Dubai, el lujoso edén para quienes trafican la cocaína
Dubai, el lujoso edén para quienes trafican la cocaína
Dubai, según analistas, le está compitiendo a la llamada Ruta del Sol (costa mediterránea de España) como central de operaciones del narcotráfico en Europa, África y Medio Oriente. FOTO CORTESÍA
– Los narcos usan al emirato para coordinar sus operaciones.
Dubai, el edén de los rascacielos, los petrodólares y los lujos que desafían la imaginación, se está convirtiendo en el paraíso de la cocaína colombiana y la puerta de entrada de este veneno a los mercados del norte de África, Medio Oriente, Asia Central y Europa.
A esta conclusión están llegando las principales agencias de seguridad del mundo, pues cada vez que incautan algún cargamento importante del alcaloide en las rutas que salen de Suramérica hacia el Mediterráneo, aquel asombroso destino de Emiratos Árabes Unidos aparece involucrado.
Para citar un caso reciente, el pasado 5 de mayo fue desmantelada una organización transnacional que exportó al Viejo Continente 2.5 toneladas de cocaína desde el puerto colombiano de Buenaventura. La sustancia iba impregnada en un cargamento de azúcar y panela orgánica en polvo.
En la llamada “Operación Sugar” capturaron a 18 personas: diez franceses, siete colombianos y un francoárabe que dirigía la red desde Dubai.
¿Pero cómo fue que este emirato se convirtió en una central global de la cocaína?
Redes transnacionales
En las últimas dos décadas los emiratíes se concentraron en crear un territorio que sedujera a los multimillonarios e inversionistas extranjeros. Negocios de propiedad raíz, tecnología, telecomunicaciones, construcción, turismo e intercambio de divisas crecieron en poco tiempo, atrayendo también a los narcos y sus redes de lavado de activos.
En Dubai tienen la fachada perfecta para posar como turistas o inversionistas, y camuflar sus capitales sucios en un sistema financiero legal que está interconectado con las principales economías del planeta.
Los hoteles y restaurantes de lujo en pleno desierto son el escenario para cumbres de mafiosos, en las que se pactan los embarques de la droga.
Estas organizaciones contratan a personas de múltiples nacionalidades, según sus conocimientos de la cadena del narcotráfico, y les asignan funciones que van desde el procesamiento del alcaloide hasta el transporte, distribución, seguridad y blanqueo de las ganancias. En la estructura están incluidas las oficinas de sicarios y las tramas de funcionarios corruptos que facilitan la operación clandestina.
María Vélez de Berliner, asesora del Pentágono en EE.UU. y profesora de George Washington University, le comentó que en Dubai “estos grupos tienen conexiones de alto nivel que cobran una tarifa por su protección, a menudo el 40% del precio final total del envío. Si el envío es confiscado, el traficante pierde el dinero, pero al protector siempre se le paga pase lo que pase”.
Las agencias de seguridad de EE.UU. y Europa descubrieron que los narcos de Dubai invierten en empresas de telecomunicaciones y startups de tecnología para encubrir sus coordinaciones a distancia.
En 2018 el FBI y la DEA capturaron al presidente y a otros cuatro ejecutivos de la firma Phantom Secure, con sede principal en Canadá y sucursal en Dubai. Esta compañía ofrecía a sus clientes –de dudosa reputación– dispositivos móviles con encriptación de grado militar para chats y datos, cuya información era indetectable y se podía autodestruir a distancia.
Según la investigación, los aparatos fueron usados para coordinar el tráfico de miles de toneladas de cocaína. La empresa ya no existe.
Entre marzo de 2021 y febrero de 2022, Europol detectó una dinámica similar con Sky ECC, otra compañía de telecomunicaciones con sedes en Canadá y Dubai, que ofrecía servicios de mensajería y telefonía encriptada, los cuales fueron usados en operaciones de narcotráfico.
Por estar involucradas en esa conspiración fueron arrestadas 30 personas en Brasil, España, Bélgica, Países Bajos y Paraguay. En esta operación participó la oficina del fiscal antimafia Marcelo Pecci, asesinado el pasado 10 de mayo en la isla Barú, en Colombia.
Conexiones con Colombia
Entre la lista de narcos y carteles que manejan sus negocios desde Dubai hay varios especializados en comercializar la cocaína colombiana.
Uno de ellos es el Clan Kinahan, de Irlanda. Según el Programa de Recompensas contra el Crimen Organizado Transnacional del Departamento de Estado de EE.UU., sus líderes, los hermanos Daniel y Christopher Jr. Kinahan, coordinan las operaciones desde el emirato.
Entre sus socios en Colombia está la organización criminal “la Oficina”, con la que han tenido una relación de amores y odios. En 2017 los irlandeses enviaron a Medellín a un delegado, Joseph “Packie” Moore, para que diera la cara por un cargamento de cocaína que la Policía decomisó en España.
El extranjero fue asesinado y su cadáver arrojado a una cañada en Caldas, Antioquia.
Por la captura de los hermanos Kinahan el gobierno de EE.UU. ofrece 5 millones de dólares de recompensa.
Otra organización que trabaja desde Dubai con los colombianos es el Grupo Thagi, una banda conformada por neerlandeses y marroquíes, que delinque en sociedad con el Clan del Golfo.
Uno de sus representantes, Said Razzouki, fue capturado en el municipio de Sabaneta en 2020, cuando vino a reunirse con los aliados del Clan.
Un tercer grupo detectado es Kompania Bello, originario de Albania y descrito por Europol como “una de las organizaciones más activas en el tráfico de cocaína a Europa”. Es cliente del Clan del Golfo y las disidencias de las Farc, que le proveen la mercancía.
Los colombianos también están estableciendo sus células en el emirato. El nuevo jefe del Clan del Golfo, Jobanis Ávila (“Chiquito Malo”), envió hace meses a “Burguer King”, un narco que lo representa en las reuniones con otras mafias. La Policía aún no obtiene su identificación.
La llamada Junta Directiva del Narcotráfico maneja un entramado que pasa por Bogotá, los Llanos Orientales, Venezuela y Dubai. Uno de sus presuntos líderes, Julio Lozano Pirateque (“Patricia”), tiene un permiso de residencia en Dubai, donde aparece registrado como gerente general de la compañía Global Loz Eight Group, de acuerdo con una investigación de la Dirección Antinarcóticos.
Según Vélez de Berliner, “aquellos que han sido detectados por la policía local o las de Francia, Italia y Colombia, fueron delatados por carteles de la competencia y altos mandos en las instituciones de Dubai”.
Aparentemente todos conviven en relativa armonía, porque los índices delictivos de Dubai son bajos. Sin embargo, cuando hay tantos peces gordos en el estanque, los conflictos son inevitables.
Comments (0)