ASTEROID CITY. Estados Unidos, 2023. Un film de Wes Anderson.
ASTEROID CITY. Estados Unidos, 2023. Un film de Wes Anderson.
Jason Schwartzman y Tom Hanks en ASTEROID CITY
Por Jorge Gutman
ASTEROID CITY. Estados Unidos, 2023. Un film de Wes Anderson.
Elenco: Jason Schwartzman, Scarlett Johansson, Tom Hanks, Jeffrey Wright, Tilda Swinton, Bryan Cranston, Edward Norton, Adrien Brody, Liev Schreiber, Hope Davis, Stephen Park, Rupert Friend, Maya Hawke, Steve Carell, Matt Dillon, Hong Chau, Willem Dafoe, Margot Robbie, Tony Revolori, Jake Ryan y Jeff Goldblum. 105 minutos
Una vez más se confirma que si no hay un relato coherente que permita al espectador adentrarse en la esencia de un film, resulta muy difícil que excelentes factores de producción puedan obviar esa ausencia. Eso acontece claramente en Asteroid City, en donde Wes Anderson relata una absurda y convulsionada historia reuniendo a un multiestelar elenco, donde la mayor parte de sus integrantes aparecen en brevísimas escenas.
El guión del realizador compartido con Roman Coppola introduce en el prólogo, dentro de un marco de pantalla cuadrada en blanco y negro, a un narrador (Bryan Cranston) que anuncia al público la presentación de una obra teatral televisada escrita por un reputado autor (Edward Norton). Es así que de inmediato, ya con pantalla ampliada y en colores, se asiste a la representación teatral que transcurre en 1955 en la desértica ciudad americana de Asteroid que cuenta con una población de 87 habitantes.
En dicho lugar se encuentra un cráter generado por un meteorito que cayó tiempo atrás, constituyendo la principal atracción turística para los visitantes como así también para los extraterrestres. Allí arriban el fotógrafo Augie (Jason Schwartzman) con su hijo adolescente Woodrow (Jake Ryan) y sus otras tres niñitas; portando en un cofre las cenizas de su esposa y anunciando a los suyos que su madre ha fallecido; prontamente aparecerá junto a ellos el suegro de Augie (Tom Hanks) que si bien quiere a sus nietos no siente simpatía alguna por su yerno. Asimismo allí se hallan Midge (Scarlett Johansson), una famosa artista de Hollywood acompañada de su hija Dinah (Grace Edwards), en donde la actriz simpatizará con Augie, al igual que sus respectivos hijos.
En otra viñeta arriban numerosas familias con sus superdotados hijos adictos a la astronomía con el propósito de participar en un concurso de ciencias organizado por la autoridad local y liderado por una excéntrica mujer (Tilda Swinton). La presencia de un laboratorio gubernamental que se dedica a realizar pruebas atómicas y en donde las explosiones se suceden con frecuencia configura una nueva viñeta de este inocuo relato.
Ciertamente Anderson es un importante realizador que ha ofrecido valiosos trabajos como entre otros lo son Rushmore (1998), The Royal Tenenbaums (2001), Moonrise Kingdom (2012) y The Grand Budapest Hotel (2014), pero aquí está lejos de lograr ese nivel de calidad.
Como resulta habitual en la filmografía del cineasta los factores técnicos son impecables y que aquí están agraciados por el remarcable diseño de producción de Adam Stockhaussen y la fotografía de Robert Yeoman que visualmente deslumbran; pero eso no es suficiente para poder aminorar las falencias de este proyecto.
BLUE JEAN. Gran Bretaña, 2022. Un film escrito y dirigido por Georgia Oakley. 97 minutos
Rosy McEwen en BLUE JEAN
Habiendo realizado varios cortos, este es el primer largometraje de la directora y guionista Georgia Oakley quien gratamente impresiona abordando delicadamente el tema de la homofobia .
La acción se desarrolla en Gran Bretaña hacia fines de la década del 80 teniendo como primera ministra a Margaret Thatcher. Durante su gobierno, la orientación sexual diferente, aunque sin configurar un delito, es considerada poco menos que degradante. Es así que en 1988, el gobierno conservador está en el proceso de introducir una legislación conocida como Sección 28 que prohíbe la promoción de la homosexualidad a fin de proteger a la infancia. Cabe aclarar que dicha ley se mantuvo vigente hasta 2000 en Escocia y revocada en 2003 en el resto del Reino Unido.
Lo que antecede constituye el telón de fondo del guión de la realizadora presentando a Jean (Rosy McEwen) una profesora de gimnasia de un liceo en el que entrena a las chicas de un equipo de baloncesto. En su actividad escolar es una persona tranquila, recatada que guarda cierta distancia con sus colegas y alumnas con quienes mantiene una buena relación pero cuidando de ocultar celosamente su tendencia sexual para no perder su empleo. Viviendo sola en su departamento, su vida sentimental se nutre con su amiga Viv (Kerrie Hayes) quien es más abierta con respecto a su identidad sexual; con ella suele frecuentar durante las horas nocturnas bares gays. Asimismo Jean no es ajena a las noticias transmitidas en los medios de difusión respecto del impacto de la Sección 28 y lo que va observando en los grafitis de las paredes con leyendas en contra del homosexualismo.
La rutina escolar se altera con la llegada al colegio de Lois (Lucy Halliday), una nueva alumna que al adquirir conciencia de su sexualidad lesbiana es objeto de burla y acoso de sus compañeros de aula. En la medida que esa chica constituye un reflejo de su propia personalidad, Jean trata de protegerla; en ese intento su vida quedará trastocada a partir del momento en que Viv rompe la relación que mantuvo con ella.
Sin necesidad de recurrir a clisés y con mucha sutileza la novel directora capta muy bien los variados sentimientos que albergan a la angustiada Jean a través de su doble vida y en el que McEwen, en su primer rol protagónico efectúa una excelente composición de su personaje.
Con notable autenticidad Oakley ha logrado un film de realismo social efectuando un remarcable retrato de una época sombría para aquellas mujeres que anhelaban no ser discriminadas por su orientación sexual. Se podrá objetar que no existan contundentes momentos emocionales, pero con su loable mensaje Blue Jean mantiene el interés de la audiencia denunciando la opresión vivida durante la reinante homofobia.
PAST LIVES. Estados Unidos-Corea del Sur, 2023. Un film escrito y dirigido por Celine Song.
106 minutos
Teo Yoo y Greta Lee en PAST LIVES.
¿Puede concebirse un film romántico, sin que las partes involucradas no lleguen a intimar, ni besarse e incluso sin tomarse de la mano? Eso es posible a través del bello y melancólico film escrito y dirigido por Celine Song. Ciertamente, la realizadora de origen coreano que reside en Estados Unidos conoce a fondo la idiosincrasia y costumbres de su país natal y eso ha influido para que Past Lives resulte totalmente convincente tanto en su concepción como en los sentimientos que anidan en los personajes protagónicos del relato.
El comienzo transcurre en Seúl en los últimos años del siglo pasado en donde viven Na Young (Moon Seung-ah) de 12 años y Hae Sung (Leem Seung-min) de su misma edad; ellos son grandes amigos y compañeros de aula en donde como brillantes alumnos compiten para ver quien ocupa el primer puesto. Sin embargo esa profunda amistad no llegará a consolidarse en una relación sentimental por cuanto Na deberá viajar con su familia migrando primero a Toronto y posteriormente a New York por oportunidades de empleo de su padre que es director de cine. La separación es triste pero resulta irremediable y es así que en el último encuentro se aprecia cómo metafóricamente divergen los caminos de cada uno regresando al hogar.
La historia avanza 12 años y vemos que Na habiendo cambiado su nombre por Nora (Greta Lee) es una dramaturga bien afincada en New York y solamente utiliza su lengua materna cuando se comunica con su madre; por su parte Hae Sung (Teo Yoo) sigue viviendo en Seúl realizando sus estudios de ingeniería. A través de Facebook él logra ubicar a Nora y es así que ambos, separados por miles de kilómetros, mediante Skype reanudan la relación interrumpida. En esas conversaciones queda implícita la existencia de un sentimiento platónico en la medida que cada uno confiesa al otro que se han extrañado. Considerando que ninguno de ellos piensa dejar el lugar en el que se encuentran, llega un momento en que Nora prefiere no seguir manteniendo por un tiempo ese vínculo virtual.
El guión de la realizadora nuevamente traslada el tiempo en 12 años y es ahora en la época actual en que Nora que se ha casado con Arthur (John Magaro), un neoyorkino que también es dramaturgo, lleva una existencia tranquila y no hay indicio que indique alguna anomalía en el vínculo conyugal. En tanto Hae Sung ha tenido en ese tiempo una novia con la que actualmente se encuentra distanciado. El film alcanza su climax cuando el coreano decide efectuar un viaje a New York para reencontrarse con Nora. En esta última parte resulta admirable comprobar con qué sutileza la novel realizadora genera la tensión romántica de Nora y su amigo de infancia; las miradas, silencios y gestos expresan mucho más que las palabras. En tal sentido Song explora el concepto de in-yun, un fenómeno cultural coreano por el cual la conexión que ha existido entre dos seres en una vida pasada se encuentra rencarnada en la existencia actual; claro está que ni Nora ni Hae Sung son ahora lo que eran cuando niños.
Evitando lo que podría resultar predecible, el film adopta un criterio realista en donde Hae Sung respeta la integridad del matrimonio en consonancia con Nora que no habrá de quebrantar su vida conyugal compartida por un marido comprensivo y tolerante. Es así como esta historia sin acudir a golpes bajos conduce a un convincente y realista desenlace sumamente conmovedor.
En resumen, con un reducido y sobresaliente elenco, Song ofrece un drama romántico de remarcable calidad capaz de generar la completa empatía del espectador con sus personajes.
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