El país bajo estado de excepción
El país bajo estado de excepción
Parlamento avala medida por accionar sangriento de pandillas
El Parlamento de El Salvador aprobó el estado de excepción en el país a raíz del virulento accionar de delincuentes, que ayer provocó la muerte de 62 personas en enfrentamientos entre bandas, anunció el presidente de la Asamblea Legislativa.
El decreto, aprobado por amplia mayoría, proclama “un régimen de emergencia en todo el territorio nacional por perturbaciones graves del orden público por parte de grupos delictivos”.
La propuesta fue aprobada con los votos a favor de 67 de los 84 diputados del hemiciclo. Cuatro diputados se abstuvieron y 13 estuvieron ausentes, según datos de la prensa local.
La decisión sigue a los 62 asesinatos registrados ayer en el país vinculados a ajustes de cuentas entre bandas rivales, que habían llevado al presidente Nayib Bukele a pedir a los parlamentarios que proclamaran el estado de emergencia.
En las últimas horas, la Policía y el Ejército han detenido a numerosos cabecillas de la pandilla de la Mara Salvatrucha (MS-13), presuntamente ligados con esa matanza.
Entre otras medidas, el estado de excepción limita las reuniones y permite las detenciones sin orden judicial. Asimismo, restringe derechos y garantías individuales, como la libre reunión, la inviolabilidad de la correspondencia y comunicaciones.
Durante 30 días, el Gobierno de Bukele queda capacitado no solo para suspender ciertas libertades y garantías sino para desplegar a militares y policías en las calles.
La declaración fue criticada por la oposición, que tacha el régimen de excepción como “antidemocrático” y como “una violación de los derechos humanos”.
“No retrocederemos en esta guerra contra pandillas, no vamos a descansar hasta capturar y llevar ante la justicia a los criminales responsables de estos hechos”, expresó el presidente.
La Constitución salvadoreña establece el régimen de excepción, por el que se suspenden algunas garantías establecidas, se puede aplicar “en casos de guerra, invasión del territorio, rebelión, sedición, catástrofe, epidemia u otra calamidad general, o de graves perturbaciones del orden público”.
En noviembre pasado, El Salvador sufrió otro repunte de homicidios, que en tres días cobró la vida de unas 45 personas.
Las pandillas Mara Salvatrucha y Barrio 18, entre otras, tienen unos 70.000 miembros en El Salvador, más de 17.000 de ellos encarcelados, según las autoridades, y operan a través de homicidios, extorsiones, narcotráfico y otras actividades ilegales.
El Salvador cerró 2021 con 1.140 homicidios, un promedio de 18 muertes por cada 100.000 habitantes, menos de los 1.341 registrados en 2020 y la cifra más baja desde el fin de la guerra civil en 1992, según datos oficiales.
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