Colombia: La violencia marca la campaña presidencial
Colombia: La violencia marca la campaña presidencial
La violencia marca la campaña presidencial
– Las redes sociales se han convertido en trincheras de odio
BOGOTA 25 MAY O- La violencia volvió a ser protagonista de la contienda electoral, esta vez con agravios entre los candidatos, desde las redes sociales usadas como trincheras para la burla y la anulación del otro y mediante acciones intimidatorias a la prensa y líderes sociales.
En un informe de principios de este mes, la Misión de Observación Electoral (MOE), aseguró que durante este año electoral “las agresiones contra los distintos liderazgos aumentaron en un 109%” en comparación con los comicios de 2018.
Alejandra Barrios, directora de la MOE, explicó que el incremento de la violencia contra los líderes hace parte de “un contexto de reconfiguración del conflicto”, en el marco del reacomodo de distintos grupos armados ilegales que han aprovechado el “vacío” dejado por las extintas FARC y ante la “incapacidad” estatal de “ocupar los territorios”.
Pero la violencia no ha sido solo contra quienes ejercen liderazgo social en las regiones, incluso contra los políticos locales, también ha caído pesadamente en la prensa.
Según la Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP), en lo que va de este año las intimidaciones a los medios y a los reporteros han aumentado en un 59%, en comparación con 2018.
“Durante el 1 de enero y el 20 de mayo del 2022, la FLIP registró que 97 medios y periodistas fueron amenazados. Es decir que una o un reportero ha sido amenazado cada día y medio. En este mismo periodo en 2018, las últimas elecciones presidenciales, la FLIP registró 61 víctimas de amenazas”, dijo la FLIP en un informe divulgado este martes.
Explicó que las intimidaciones a la prensa apuntan a silenciar sus investigaciones o a eliminar contenidos, incluso algunos grupos armados ilegales exigen que medios de prensa regionales publiquen sus amenazas.
La organización que divulga agresiones a la prensa reveló que en los primeros cinco meses de este año seis periodistas han tenido que exiliarse debido a la gravedad de las amenazas.
Pero la violencia también ha estado presente en las candidaturas, a través de señalamientos, acusaciones y frases despojadas de empatía hacia el otro.
Semanas atrás, el Consejo Nacional de Paz, Reconciliación y Convivencia invitó a los candidatos presidenciales a suscribir el “Pacto por una Campaña Política Pacífica, incluyente y sin discriminación”, ante el nivel de confrontación verbal.
“Por medio de esta iniciativa, invitamos al rechazo ?del ?lenguaje ofensivo, racista y agresivo que promueva cualquier forma de discriminación, exclusión y persecución para que la campaña presidencial pueda ser un espacio de inclusión y de representación de la población colombiana en su diversidad”, precisó el Consejo.
Las frases hirientes han estado a la vista de todos. Uno de los hechos más repudiables en ese escenario de odio han sido las descalificaciones de tono racista de una cantante local llamada Marbelle, quien la ha emprendido en sus redes sociales contra Francia Márquez, la fórmula vicepresidencial del izquierdista Gustavo Petro, favorito según las encuestas.
La cantante, de abierta tendencia derechista, suele referirse a Márquez, quien es afrodescendiente, como “King Kong” y llama a Petro, un exguerrillero amnistiado, “Cacas”.
En respuesta, la candidata presidencial le ha enviado abrazos y le ha manifestado su admiración a la artista, quien sin cortapisas y en las mismas redes sociales ha rechazado esas manifestaciones, ahondando en su lenguaje de odio y discriminación.
Mario Morales, analista de medios de prensa y académico de la Universidad Javeriana de Bogotá, explicó a ANSA que “buena parte de la violencia simbólica que hoy tiene la palabra mediatizada y la palabra digitalizada es una violencia de origen gratuito y emocional fundamentado en carencias y prejuicios”.
El experto sostuvo que en las redes sociales suele usarse “un lenguaje violento” para “ser contundente y aplastante”, lejos de lo “argumental” y basado en lo “emocional”.
“Se volvió estilo, particularmente digital, ganar las discusiones esencialmente a través de la cultura de la cancelación y la humillación, sin diálogo, y la mayoría lo celebra de manera amplia”, argumentó Morales en diálogo con ANSA, al advertir que “la política y los políticos han logrado insuflar esta carga emocional de odio”.
Hace poco, la gloria del ciclismo colombiano Egan Bernal, el único latinoamericano ganador del Tour de Francia, reveló en Twitter que era partidario del candidato derechista Federico Gutiérrez, tras lo cual se armó un revuelo de defensores de su manifestación y contradictores que lo vituperaron y ofendieron hasta el cansancio, en una evidencia del nivel de polarización en el que se encuentra inmerso el país.
Para Morales, hace falta educación para que los ciudadanos se alfabeticen en el manejo de la “palabra mediatizada y digitalizada”, porque es obvio que el papel que antes ocupaba la prensa de ser “la voz de quienes no tienen voz” se perdió y ahora la gente “tienen voz, pero todavía no saben cómo utilizarla”.
El académico aseguró que salvo los sujetos con “opiniones frágiles”, las “corrientes” que circulan en las redes sociales, avivadas por Trolls y bodegas pagas, no suelen influir en los votantes, pero sí contribuyen al clima de violencia y agresión.
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