CRÓNICAS. Cambios en la Educación 

CRÓNICAS. Cambios en la Educación 

Por: Lucía P. de García

Toronto.- Las primeras lecciones de enseñanza formal se impartieron en Grecia. Los niños debían jugar, hacer gimnasia, cantar, dibujar, leer en voz alta, memorizar poemas, esto les estimulaba el desarrollo de los sentidos y de la mente. La Naturaleza fue el aula de los grandes filósofos. En ese ambiente inspirador Aristóteles instó a pensar, inculcó principios. Sócrates mostró cómo debatir, defendiendo y atacando para sostener argumentos. Platón exaltó el alma por medio de la filosofía y del conocimiento de uno mismo. 

El primer colegio que brindó educación con el concepto actual se fundó en Inglaterra, en 1284. El paso del tiempo ha registrado diversas formas de instruir. Hasta hace poco la teoría la dictaba el profesor, los alumnos más memorizaban que comprendían. En las últimas décadas se ha implantado un aprendizaje más eficaz e interactivo. 

Un gran salto dio la educación cuando la televisión llegó a los hogares para reforzar la instrucción de las aulas con programas novedosos y didácticos. Muchos niños aprendieron a leer y a escribir, familias enteras se reunieron para disfrutar de series ilustrativas.

Hoy, la tecnología se está imponiendo en todos los ámbitos del quehacer humano, también en educación. En 2008, el Consejo Europeo recomendó cambiar paulatinamente lo tradicional por lo digital, cuyos beneficios se evidenciaron especialmente durante la pandemia del Covid-19, cuando los alumnos pudieron estudiar a distancia mediante celular, tablet, computador. 

Tras superar el confinamiento, nuevas evaluaciones de la educación digital realizadas por expertos y entidades especializadas en Europa concluyeron unánimemente que los cerebros de los niños no se han beneficiado, todo lo contrario, muestran menor capacidad de atención, comprensión, retención, creatividad; tienen problemas de memoria; las pantallas les han generado alteraciones de conducta, afectaciones cerebrales y de la vista, adicción. Ante semejante resultado, Suecia decidió eliminar la digitación estudiantil y retornar a los libros. 

En Canadá, investigaciones sobre educación concluyen que es necesario volver a la escritura cursiva pues ayuda a la alfabetización en general. Escribir a mano letras de imprenta toma más tiempo y esfuerzo. Formar manualmente los trazos ayuda a los jóvenes a afinar la motricidad, a pensar el significado de las palabras y del texto que están escribiendo; refuerza caligrafía, ortografía, redacción, lectura; facilita el aprendizaje de matemáticas e idiomas. El año pasado la Comisión de Derechos Humanos de Ontario informó que la educación pública mostró fallas en lectura y fonética, habilidades fundamentales para alcanzar una profesión, por lo que “La letra cursiva nunca debió haber sido eliminada del plan de estudios”. 

Por tales motivos, a partir del martes 5 de septiembre los alumnos de Canadá volverán a beneficiarse de la letra cursiva, habilidad valiosa, estimulante, artística, que refleja la personalidad individual y resalta la belleza de las palabras y la expresión de los sentimientos.