El Salvador: Bukele adquiere poder total, tras días violentos
El Salvador: Bukele adquiere poder total, tras días violentos
Aunque desde hace varios meses el presidente de El Salvador, Nayib Bukele ejerce mandato con mano dura, desde este fin de semana pidió al legislativo poderes extraordinarios. FOTO GETTY
– En un solo día El Salvador tuvo 69 asesinatos por cuenta de los enfrentamientos entre pandillas. Se resquebrajó pacto de paz.
En dos días El Salvador se convirtió en una marea de sangre. El pacto entre pandillas barriales se vino abajo y mostraron los dientes. El viernes 25 de marzo hubo 14 asesinatos, el sábado 24 la cifra subió a 62.
El polémico presidente Nayib Bukele declaró un régimen de excepción y le pidió a los policías y soldados que hicieran “su trabajo”, en lo que parece una orden de disparar a muerte, pues advirtió a los jueces que no impidieran el operativo. Se trata de la jornada más violenta del país centroamericano en los últimos veinte años.
La caída de una manifiesta alianza entre las bandas criminales de El Salvador le ha dado la excusa a Bukele para llenar las calles de militares, una idea que siempre le ha rondado en su sueño de tener plenos poderes en el Estado, pasando por un lado del legislativo y el judicial. Con el ascenso de asesinatos publicó en su cuenta de Twitter órdenes a las fuerzas militares y pidió el poder total; minutos después algunos comandantes los respaldaron con mensajes como “nos soltaron la correa”.
Finalmente, la medida fue aprobada ayer por 67 diputados —en total son 84— durante una sesión plenaria extraordinaria y fue firmada posteriormente por Bukele, quien para darle oficialidad a todo el trámite finalmente lo publicó en el Diario Oficial.
¿Qué avalaron los diputados? Restringir la entrada y salida del país, la suspensión de la libertad de asociación, derecho de defensa e inviolabilidad de la correspondencia; también la prohibición de la intervención de las telecomunicaciones sin autorización judicial —se pueden chuzar las comunicaciones— y se amplió el plazo de detención administrativa a 15 días, cuando normalmente es de 72 horas.
Varios medios han apuntado que el estado de excepción es solo un trámite, pues Bukele gobierna casi totalmente desde hace varios años; se ha recordado aquella vez en que arribó al parlamento con un grupo bien nutrido de militares. Además, su cuadro de gobierno es fuerte en el legislativo: lo apoyan unos 64 corporados. Esto sin contar con su narrativa de salvador de iglesia cristiana, que es harto apoyada en un país con una inmensa población protestante.
Quiénes tienen con la cabeza de vuelta a El Salvador son las MS13, La 18 y 18-R, que congregan más de 70.000 personas —un ejército que ni siquiera tuvieron las Farc en Colombia—. Según publicó el diario español El País, Bukele mantenía un pacto secreto con los armados que le permitió reducir hasta niveles nunca vistos la violencia en El Salvador. “El acuerdo concedía privilegios carcelarios y frenar la extradición de los líderes, entre otros beneficios, a cambio de terminar con los homicidios.
El pacto, negado por Bukele, pero revelado por el periódico El Faro y confirmado por Estados Unidos, le ha permitido hasta ahora gobernar con altas tasas de popularidad gracias, entre otras cosas, a la seguridad lograda en las calles”.
Esta subida en los homicidios es una bofetada al plan de Bukele, pues deja entrever que la paz está ordenada por la criminalidad y no por el supuesto control de las autoridades. Marzo ha sido sangriento en El Salvador con 148 asesinatos, pues en relación con febrero la tendencia creció casi un 100 por ciento.
Mientras el país está encendido, Bukele ha mantenido su batalla en las redes sociales. Entre mensajes que retuitea y que señalan que supuestamente le quieren dar un golpe de Estado, también dijo: “Servicios religiosos, eventos deportivos, comercio, estudios, etc., pueden seguirse realizando normalmente. A menos que usted sea pandillero o las autoridades lo consideren sospechoso. Sin embargo, sí habrá algunos cierres focalizados y temporales en algunas zonas”.
Además, decidió atacar frontalmente las conexiones de los pandilleros en las cárceles, aún pasando por encima de los derechos humanos, conminando al director de Centros Penales vía Twitter a que “decrete nuevamente emergencia máxima en todos los penales de seguridad y máxima seguridad, todas las celdas cerradas 24/7, nadie sale ni al patio. Mensaje para las pandillas: por sus acciones, ahora sus ‘homeboys’ no podrán ver ni un rayo de sol”.
El Salvador enfrenta una nueva oleada de violencia, las pandillas han salido de nuevo al ataque por el control territorial y el microtráfico, mientras tanto Bukele vive sus horas de poder pleno.
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