THE HOLDOVERS. Estados Unidos, 2023. Un film de Alexander Payne. 133 minutos
THE HOLDOVERS. Estados Unidos, 2023. Un film de Alexander Payne. 133 minutos
Paul Giamatti en THE HOLDOVERS
Por Jorge Gutman
Una comedia dramática plena de nobles sentimientos es apreciada en The Holdovers, el reciente trabajo de Alexander Payne, donde efectúa un excelente estudio de caracteres a través de sus tres principales personajes.
Valiéndose del guión de David Hemingson, con gran precisión Payne describe a Paul Hunham (Paul Giamatti), un individuo de edad media que viviendo solitariamente y en cierta forma desilusionado del entorno que lo rodea encuentra en la enseñanza una válvula de escape a su frustración.
Como profesor de historia antigua de Barton Academy, un internado de varones elitista de educación media ubicado en New England, su alumnado mayormente proviene de familias adineradas. Demostrando su irascibilidad debido al comportamiento un tanto indisciplinado de los jóvenes, asimismo es sumamente exigente como docente en la medida que desea obtener de ellos un alto rendimiento académico. Naturalmente, los estudiantes tampoco simpatizan con él y entre los mismos se encuentra el rebelde Angus Tully (Dominic Sessa) que aunque brillante alumno es también belicoso y ese comportamiento Hunham no está dispuesto a tolerar. A todo ello, el docente resiste la presión de la dirección escolar de ser más clemente con trabajos mediocres de ciertos alumnos, teniendo en cuenta que algunos son hijos de influyentes políticos.
El relato transcurre en el mes de diciembre de 1970, en los días previos a las festividades navideñas y cuando llega el momento del temporario receso escolar, los alumnos retornan a sus hogares. Sin embargo hay algunos que no tienen quien los recoja y por lo tanto deben permanecer en el establecimiento; es así que Paul se irrita cuando se le ordena que deberá hacerse cargo de la supervisión de cuatro estudiantes que permanecerán en la escuela; si bien tres de ellos finalmente quedan liberados por sus familiares, no es así el caso de Angus cuya madre prefirió viajar al Caribe con su padrastro desentendiéndose de su hijo.
Por lo tanto Paul y Angus, dos personas que no se toleran, no tienen otra opción que aceptar la situación tal como se presenta. A todo ello, Mary Lamb (Da’Vine Joy Randolph), la abnegada cocinera del colegio que es observadora de todo lo que acontece a su alrededor, actúa de algún modo como intermediaria entre el profesor y su discípulo para que las diferencias existentes se atenúen; en tal sentido, esta mujer que ha sufrido la terrible pérdida de su hijo sirviendo en Vietnam pasará por primera vez la Navidad sin él y por esa razón para esta ocasión al menos tendrá el consuelo de sentirse acompañada por Paul y Angus.
Durante estas vacaciones se irá estableciendo un sólido acercamiento entre los tres personajes al irse imponiendo de sus historias íntimas nutridas de momentos dolorosos; es así que cada persona del trío al revelar sus inquietudes va reflejando sus verdaderos sentimientos.
Giamatti nuevamente demuestra la gran complicidad que mantiene con el realizador; casi dos décadas después de la conjunta colaboración en el excelente film Sideways (2004), aquí nuevamente despliega su condición de notable actor. Es notable cómo gradualmente su personaje gruñón, misántropo y poco complaciente va cediendo paso a un ser afectuoso y compasivo al ir descubriendo las razones que han hecho de Angus un ser insurrecto y agresivo.
Por su parte, Sessa sin haber tenido experiencia previa actoral, es la gran revelación de este film; sumergiéndose por completo en la complejidad de su personaje, el novel actor transmite con completa convicción, la transición del inmaduro y perturbador muchacho para finalmente dar paso al joven capaz de respetar y admirar a su profesor así como expresar su tácito agradecimiento por un gran acto de generosidad demostrado, que no conviene revelar.
Finalmente no menos remarcable es la interpretación de Da’Vine Joy Randolph como la mujer de gran corazón, quien frente a la gran pérdida sufrida, encuentra solaz y consuelo con la presencia de Paul y Angus.
En suma, además de probar cómo las apariencias engañan frente a la primera impresión causada por sus principales personajes, Payne ofrece un relato profundamente humano, donde el patetismo, acogedor humor, calidez y sentimiento se combinan satisfactoriamente. En suma, The Holdovers es un film meritorio y capaz de perdurar en la memoria del espectador.
PRISCILLA. Estados Unidos, 2023. Un film escrito y dirigido por Sofia Coppola. 100 minutos
Cailee Spaeny y Jacob Elordi en PRISCILLA
Sofía Coppola quien gratamente impresionó en The Virgin Suicides (1999, Lost in Translation (2003) y Somewhere (2010), entre otros títulos de su filmografía, retorna con Priscilla en la que considera la historia de la joven que conquistó el corazón de Elvis Presley. Con ese propósito Coppola adaptó el libro publicado en 1985 Elvis and Me que fue escrito por Priscilla Presley y Sandra Harmon.
Aunque lo que se relata es en parte conocido por el púbico, lo importante es que la forma en que la realizadora lo narra permite que su contenido mantenga interés a lo largo de su desarrollo.
Todo comienza en 1959 cuando Priscilla Beaulieu (Cailee Spaeny) de 14 años de edad, oriunda de Austin, vive temporariamente en Alemania Occidental con sus padres (Ari Cohen y Dagmara Dominczyk), debido a que su progenitor está afincado por una misión militar de Estados Unidos. Ahí esta adolescente tiene la ocasión de asistir a una reunión en la casa de Elvis Presley (Jacob Elordi) quien a los 24 años y convertido en una estrella mundial está cumpliendo su servicio militar. En ese encuentro surge de inmediato una mutua simpatía entre ambos que deviene prontamente en una platónica relación romántica.
Dos años más tarde Priscilla encuentra la oportunidad de emanciparse de la rigidez de su hogar familiar, cuando es invitada por el rey del Rock para alojarse en su suntuoso castillo de Graceland en Memphis, con la promesa de respetar su virginidad hasta el momento de contraer enlace. Allí ella finaliza sus estudios de educación media en una escuela católica.
S bien Priscilla es mimada y agraciada por su enamorado quien la obsequia con varios regalos, entre otros un coche deportivo, la relación comienza a experimentar altibajos. Por un lado está la ternura que Elvis le vuelca pero al propio tiempo decide todo lo que a ella le concierne, incluyendo su atuendo, cabellera y maquillaje; asimismo durante sus giras y el rodaje de sus películas ella se entera por los medios de difusión que su novio la está engañando y eso hace que se sienta confundida, traicionada y desamparada.
Cuando la boda se concreta en 1967 todo parecería indicar que la tranquilidad y el amor al lado de Elvis más el nacimiento de su hijita Lisa Marie podrán atenuar los inconvenientes de la pareja, Sin embargo, eso no llega a ocurrir dado que los momentos de violencia de Elvis, su consumo de drogas y las continuadas giras artísticas motivan a que ella experimente una profunda soledad; en consecuencia, el no poder adaptarse al estilo de vida de su marido la impulsa a disolver su matrimonio en 1973.
A diferencia del espectacular Elvis de Baz Luhrmann (2022), donde las canciones del rey adquieren gravitación, aquí no abundan sus grandes éxitos salvo una versión que él ejecuta en el piano de Love Me Tender; pero eso de ningún modo va en detrimento de este film por cuanto la atención está centralizada en Priscilla y es desde su punto de vista que Coppola la enfoca.
La composición que Spaeny logra del personaje protagónico es a todas luces remarcable, lo que le ha valido obtener el premio a la mejor actriz en el festival de Venecia; ella transmite la odisea de una mujer que viviendo a la sombra de su pareja, queda anulada y subestimada. Más que con palabras, su rostro y gestos evidencian la pena de la ilusión perdida; en el azaroso camino que va recorriendo, la actriz expresa la transición de la dulce joven ingenua adolescente a la de una mujer que finalmente revela firmeza para adquirir su propia identidad. A su lado, Elordi sin sobreactuar convence en el ambiguo personaje de Elvis como el predador de su esposa asimismo sin dejar de quererla a su manera y confiarle sus problemas personales.
Una vez más, Coppola confirma su fina sensibilidad femenina para adentrarse con suma delicadeza en las emociones que trasunta su protagonista y aunque el film no alcanza la envergadura dramática para llegar a emocionar, eso no disminuye la calidad de esta tóxica historia de amor.
LA PASSION DE DODIN BOUFFANT / THE POT-AU-FEU. Francia, 2022. Un film escrito y dirigido por Tran Anh Hung. 135 minutos.
Juliette Binoche y Benoit Magimel en LA PASSION DE DODIN BOUFFANT
La comida francesa como estilo de vida es lo que propone el director vietnamita Tran Anh Hung en este relato que resultará apetitoso para los amantes de la “haute cuisine”.
Adaptado de la novela de Marcel Rouf La Vida y Pasión de Dodin Bouffant publicada en 1924, el guión del realizador ambienta su desarrollo en una mansión campestre de Francia hacia finales del siglo 19. En ese apacible rincón se sale al encuentro de la impecable cocinera Eugenie (Juliette Binoche) y del gastrónomo Dodin (Benoît Magimel) quienes durante 20 años conjuntamente han trabajado en la preparación de exquisitas delicias culinarias.
Durante los primeros 30 minutos del relato se observa cómo Eugenie prepara para el desayuno una apetitosa tortilla de huevos recomendando de que para su consumo es necesario valerse de una cuchara. Posteriormente con la ayuda de su asistente Violette (Galatea Bellugi) efectúa los preparativos de una comida para cuatro amigos de Dodin (Emmanuel Salinger, Patrick D’Assumçao, Frédéric Fisbach y Jan Hammenecker), previamente aprobado por el chef, considerado el Napoleón de la gastronomía. A su vez Dodin se encargará de preparar el “pot au feu”, el clásico plato francés de lenta cocción que será destinado a un supuesto príncipe de Estonia. Asimismo el anfitrión remarca la importancia que adquiere disponer de un vino adecuado para degustar una buena comida.
La historia narrada es mínima y en su mayor parte no existen mayores conflictos dramáticos salvo algunos desvanecimientos que experimenta Eugenie, aparentemente por cansancio, aunque se presume que padece de una enfermedad aunque ella terminantemente lo niegue. Para matizar el relato, se aprecia el vínculo sentimental de la pareja; si bien es claro el amor que los une, Eugenie en principio amablemente rechaza la propuesta de casamiento de Dodin, pero posteriormente aceptará su invitación en la medida que culinaria e intelectualmente existe una armoniosa complementación.
La excelente dirección de Anh Hung permite resaltar brillantemente la pasión de la pareja por el arte culinario; en tal sentido la participación del renombrado chef Pierre Gagnaire como consultor refleja la autenticidad de los manjares preparados. Pero precisamente por su propio bien, el relato se extiende más allá de lo necesario en la medida que en su mayor parte se asiste a un curso de comida que aunque sin duda remarcable puede asemejarse a los que suelen difundirse en la televisión.
No obstante la objeción precedente, el film se valoriza por la insuperable actuación de Binoche y Magimel quienes compenetrados por completo en sus personajes irradian la inmensa ternura que los anima. Así, una de las escenas emotivas del film tiene lugar cuando Dodin por primera vez le prepara a su compañera que yace enferma un exquisito plato de comida, o bien en el poético desenlace de esta historia que resultaría indiscreto comentar. Una vez más queda demostrado cómo en ciertos casos sublimes actores pueden engrandecer la visión de una película, sin dejar de lado la notable puesta escénica de Anh Hung que le valió en Cannes el premio a la mejor dirección.
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