Arabia Saudita dio el primer golpe
Arabia Saudita dio el primer golpe
Imprevista derrota de Argentina en el estreno
– ¿Y ahora qué?, se preguntan los fanáticos de Argentina tras un estreno mundialista que paso de ser un sueño a una pesadilla tras la imprevista derrota por 2-1 frente a Arabia Saudita, autora del primer gran golpe en el Mundial de Qatar.
DOHA, 22 NOV -Un duro golpe también para la “albiceleste” de Lionel Scaloni, que resignó un invicto de 36 partidos en el momento menos pensado (quedó a uno del récord de Italia) y que llegaba como una de las grandes favoritas al título.
“Los grandes favoritos normalmente no ganan los Mundiales”, advertía el propio Scaloni en la previa del debut ante el rival que, en los papeles al menos, se anunciaba como el más accesible del Grupo C que completan México y Polonia.
Nadie podía prever esta derrota de Argentina, menos aún cuando el capitán y goleador Lionel Messi celebraba su nonagésimo segundo gol con la casaca “albiceleste” y el séptimo en una Copa del Mundo.
Messi, que había generado la primera llegada de riesgo apenas el esloveno Slavko Vincic pitó el inicio del partido en el estadio de Lusail colmado por unos 80 mil aficionados, abrió la cuenta de penal cuando se jugaban 10 minutos.
Fue tras una falta que el juez del partido sancionó tras revisar la jugada en el VAR por un agarrón en el área que Leandro Paredes exageró y que el astro trocó por gol con un remate suave desde los 12 pasos después de que el arquero Mohammed Al-Owais se arrojase sobre el poste opuesto.
Gol, festejo y presagio de una cómoda victoria para una Argentina que sin prisa, pero sin pausa siguió buscando el arco rival con pases profundos que intentaron sorprender a la última línea de Arabia Saudita en sus intentos por achicar los espacios.
Por esa vía, Messi convirtió el segundo gol de la tarde, pero el sistema semiautomático que hizo su estreno en esta Copa invalidó la conquista por una posición adelantada milimétrica.
Lo mismo sucedería después con los que ya festejaba Lautaro Martínez, que llegaron por la misma vía repitiendo la fórmula a la que sólo le faltó un segundo de velocidad en el último pase para evitar el fuera de juego.
La ventaja mínima en un partido en el que Argentina manejó el trámite en el primer capítulo, con Angel Di María por derecha y Alejandro “Papu” Gómez por izquierda para acompañar a Messi y a Martínez en ataque, no ofrecía demasiadas garantías a pesar de que Arabia Saudita había llegado apenas una vez sobre la valla de Emiliano Martínez con un remate que se desvió en el camino y que no llevó complicaciónes para el arquero.
Pero todo pareció cambiar en el inicio del complemento, cuando el equipo entrenado por el francés Hervé Renard aprovechó una ráfaga de lucidez y dio vuelta el marcador en apenas cinco minutos.
Una pelota perdida por Messi en el mediocampo derivó en Saleh Al-Shehri, quien tras fallar la dupla de centrales integrada por Nicolás Otamendi y por Cristian Romero en el cierre, sometió a Martínez con un remate cruzado y rasante que ingreso junto al poste opuesto a los 48′.
No salía de su asombro el público argentino, como tampoco el saudí, cuando Salem Al-Dawsari enmudeció a los 53′ a los miles de fanáticos “albicelestes” presentes en el estadio y seguramente también a los que observaron el partido por televisión, al convertir un verdadero golazo tras desairar a sus marcadores y sacar un remate a colocar que Martínez apenas alcanzó a desviar con la punta de los dedos antes de que la pelota se clavase en el ángulo superior.
La sorpresa se convirtió en nerviosismo para el equipo argentino y también para Scaloni, que ensayó tres variantes simultáneas reemplazando a Romero, a Paredes (que llegaban tocados por lesiones de las que se recuperaron a último momento) y a Gómez, por Lisandro Martínez, Enzo Fernández y Julián Alvarez, respectivamente, a los 59′.
Cambios a los que luego se sumaría Marcos Acuña, quien había jugado en la goleada ante Emiratos Arabes Unidos en el último amistoso de preparación tras recuperarse de una dolencia e a los 71′ ingresó por Nicolás Tagliafico, que había tenido una chance clara frente al arquero Al-Owais, pero se llevó el balón por delante luego de un centro desde el lateral opuesto.
Acuña intentó darle más profundidas a las proyecciones por izquierda de Argentina, sector en el que se ubicó el juvenil Alvarez para intentar abrir la sólida defensa saudí, que bien plantada casi no pasó sobresaltos.
Y fue porque la “Scaloneta” no supo cómo romper el cerco a pesar de sumar gente en ataque y porque el fastidio de una Argentina golpeada le restó claridad incluso a Messi, como quedó reflejado en un avance en el que -con el arquero lejos de su valla- intentó avanzar entre varios rivales y terminó perdiendo el balón en una chance clara, antes de conectar también un cabezazo en el área que no llevó complicaciones para el portero saudí.
Tampoco acertó el capitán en los tiros libres, uno de sus fuertes, y el empuje de Di María y las ganas de Martínez por marcar su primer gol en un Mundial tras los dos que le anularon, no bastaron para torcer la historia.
Ni el tiro del final le salió a Argentina, que tendría su última chance al menos para empatarlo con un cabezazo de Alvarez cuando ya se jugaban los últimos minutos adicionados y los nervios le ganaban la partida a las ideas ante un rival que sin ruborizarse intentaba ganar tiempo cada vez que tenía una oportunidad para desesperación de Scaloni y sus dirigidos.
Argentina quedó en deuda en el debut frente a una Arabia Saudita que según su propio entrenador llegaba a este Mundial sin chances de avanzar a los octavos de final y que, al menos hoy, alimentó sus ilusiones y complicó a uno de los grandes favoritos.
Una derrota que sorprende y duele, como aquella sufrida en Milán en el arranque de Italia 90, al que Argentina llegaba como campeona del mundo con Diego Maradona como estandarte, frente a Camerún.
“Si quedamos eliminados en primera ronda, prefiero que se caiga el avión cuando volvemos”, decía por entonces el técnico Carlos Bilardo, aunque la “albiceleste” terminaría avanzando, gracias a las atajadas de Sergio Goycochea en las definiciones por penales, hasta la final que disputó y perdió frente a Alemania, que vengó así la derrota en la definición en México 86 (y repetiría en Brasil 2014, ya con Messi en el combinado argentino).
“Ahora tenemos que ganar las dos finales que nos quedan por delante”, resumió Lautaro Martínez como para responder la pregunta del principio y palpitando el próximo duelo con México que será vital para las aspiraciones de una Argentina que no sufría una derrota desde aquella con Brasil en la semifinal de la Copa América de 2019.
Sexta derrota en un estreno mundialista para la “albiceleste”, que en sus restantes presentaciones había ganado en once ocasiones y empatado en la restante (con Islandia en el pasado Mundial de Rusia 2018), y un llamado de atención que confirma que en una Copa del Mundo puede pasar cualquier cosa, como bien advertía Scaloni.
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