Otra promesa rota de Ford: Un inspector por cada 2 residencias de ancianos y eso no ha sucedido

Otra promesa rota de Ford: Un inspector por cada 2 residencias de ancianos y eso no ha sucedido

• Nuevas cifras muestran que la provincia aún no ha logrado realizar inspecciones anuales proactivas en cada hogar según lo prometido por el premier

El gobierno del premier Doug Ford no está cumpliendo sus demagógicas promesas de realizar inspecciones anuales de todos los hogares de cuidados a largo plazo en Ontario y de aumentar la proporción de inspectores por hogares.

El gobierno de Ford anunció un plan en octubre de 2021 para duplicar el número de inspectores de cuidados a largo plazo, de modo que la provincia tuviera un inspector por cada dos hogares de ancianos de la provincia.

Hay 624 centros de atención a largo plazo en Ontario. Sin embargo, las cifras proporcionadas a CBC News esta semana por el Ministerio de Cuidados a Largo Plazo muestran que sólo 234 inspectores están trabajando actualmente en el campo.

Eso está muy por debajo de los 312 que se necesitarían para cumplir con la proporción prometida por el premier.

A principios de este año, el gobierno declaró que ya había alcanzado su objetivo. “Ontario tiene ahora la proporción más alta de inspectores por vivienda del país, superando nuestro objetivo de tener un inspector por cada dos viviendas en la provincia”, dijo el entonces ministro Paul Calandra en un comunicado de prensa de febrero.

Mientras tanto, nuevos datos muestran que el gobierno tampoco está cumpliendo sus promesas sobre las llamadas “inspecciones de cumplimiento proactivas”, una inspección integral que no solo investiga un incidente específico.

Ford había prometido “suficientes inspectores para visitar proactivamente cada casa cada año, mientras continuaban las inspecciones reactivas para abordar con prontitud las quejas y los incidentes críticos”.

Ontario realizó solo 61 inspecciones de cumplimiento proactivas en 2022, según datos de un nuevo informe del grupo de defensa Concerned Friends.

Pocas viviendas reciben inspecciones proactivas
Las nuevas cifras que el Ministerio de Cuidados a Largo Plazo proporcionó a CBC News esta semana muestran que hasta ahora solo se han realizado 92 inspecciones de este tipo en 2023.

Para realizar una inspección proactiva en cada hogar dentro de un año, la provincia tendría que aumentar su ritmo para 2023 en un factor de cinco.

“Todos los hogares de cuidados a largo plazo de la provincia recibirán una inspección proactiva anual para finales de 2025, mientras el ministerio continúa respondiendo a incidentes críticos y quejas”, dijo un portavoz del ministerio en un correo electrónico a CBC News.

El funcionario dijo que el ministerio tenía 138 puestos de inspectores en junio de 2021 y luego agregó 156 inspectores para 2023.

“Actualmente se está contratando a más de 50 inspectores adicionales. La conclusión de este reclutamiento garantizará que superemos aún más la duplicación del número de inspectores”, afirmó el portavoz.

Concerned Friends, que lleva más de 40 años defendiendo los derechos de los residentes en cuidados de larga duración, describe el número de inspecciones proactivas como muy decepcionante.

“Las inspecciones completas de todos los estándares se realizan con relativa poca frecuencia hasta la fecha”, dijo Alice Gaudine, enfermera titulada y miembro de la junta directiva del grupo Living in Kingston.

“Nos gustaría ver mejoras importantes [en el sistema de atención a largo plazo] y es difícil imaginar cómo sucederá esto sin muchos mayores recursos”, dijo Lorna MacGregor, trabajadora social que se ofrece como voluntaria con Concerned Friends para revisar el informes de inspección.

Las inspecciones anuales casi se eliminaron antes de COVID
Antes de 2018, Ontario exigía que todas las viviendas se enfrentaran al menos a una “inspección de calidad residente” (RQI) minuciosa y sin previo aviso al año.

Poco después de que el gobierno de Ford llegara al poder, eliminó esas inspecciones a gran escala, de modo que solo nueve casas las sometieron en 2019.

Una investigación realizada por Marketplace de CBC encontró que el gobierno de Ford tomó esa medida a pesar de la investigación del ministerio que mostraba que las inspecciones proactivas eran la única manera de encontrar de manera confiable debilidades en las prácticas de control de infecciones.

Luego, la pandemia de COVID-19 arrasó las residencias de ancianos de Ontario y provocó la muerte de más de 4.000 residentes.

Cho defiende el nuevo régimen de inspección
El gobierno anunció su renovación del régimen de inspección en el otoño de 2021, recuperando una forma revisada de RQI denominada inspecciones de cumplimiento proactivas.

El Ministro de Atención a Largo Plazo, Stan Cho, defiende el sistema gubernamental.

“Lo importante no es sólo el volumen de las inspecciones, sino también la calidad de las mismas”, dijo Cho en una conferencia de prensa esta semana. “También son los resultados y cómo se procesan y presentan al público, pero también internamente en el ministerio para asegurarnos de que podemos actuar según las recomendaciones que esas inspecciones están presentando”.

Cho destacó los 72 millones de dólares que el gobierno destinó a un programa de tres años para reforzar el régimen de inspección, que comenzó el año pasado.

“Estamos haciendo que todo el proceso sea más fácil, más simple y más rápido al asegurarnos de que los informes [de inspección] en sí no sean tan engorrosos”, dijo.

Los informes de inspección de cuidados a largo plazo de Ontario están disponibles públicamente en línea. Estas incluyen tanto las inspecciones de cumplimiento proactivas a gran escala como las inspecciones reactivas después de quejas o incidentes críticos, como una lesión de un residente.

El informe de Concerned Friends encontró que en 2022, la provincia realizó un total de 1.642 inspecciones, 1.000 menos que en 2019, el último año antes de la pandemia.

Gaudine dice que, según su revisión de los informes, muchas de las inspecciones fueron provocadas por incidentes críticos relacionados con la escasez de personal.

“Lo que suele pasar es que un residente quiere levantarse de la cama o algo así y no hay nadie más que pueda ayudar”, dijo en una entrevista.