CRÓNICAS: Buena Voluntad
CRÓNICAS: Buena Voluntad
Por: Lucía P. de García
Toronto.- El Mundial de Fútbol Qatar 2022 ha terminado. En un partido inolvidable, lleno de suspenso y emoción, Argentina y Francia lucieron calidad futbolística, amor a la camiseta y buena voluntad. Argentina alcanzó con justicia el Campeonato Mundial, lo que nos ha llenado de orgullo y dicha a los latinoamericanos.
En lo personal me satisfizo la participación de Ecuador, que habiendo intervenido en los Mundiales Corea-Japón 2002, Alemania 2006, Brasil 2014, en Qatar 2022 nuestros futbolistas ganaron con un respetuoso 2-0 al dueño de casa, empataron 1-1 con el favorito Holanda, perdieron con honor 2-1 ante Senegal. Gracias queridos jóvenes por habernos unido, alegrado, dado esperanza a los ecuatorianos ante la desinstitucionalización, inseguridad, violencia, delito, crisis médica, migración y más dificultades que enfrentan nuestros compatriotas.
Por su parte, Qatar se ha revelado como muy buen anfitrión. Ha mostrado progreso, vida tranquila, libertad de cultos, respeto, paz que con buena voluntad comparten con sus súbditos los dos últimos soberanos absolutos. Esas ventajas se deben a la riqueza obtenida de la exportación de gas y petróleo y a las ideas renovadoras adquiridas por esta nueva generación durante sus estudios en el exterior, sus viajes, sus experiencias. Claro que nada es perfecto. Siguen pendientes la deuda con los migrantes y en especial con la mujer, que sufre desde siempre duras ataduras, limitaciones, el tutelaje del hombre. Desde 2003 que asumió el trono legado por su padre, el actual emir ha dado mérito a la lucha femenina, por tal motivo alienta, a más del derecho al voto, la incorporación de la mujer al estudio, ciencia, cultura, deporte. En este último ámbito, por primera vez en la historia de un Mundial seis mujeres han actuado como árbitros de los partidos, entre ellas una mexicana y una brasileña, todas vistiendo en la cancha la mudada usual: camiseta de manga corta y short que deja ver las rodillas. El emir ha escuchado los anhelos de las catarís de viajar solas, librarse de la violencia conyugal por medio del divorcio, obtener la custodia legal de sus hijos, heredarles su propia ciudadanía, entre otros temas, y aunque todavía no los resuelve, sabe que para superar éstos y otros males sociales sólo bastan buena voluntad y decisión.
Bajo la aún latente magia del fútbol que alteró horarios, costumbres y permitió adormecer preocupaciones con efectivas dosis de entusiasmo, fraternidad, alborozo, poco a poco emerge la realidad. Duro golpe es encontrarse con la condena al cadalso que las autoridades iraníes han determinado para Amir Nazr-Azadani, futbolista de 26 años que ha participado en las marchas de apoyo a los derechos de las mujeres, suscitadas por la muerte de la joven Mahsa Amini en manos de la Policía, por tan solo haberse acomodado mal el manto que le cubría el cabello. Mi rechazo al asesinato de Mahsa y al destino que le espera a Amir. La FIFA debería condenar enérgicamente semejante castigo y liderar el reclamo internacional por la inmediata libertad del futbolista, no obstante, ha optado por guardar silencio. En contraste, con decisión y buena voluntad, la Federación Internacional de Futbolistas Profesionales (FIFBRO) se ha pronunciado en defensa de la vida de Amir.
Al acercarse la Navidad, aportemos con nuestra buena voluntad para que todas las facetas del quehacer humano y todo lo concerniente a la conservación de la Naturaleza mejoren. El ejemplo nos dieron hace más de dos mil años los pastores que venciendo el frío y lo avanzado de la noche pusieron su buena voluntad para acompañar a los ángeles al portal de Belén para festejar el nacimiento del Hijo de Dios. Al llegar encontraron a José, María, al Niño Jesús, les agasajaron con fruta, leche, miel y todos jubilosos se unieron al coro celestial para entonar “Gloria a Dios en las Alturas y en la Tierra Paz a los Hombres de Buena Voluntad”. Con igual predisposición, los reyes magos Melchor, Gaspar y Baltazar se guiaron por la luz de una gran estrella para atravesar el Oriente Medio y conocer días después al Divino Niño, a quien emocionados le adoraron de rodillas y le obsequiaron oro, incienso, mirra. También nosotros celebremos el portento exaltando la angelical melodía y en especial aplicando las lecciones de compasión, amor y paz que nos dejó Jesús. ¡Feliz Navidad!
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