Qué es la “trampa de la población” a la que se enfrenta Canadá y cómo puede afectar a quienes planean migrar al país
Qué es la “trampa de la población” a la que se enfrenta Canadá y cómo puede afectar a quienes planean migrar al país
Canadá es conocido, entre otras cosas, por su política de puertas abiertas a la inmigración.
Esto ha permitido, a lo largo de los años, la llegada de talentos y abundante mano de obra que ha dinamizado su economía, entre ellos muchos de América Latina.
Y, en los últimos años, ha convertido a Canadá en uno de los países del mundo en los que más crece la población.
En 2023 el número de habitantes repuntó un 3,2%, la mayor variación desde que existen datos, hasta superar los 40,5 millones, récord histórico de población.
“El crecimiento demográfico de Canadá proviene casi en su totalidad de la inmigración neta permanente o temporal”, indicó una portavoz del Departamento de Inmigración canadiense (IRCC por sus siglas en Inglés).
Más de 1,25 millones de extranjeros se instalaron en Canadá el año pasado entre residentes permanentes y no permanentes.
La magnitud de la cifra ha provocado, sin embargo, que salten las alarmas por la escasez de viviendas disponibles y un fenómeno que amenaza con minar la economía canadiense: la “trampa de la población”.
Te contamos qué ocurre en Canadá y cómo puede afectar a la llegada de migrantes en el futuro.
La política de puertas abiertas
En el último medio siglo, Canadá se ha transformado en una nación multicultural.
Con una inmensa superficie habitada por solo 12 millones tras la Segunda Guerra Mundial, el gobierno canadiense promovió durante las siguientes décadas políticas para atraer a extranjeros que poblaran el país y expandieran su economía.
Además de convertir a Canadá en una de las sociedades más multiculturales del mundo, la inmigración ha sido un motor clave de crecimiento al aportar talento y mano de obra a las empresas.
El primer ministro, Justin Trudeau, que gobierna desde 2015, dio un impulso a las políticas de puertas abiertas con medidas para incrementar progresivamente la admisión de foráneos.
Aunque el gobierno establece límites a los nuevos residentes permanentes (por ejemplo, en 2023 se especificó un máximo de 465.000 visados) hasta ahora no lo ha hecho a los no permanentes, categoría que incluye sobre todo a estudiantes extranjeros, aunque también a trabajadores temporales y refugiados.
Así, el año pasado se concedieron visados a unos 454.590 nuevos residentes permanentes y 804.690 a no permanentes.
Estas cifras, muy superiores a las de años anteriores, suponen el mayor aumento poblacional en Canadá desde que se tienen registros.
Y han provocado, según el Banco Nacional de Canadá (NBC por sus siglas en inglés) el preocupante fenómeno de la “trampa de la población”.
La “trampa de la población”
Mientras la población de Canadá crecía un 3,2% en 2023 respecto al año anterior, el PIB lo hizo solo un estimado 1,29%, a la espera de conocer el dato definitivo.
La “trampa de la población” ocurre cuando el número de habitantes de un país crece rápido, pero su economía no puede desarrollarse al mismo ritmo.
Esto significa que la inversión de las empresas y organismos públicos del país solo alcanza para mantener los recursos actuales, haciendo imposible cualquier aumento en los niveles de vida.
Según el RBC, Canadá sufre este fenómeno debido a un aumento significativo de inmigrantes sin un crecimiento económico equivalente para apoyar a la nueva población.
“Es la primera vez en la historia moderna que nuestro stock neto de capital per cápita ha disminuido anualmente”, le explica Alexandra Ducharme, economista del RBC.
El “stock neto de capital per cápita” es la cantidad promedio de recursos para la producción -como edificios, tecnología y maquinaria- que hay disponible para cada persona.
“Las cifras preliminares indican que el pasado trimestre es probablemente el sexto consecutivo de caída en este índice, lo que sería la racha más larga desde la recesión de 1982”, apunta la economista.
Y asegura que, “a menos que logremos que la inversión se recupere notablemente, será difícil escapar de la trampa, considerando los objetivos de inmigración” del gobierno.
Preguntada por este problema, la portavoz del Departamento de Inmigración afirmó que “en general, la inmigración sigue contribuyendo de forma positiva al crecimiento económico”.
Sin embargo, el RBC cree que la “trampa de la población” puede provocar falta de empleos, presión sobre los servicios públicos y escasez de vivienda.
Esto último ya es un hecho: en los últimos seis años el crecimiento de la población ha superado con creces la construcción de nuevas viviendas, excepto en 2021 cuando la inmigración se limitó por la pandemia.
El problema de la vivienda
En 2023 Canadá sumó 1,2 millones de nuevos habitantes, pero solo comenzaron las obras de unas 200.000 viviendas.
Por cada unidad residencial que se inició el año pasado, 4,2 personas en edad laboral se incorporaron al mercado de trabajo canadiense, según datos del BNC.
Y, si bien los años anteriores a 2023 la diferencia no fue tan grande, este desequilibrio “ha contribuido a la reciente presión extrema sobre la inflación de la vivienda, tanto en los precios de compra como en los alquileres”, según la economista del RBC.
El banco central del país también se hizo eco de este problema.
“En el último año tuvimos un aumento particularmente grande en el crecimiento demográfico a través de la inmigración (…) en un momento en el que había una oferta limitada. Esto se puede ver más claramente en el sector de la vivienda y, en particular, en los alquileres”, dijo Carolyn Rogers, vicegobernadora del Banco de Canadá.
El precio medio de alquiler mensual de un apartamento individual en Canadá se situó en unos $2.000 en diciembre de 2023, un 22% más que dos años antes, y en ciudades como Toronto o Vancouver superó los $2.600, según datos del portal Rentals.ca.
De continuar esta tendencia habría una escasez de aproximadamente 3,5 millones de viviendas para el año 2030, estimó en un informe reciente la Corporación de Hipotecas y Viviendas de Canadá.
El Departamento de Inmigración, sin embargo, se mostró optimista: “Aunque el crecimiento demográfico por la inmigración aumenta la demanda de vivienda, infraestructura y servicios, también contribuye significativamente a la oferta de mano de obra, incluido el sector de la construcción, para edificar nuevas viviendas”, dijo a BBC Mundo su portavoz.
El gobierno puso en marcha en marzo del año pasado el Fondo Acelerador de Vivienda, al que asignó US$4.000 millones hasta 2026-27 para fomentar una mayor construcción de edificios residenciales en las ciudades.
Esta iniciativa tiene como objetivo proveer 100.000 unidades adicionales en todo el país en los próximos años, agilizando la burocracia en planificación y aprobaciones.
No obstante, la cifra se considera insuficiente para absorber el acelerado ritmo de crecimiento de la población.
El nuevo límite a estudiantes
Gran parte de los extranjeros que se mudan a Canadá lo hacen a través de programas de estudios.
La educación internacional aporta unos US$16.400 millones cada año a la economía canadiense y genera más de 200.000 puestos de trabajo, según datos de Inmigración.
Matricularse en una universidad canadiense garantiza a los estudiantes extranjeros un visado temporal que, con los años, se puede convertir en permanente.
Solo en 2023, Canadá expidió 560.000 nuevos visados de estudiante, algo menos de la mitad de los extranjeros que se mudaron ese año al país norteamericano.
“Este aumento también está ejerciendo presión sobre la vivienda, la atención sanitaria y otros servicios”, afirmó a mediados de enero el ministro de Inmigración, Marc Miller, que recientemente anunció una nueva medida para evitar esto.
El gobierno ha limitado por dos años desde 2024 el número de nuevos visados para estudiantes internacionales a 360.000, lo que supondrá un recorte del 35% respecto a 2023.
La reducción de la cuota se distribuirá entre las provincias, según la capacidad de cada una de ellas de proveer alojamiento a nuevos residentes.
Por su parte, el gobierno lanzó un programa piloto para tratar de que los nuevos ciudadanos se asienten en las zonas rurales y del norte del país, donde la presión demográfica es menor.
Este programa “crea una vía hacia la residencia permanente para trabajadores extranjeros cualificados, alentando a los nuevos inmigrantes a distribuirse uniformemente por todo el país en lugar de establecerse en grandes centros urbanos donde la vivienda y el costo de vida es menos asequible”, indicó la portavoz de Inmigración.
Expertos creen que las iniciativas del gobierno contribuyen a aliviar los efectos de la explosión demográfica en Canadá, si bien la mayoría ven con escepticismo que pueda solucionar los problemas de la “trampa de la población” y la escasez de vivienda.
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