TRIANGLE OF SADNESS. Suecia-Francia-Gran Bretaña-Alemania, 2022. Un film escrito y dirigido por Ruben Ostlund. 149 minutos
TRIANGLE OF SADNESS. Suecia-Francia-Gran Bretaña-Alemania, 2022. Un film escrito y dirigido por Ruben Ostlund. 149 minutos
Charibi Dean y Harris Dickinson en TRIANGLE OF SADNESS
Por Jorge Gutman
Habiendo obtenido en 2017 la Palma de Oro por The Square, nuevamente Ruben Ostlund ha logrado con Triangle of Sadness la máxima distinción en el Festival de Cannes. Lo cierto es que considerando otros filmes de muy superior calidad presentados en la competencia oficial resulta extraño que esta misantrópica sátira social haya logrado apasionar al jurado presidido por Vincent Lindon.
Ciertamente Ostlund es un talentoso realizador pero en esta primera película rodada en inglés en la que desea exponer los síntomas maliciosos del sistema capitalista, su propósito no alcanza a fructificar debido fundamentalmente a un guión que a toda costa trata de brindar un humor negro que solamente se manifiesta en escasos momentos.
El realizador estructura su relato en tres partes. Después de un breve prólogo, en el que se muestra a Carl (Harris Dickinson) y a otros jóvenes con su torso desnudo en una audición para actuar como maniquíes en un desfile de modas, comienza el primer episodio (Carl y Yaya). En el mismo se observa a Carl con su novia Yaya (Charibi Dean) que también es modelo, en un suntuoso restaurante, en el que él se irrita porque ella que está en mejor situación económica no paga la adición como habían convenido; durante casi 20 minutos se mantiene la anodina discusión sin que nada especial acontezca.
Sin progresión dramática alguna, se asiste al segundo segmento (El yate), que transcurre en un crucero de lujo en el que Carl y Yaya han sido invitados y en donde los celos de él crean tensión en la pareja. De inmediato queda reflejado el contraste ente el mundo de los millonarios pasajeros sujetos al placer de disfrutar de ese viaje con el del personal empleado menos afortunado que pertenece a una clase social inferior y que debe tolerar los abusos de poder de los privilegiados. Entre algunos de los potentados huéspedes se encuentran un gentil matrimonio británico (Oliver Ford Davies y Amanda Walker) y Dimitry (Zlatko Buric), un poderoso oligarca ruso que amasó su fortuna en el negocio de los fertilizantes y que viaja con su mujer (Sunnyi Melles) y su amante (Carolina Gynning). Prontamente el crucero afronta un grave peligro al desencadenarse una poderosa tormenta marítima; es así que varios de los pasajeros comienzan a revolcarse en el suelo y en los baños vomitando y afectados de diarreas, generando escenas escatológicas de dudoso gusto. A pesar de la dramática situación imperante eso no impide a que Dimitry mantenga una prolongada conversación de tinte político con Thomas (Woody Harrelson), el borracho capitán del barco quien se considera un ferviente marxista.
El tercer capítulo (La isla), excesivamente largo, se desarrolla en una desértica isla donde llegan algunos de los sobrevivientes del naufragio, incluyendo entre los mismos a Carl, Yaya y Dimitry. Es allí donde el orden jerárquico es revertido al ser Abigail (Dolly De Leon), la limpiadora de los baños del yate, quien ahora asume el liderazgo impartiendo instrucciones y suministrando la alimentación a los náufragos.
En su crítica a las injusticias que conlleva el exceso del capitalismo, Ostlund no agrega algo diferente de lo que el cine ya ha considerado en numerosas oportunidades con mejor suerte. Aunque bien filmado y encuadrado, lo cierto es que la impiedad del realizador hacia los que ostentan el poder del dinero no cunde como debiera, dando como resultado un film desigual, a pesar de la Palma de Oro obtenida.
TOGO. Uruguay, 2022. Un film escrito y dirigido por Israel Adrián Caetano. 95 minutos. Disponible en Netflix
En su primera película realizada íntegramente en Uruguay, el director uruguayo Israel Adrián Caetano aborda un western urbano de connotación social.
El director que tantos buenos trabajos ofreciera desde su remarcable debut con Pizza, Birra, Faso (1998) con la colaboración de Bruno Stagnaro y prosiguiendo con otros títulos importantes como Bolivia (1999), Un Oso Rojo (2002) y El Otro Hermano (2017), aquí se adentra en un particular universo a través de la vida de su principal personaje.
Togo (Diego Alonso) es un hombre avejentado que había sido boxeador y que rengueando por un accidente automovilístico sufrido ahora no tiene un domicilio fijo y se desempeña como cuidacoches en una cuadra de la capital uruguaya. Muy respetado por los vecinos del lugar, este individuo tosco pero de noble corazón tiene una única hija que está internada en un centro de rehabilitación para adictos. El relato cobra aliento con la llegada de Mercedes (Catalina Arrillaga), una joven perteneciente a una alta clase social pero que manteniendo una pobre relación con sus padres prefiere dejar su hogar y vivir en la calle asistiendo a Togo en su trabajo. A su vez la trama se espesa cuando unos matones vendedores de drogas quieren apoderarse del sector en el que Togo trabaja generando un crucial enfrentamiento; como consecuencia de ello a fin de defenderse de los mafiosos que lo acosan, Togo utiliza su bastón y sus puños como arma para derrotarlos.
Apelando a una clásica narración, el argumento no logra toda la coherencia posible en lo que concierne a la relación del protagonista con su hija como así tampoco como padre adoptivo de Mercedes. No obstante, es efectiva la tensión generada en el medio en que se desarrolla el relato y en especial llega a resaltar la humanidad que destila Togo a través de la maravillosa caracterización de Diego Alonso. Además de Alonso y Arrillaga, el reparto queda integrado con Néstor ‘Tito’ Prieto, Luis Alberto Acosta, Marcos Da Costa, JoelAlva13, José Pagano, Federico Morosini y Sabrina Valiente.
En conclusión, aunque se trate de un trabajo menor de Caetano, su eficiente puesta escénica permite que su relato se siga con interés.
NOVEMBRE. Francia, 2022. Un film de Cédric Jimenez 105 minutos
El realizador Cédric Jimenez considera las consecuencias del trágico 13 de noviembre de 2015, fecha en el que se produjo el tremendo ataque terrorista en la sala de espectáculos Bataclan de París, dejando el triste saldo de 131 muertos, 494 heridos además de numerosas víctimas. En su tratamiento, el cineasta no reproduce la tragedia sino que enfoca la cacería humana realizada durante los cinco días posteriores a fin de localizar a los yihadistas responsables.
Al comenzar el relato basado en el guión de Jimenez y Olivier Demangel, se observa al agente parisino Fred (Jean Dujardin) quien diez meses antes de la tragedia, se encuentra en Atenas, persiguiendo a un sospechoso terrorista. De inmediato, la acción se traslada a París en donde Fred y Héloise (Sandrine Kiberlain), encabezan la brigada antiterrorista con la activa participación de Marco (Jérémie Renier) e Ines (Anaïs Demoustier) volcando sus esfuerzos para dar con los asesinos.
Jimenez personalmente involucrado en el tema recrea muy bien toda la tensión que se va generando entre el 14 y 18 de noviembre por parte de cada miembro del equipo; así interrogando a un buen número de sospechosos esa búsqueda motiva a que no solamente se efectúe en París sino también en Marruecos y Bélgica.
De algún modo, es muy fácil que el espectador recuerde el film Zero Dark Thirty (2012) de la realizadora Kathryn Bigelow dramatizando ejemplarmente la caza de Osama bin Laden; en este caso, con características distintivas, Jimenez hace lo propio y en la investigación realizada se vale igualmente de las pistas que suelen suministrar los denominados informantes. En tal sentido es Ines quien siendo una de las personas del grupo que incansablemente persiste en que la investigación llegue a fructificar, contacta a Samia Khelouf (Lyna Khoudri), una chica musulmana que denuncia a Hasna (Sarah Afchain), su compañera de cuarto que ha estado vinculada con los terroristas. Para lograr su propósito Ines está forzada a mentir a Samia a fin de obtener la información necesaria; sin sospechar que en el desarrollo de los acontecimientos eso convertirá a la informante en una trágica heroína, lo que habrá de repercutir emocionalmente en la investigadora.
Con un ritmo ágil impreso por el realizador y apoyado por un preciso guión nutrido de muy buenos diálogos, este histórico drama adquiere asombrosa verosimilitud. Dentro de un clima de logrado suspenso, el film llega a su climax en su tramo final con la violencia desatada por la autoridad policial al haber logrado arrinconar en el suburbio de Seine-Saint Denis a dos de los terroristas. Aunque la descripción de los principales personajes integrantes del comando no indaga mayormente sobre sus vidas privadas, al margen de su actividad policial, eso no invalida calidad de este film muy bien caracterizado por su calificado homogéneo elenco.
En los créditos finales además de reflejar el número de víctimas ya mencionados se informa que la completa investigación duró más de 5 años realizadas a través de cuatro continentes y 25 países, y en donde más de 1000 indagadores estuvieron involucrados.
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