L’INNOCENT / THE INNOCENT. Francia, 2022. Un film de Louis Garrel. 99 minutos
L’INNOCENT / THE INNOCENT. Francia, 2022. Un film de Louis Garrel. 99 minutos
Por Jorge Gutman
L’INNOCENT / THE INNOCENT. Francia, 2022. Un film de Louis Garrel. 99 minutos
He aquí una elegante comedia nutrida de gracia, romance, suspenso y acción que el realizador y actor Louis Garrel ha logrado con L’Innocent. El propósito de divertir y entretener a granel ha sido posible merced a la eficacia del buen guión del realizador compartido con Tanguy Viel y Naïla Guiguet, a su ritmo fluido y a un cuarteto de buenos actores que le insuflan brío y dinamismo a la historia narrada.
El comienzo del relato es sumamente ocurrente en donde se observa al viudo ictiólogo Abel (Garrel) que no puede ocultar su inquietud cuando su sexagenaria madre Sylvie (Anouk Grinberg) le comunica que se casará con Michel (Roschdy Zem), un reincidente convicto al que conoció mientras impartía clases de teatro en la cárcel. Con gran reluctancia y con un rostro lejos de expresar conformidad, Abel acude al enlace de la feliz pareja que tiene lugar en la prisión.
Una vez que obtiene su libertad, Michel se comporta de la manera más noble con Sylvie a quien le abre una florería para que se ocupe de la misma. Sin embargo, el impetuoso y desconfiado Louis a fin de proteger a su madre se dedica a investigar los pasos de su padrastro y en esa tarea detectivesca cuenta con la colaboración de su gran amiga Clémence (Noémie Merlant).
Si bien todo resulta demasiado bueno para que sea cierto, el relato cobra un giro imprevisto cuando Abel a ocultas de su madre entra en contacto directo con Michel quien conjuntamente con Clémence participarán en una operación non sancta que involucra apoderarse de un costoso cargamento de caviar proveniente de Irán. No es necesario proseguir detallando lo que sobreviene, excepto anticipar que a partir de allí el film adopta un convincente giro generando un muy buen thriller. A todo ello se agrega el ingrediente romántico de Abel con Clémence que aunque predecible evita los estereotipos que a veces frecuenta este género.
Esta película nada pretenciosa logra lo que se propone como es el de divertir sanamente sin recargar las tintas. Además de estar magníficamente relatada, la forma en que están esbozados sus personajes permite crear una inmediata empatía con los mismos; claro está que eso es debido a la magnífica caracterización lograda por el cuarteto integrado por Garrel, Zem, Merlant y Grinberg.
Manteniendo un tono preciso y coherente en la combinación de sus diversos componentes, el realizador permite que el interés del espectador se mantenga constante desde el principio hasta su desenlace, evitando que su metraje se extienda más allá de lo estrictamente necesario.
En suma, L’Innocent configura un entretenimiento ameno y accesible, capaz de conformar a todo tipo de público.
YOU CAN LIVE FOREVER. Canadá, 2022. Un film escrito y dirigido por Mark Slutsky y Sarah Watts. 96 minutos
Abordando el lesbianismo en el marco de una comunidad religiosa, los noveles directores y guionistas Mark Slutsky y Sarah Watts ofrecen un film que despierta interés aunque sin aportar algo nuevo a su delicada temática.
La acción se desarrolla en 1990 e introduce a la joven Jamie (Anwen O’Driscoll) quien habiendo crecido en Thunder Bay, como consecuencia de la muerte de su padre y debido al gran dolor experimentado por su madre viviendo una crisis nerviosa, es enviada a la región de Saguenay para residir por una temporada con sus tíos (Antoine Yared y Liane Balaban). Ellos pertenecen a Testigos de Jehova y es por eso que Jamie no se siente muy confortable al tener que sujetarse a las normas de quienes profesan ese credo.
Todo cambia para esta chica cuando asistiendo al sermón de la agrupación cambia una mirada con la joven Marike (June Laporte), la hija del prelado. La atracción inicial entre ambas genera una amistad para finalmente devenir en una íntima relación. Lo que sigue es el típico romance de dos adolescentes que se desenvuelven en un entorno religioso represivo en la medida que Testigos de Jehova de ningún modo acepta la homosexualidad.
Lo interesante es la forma diferente en que cada una de estas jóvenes siente frente al amor surgido. Mientras que Jamie adopta una actitud más bien secular frente a la religión, Marike expresa una dualidad de haber encontrado el amor en su compañera a la vez que es feliz de pertenecer a la comunidad. A la postre se plantea el gran dilema de tener que optar entre la fe y el amor.
Sin ser una autobiografía, como co-guionista de este relato Sarah Watts que creció como gay en Testigos de Jehova, a través de su experiencia personal conoce muy bien los principios de este credo cristiano; no obstante, la historia narrada no alcanza la profundidad necesaria que se encuentra en otros filmes de amor lésbico como La Vie d’Adèle (2013), Carol (2015) y Portrait de la jeune fille en feu (2019). Eso es debido a la insuficiente exploración de la comunidad religiosa como asimismo a la de los vínculos familiares de las jóvenes y a ciertas escenas que en su tramo final resisten credibilidad.
A su favor, la película se distingue por la buena actuación de sus dos protagonistas quienes destilan ternura en sus respectivos personajes. Del resto del elenco se destacan Hasani Freeman quien aporta simpatía y comprensión como el confidente compañero de clase de Jamie, así como Deragh Campbell como la hermana de Marike quien siendo la única que sabe lo que le acontece trata de evitar que su familia se imponga de la verdad y la condene.
No obstante sus altibajos, You Can Live Forever es un drama romántico convenientemente realizado aunque sin ser excepcional.
MAESTRO(S). Francia-Bélgica, 2022. Un film de Bruno Chiche. 87 minutos
Sin otro propósito que el de ofrecer una historia humana basada en la particular relación paterno-filial de dos músicos, Maestro(s) logra su objetivo.
Con la música clásica como escenario de fondo la sencilla historia guionizada por el realizador Bruno Chiche con la colaboración de Yaël Langmann comienza con un premio que recibe Denis Dumar (Yvan Attal), un director de orquesta de aproximadamente 40 años que ciertamente ha estado desarrollando una exitosa carrera profesional. Él es el hijo de François Dumar (Pierre Arditi) quien ya de madura edad está próximo a concluir su actividad de remarcable director musical y su aspiración es la de poder llegar a ser el director artístico de una gran institución musical. La relación entre ambos maestros es cordial aunque desde un principio se denota que ese vínculo no se caracteriza por su calidez sino más bien por un mutuo respeto.
La alegría de François es enorme cuando desde La Scala le comunican telefónicamente que ha sido elegido director musical del mundialmente célebre teatro de ópera de Milán y que debe confirmar su aceptación para comenzar en pocos meses más la próxima temporada. El nudo conflictivo del relato se produce cuando Denis recibe un similar ofrecimiento ya que la secretaria que se comunicó con el veterano músico creyó que lo había hecho con su hijo, al portar ambos el mismo apellido.
Para Denis, no obstante el reconocimiento del que es objeto, resulta muy penoso tratar de transmitir a su padre esa noticia sobre todo cuando con gran euforia tiene todo dispuesto para partir con su esposa (Miou-Miou) a Milán. Es allí donde frente a esta circunstancia inesperada se pone a prueba la rivalidad existente entre ambos y el momento más dramático y tenso del film es cuando cara a cara mantienen una profunda conversación que denota la razón del porqué François, dedicado por completo a su carrera, dejó a un lado la atención necesaria que todo padre debe a un hijo.
La película además del tema central, asimismo enfoca las condiciones que debe reunir un buen director para que la música pueda transmitir toda la emoción debida y el poder lírico que emana de las composiciones de los grandes autores; asimismo considera lo que acontece detrás de la escena durante los ensayos y antes de cada concierto.
El resultado es un bello drama conmovedor agraciado por la buena realización, la eficaz escritura del guión y por la excelente interpretación ofrecida tanto por el veterano gran actor Arditi como asimismo por Yvan Attal quienes con roles perfectamente delineados logran con completa autenticidad expresar la intimidad que vincula a sus respectivos personajes. El resto del reparto es igualmente eficaz con la participación en roles de apoyo de Miou-Miou, Pascale Arbillot, Caroline Anglade y de Nils Othenin-Girard como Mathieu, el hijo de Denis.
A los valores mencionados, para los melómanos se agrega el placer adicional de escuchar extractos musicales de Brahms, Beethoven y en especial la ejecución completa de la obertura de la ópera Las Bodas de Fígaro de Mozart.
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