escenarios naturales de Egipto con vistas de las remarcables pirámides, que han sido reproducidos en los estudios de filmación mediante la tecnología digital.
Branagh ofrece una buena caracterización del egocentrista detective y del resto del elenco de apoyo integrado entre otros por Tom Bateman, Annette Bening, Russell Brand, Ali Fazal y Jennifer Saunders, quien más se distingue es Sophie Okonedo animando a una guitarrista y cantante de blues y jazz
A través de algunos giros tendientes a generar tensión con algunas situaciones inverosímiles, esta versión interesará especialmente a los que desconozcan la novela o no hayan visto algunos de los filmes precedentes; para los demás es un pasatiempo que se deja ver pero en esencia prontamente olvidable. En la apreciable filmografía de Branagh, este trabajo no pasará a la historia, pero en cambio queda compensada con Belfast, su último remarcable opus que ha obtenido varias nominaciones en los Oscar de este año.
Comments (0)