“Es absolutamente fascista”: Putin firma la ley que prohíbe la cirugía para el cambio de sexo en Rusia
“Es absolutamente fascista”: Putin firma la ley que prohíbe la cirugía para el cambio de sexo en Rusia
Los defensores de los derechos LGBT en Rusia han protestado contra las nuevas leyes que reprimen a su comunidad.
- El presidente de Rusia, Vladimir Putin, firmó este lunes una ley que prohíbe las cirugías para el cambio de sexo, en una medida criticada por los defensores de los derechos LGBT en ese país.
La ley fue aprobada unánimemente hace 11 días por la Cámara Baja de la Duma, el Parlamento ruso, y cinco días después por el Senado.
Al tomar la decisión, el presidente de la Duma, Vyacheslav Volodin, declaró que era una medida para proteger a niños y adultos de “un camino hacia la degeneración”.
“Somos el único país europeo que se opone a todos lo que está sucediendo en Estados Unidos, en Europa y que hace todo para salvar a las familias y los valores tradicionales”, expresó durante un debate antes de la votación.
“Necesitamos entender que no habrá un futuro si no adoptamos la ley, si no prohibimos el cambio de género”, añadió.
No sólo quedan prohibidos las reasignaciones de sexo por intervención quirúrgica o por uso de medicamentos, sino tampoco se permitirá el cambio de género en los documentos estatales.
Los grupos defensores de los derechos LGBT afirmaron que la nueva legislación tendrá un impacto serio en la salud de las personas a las que se les negará acceso al cuidado de salud.
“Esta es una ley absolutamente fascista, que priva a las personas del cuidado médico y de cualquier derecho humano básico”, denunció Yan Dvorkin, director del Centro T, una organización de apoyo a las personas transgénero en Rusia.
“Es psicológicamente muy difícil para las personas estar preocupadas de que el gobierno te designe como un enemigo del pueblo y te prive de tus derechos, te prive de cualquier asistencia y te deje en un estado ilegal”.
Qué contempla la nueva ley firmada por Putin
- Se prohíbe cualquier intervención médica, quirúrgica o con fármacos, para el cambio de sexo.
- Las únicas intervenciones médicas permitidas serán las relacionadas con el tratamiento de anomalías congénitas, enfermedades genéticas y endocrinas asociadas con la malformación de órganos genitales en niños.
- Lo anterior sólo se podrá realizar tras la decisión de una comisión de expertos.
- Queda prohibida la adopción de niños por personas que hayan cambiado de sexo.
- Las personas que hayan cambiado de sexo no podrán ser tutores ni fideicomisarios de menores.
- Se anularán los matrimonios si uno de los cónyuges se somete a una reasignación de sexo.
- No se podrá cambiar el género en los documentos del estado.
Poderosa alianza Estado/Iglesia
La polémica ley se añade a un retroceso de los derechos civiles en Rusia, después de la aprobación el año pasado de las leyes contra la llamada “propaganda gay”.
Bajo esta legislación, cualquier expresión pública o manifestación de la cultura LGBT quedó vetada en los espacios públicos.
Los individuos pueden enfrentar multas equivalentes a unos US$4.500 y las organizaciones a unos US$55.500 por “publicitar relaciones sexuales no tradicionales”.
En años recientes, la Iglesia Ortodoxa y el Estado en Rusia han entrado en una cada vez más poderosa alianza, con el gobierno promoviendo la agenda social conservadora de la iglesia.
El propio presidente Putin ha declarado que los estilos de vida LGBT van en contra de los valores tradicionales rusos y repetidamente ha despotricado contra los derechos de transexuales.
Yulia Alyoshina, la única política abiertamente trans de Rusia, acusó en su momento al gobierno de tratar de “reprimir este pequeño grupo que ya discriminado y estigmatizado”.
Alyoshina, que retiró su candidatura a la gobernación de la región de Altai en Siberia ante la inminente aprobación de la ley, calificó la legislación como “un genocidio contra los transexuales”.
Ante lo que se espera será una mayor represión en su contra, los transexuales rusos están viendo como su única opción la salida al exilio.
Nikolai, un joven transgénero de 21 años, dijo en entrevista con la agencia AFP que no ve cómo puede seguir viviendo en Rusia tras la aprobación de la ley.
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