Qué dice de la economía de Cuba que el gobierno pida ayuda al Programa Mundial de Alimentos de la ONU
Qué dice de la economía de Cuba que el gobierno pida ayuda al Programa Mundial de Alimentos de la ONU
- Tan difícil está la situación económica en Cuba que por primera vez el gobierno solicitó oficialmente ayuda al Programa Mundial de Alimentos (PMA) de Naciones Unidas para mantener la distribución de leche subsidiada a los niños menores de siete años.
Una portavoz de la organización internacional confirmó que el PMA recibió formalmente la petición por parte del gobierno de Miguel Díaz-Canel y que ya se encuentra asistiendo al gobierno de la isla.
Con el apoyo de la organización humanitaria, el gobierno intentará mantener la entrega mensual de un kilo de leche a los niños de la isla.
El programa de la ONU destacó la importancia de la solicitud a través de un comunicado difundido por la Agencia EFE, en el contexto de una “profunda crisis económica” que está impactando “significativamente la seguridad alimentaria y nutricional de la población”.
“Es la primera vez que Cuba solicita apoyo emitiendo una comunicación oficial al más alto nivel de dirección del PMA”, señala el comunicado.
Los niños de hasta 7 años y las personas con dietas especiales reciben leche a través de una libreta de abastecimiento (cartilla de racionamiento) a un precio subvencionado por el gobierno, pero en los últimos meses el producto se ha vuelto cada vez más escaso.
La situación fue reconocida por la ministra de Comercio Interior, Betsy Díaz Velázquez, quien dijo que se están tomando medidas para que la población más vulnerable sea la que reciba la leche subsidiada.
“La cantidad de leche en polvo disponible hoy condiciona que haya que establecer prioridades dentro de las prioridades”, dijo recientemente, según los medios locales.
Varios medios de comunicación intentaron contactar al gobierno cubano para hablar sobre esta situación, pero hasta el momento no se recibió una respuesta.
Como medida de emergencia, algunas provincias han tenido que limitar la distribución del producto a un menor número de personas o reducir las cantidades repartidas, mientras que algunos reportes locales señalan que en algunas zonas se están distribuyendo productos con vitaminas para reemplazar el consumo de leche.
Aunque en Cuba es posible encontrar en el comercio leche líquida o en polvo, sus precios son inaccesibles para la inmensa mayoría de la población.
Desde la década de los 60, el gobierno cubano ha implementado un programa de asistencia alimentaria a través de la entrega de algunos productos de la canasta básica, pero debido a las constantes crisis que ha sufrido el país en los últimos años, muchas familias reclaman que no tienen comida ni siquiera para cubrir las necesidades mínimas.
Secretos estratégicos
Pascal Fletcher, analista
Aunque los ministros cubanos aparecen con frecuencia en la televisión estatal para explicar la escasez de alimentos y energía a la población, así como para anunciar las soluciones propuestas que nunca se concretan, los detalles específicos sobre la situación general de suministros de la isla caribeña en cualquier momento dado suelen considerarse sensibles y un secreto estratégico.
Lo mismo sucedería con las solicitudes de alto nivel de Cuba a otros países e instituciones para obtener ayuda.
Aunque reconocen escasez y dificultades en el suministro de combustible, medicamentos y alimentos básicos, como el pan y la leche, las autoridades cubanas lo que siempre hacen es insistir en señalar al largo embargo económico de Estados Unidos contra la isla como la principal fuente de los problemas cotidianos de los cubanos en lugar de ver su decadente infraestructura.
También acusan a los “enemigos”, refiriéndose al gobierno de Estados Unidos y a los exiliados cubanos radicales, de utilizar las sanciones y la escasez para intentar fomentar disturbios antigubernamentales en Cuba, así como de exagerar problemas para socavar la moral y la lealtad al sistema comunista de partido único que vivió de las arcas de Rusia por muchos años y a lo cual los isleños se acostumbraron.
Por lo tanto, no sorprende que la noticia de que Cuba haya solicitado ayuda al Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la ONU para proporcionar leche en polvo a sus niños menores de siete años, no fuese destacada por los medios estatales.
Estos estaban más enfocados en enfatizar, como “prioridad estratégica” la intensificación de la lucha contra “el crimen, la corrupción, las ilegalidades y la indisciplina social” por parte de las autoridades, prometiendo “mano dura” contra tales prácticas.
También anunciaron planes para aumentar los precios de la gasolina y la electricidad a partir de este 1 de marzo, algo para lo que los cubanos ya se estaban preparando, preguntándose cómo harán frente a este intenso apretón en sus ya maltrechos presupuestos familiares.
Sin embargo, ya el 16 de febrero la ministra de Comercio Interior, Betsy Díaz Velázquez, había anunciado problemas con “la distribución de leche”, citando “dificultades en la compra de leche en polvo en el extranjero” y problemas internos de suministro y procesamiento en la industria láctea nacional.
Y también reconoció específicamente “la valiosa contribución del Programa Mundial de Alimentos (PMA) con donaciones” entre los esfuerzos para resolver el problema.
La agencia alimentaria de la ONU ha estado en Cuba desde 1963 y ha proporcionado asistencia alimentaria a la isla, especialmente después de importantes desastres naturales, como huracanes.
También ha participado en programas de alimentación escolar y en el suministro de leche en polvo a bebés de entre 6 y 23 meses, y el PMA había reforzado este apoyo en los últimos años, ya que Cuba, como muchas otras economías en desarrollo, fue golpeada por la pandemia de covid-19 y los altos precios de los alimentos y la energía provocados por la guerra de Rusia en Ucrania.
Las donaciones de alimentos a Cuba, como por ejemplo la de aceite vegetal proveniente de Rusia, aliado de La Habana, también suelen canalizarse a través del PMA.
La noticia de que el gobierno de Cuba había acudido directamente a los dirigentes del PMA en busca de ayuda simplemente confirma lo que la mayoría de los cubanos reconoce en su vida diaria: que la situación económica en la isla es terrible y que el gobierno enfrenta desafíos complejos para encarar esta situación, mientras insiste en “no rendirse” a las demandas de cambio político.
Más restricciones
En medio de una apremiante situación alimentaria, este viernes entra en vigor un aumento en el precio de la gasolina de más de 400%, un mes después de la fecha prevista inicialmente.
Vladimir Regueiro, ministro de Finanzas y Precios, informó además que habrá un incremento de 25% en el precio de las tarifas de electricidad para los sectores de mayor consumo, como parte de una batería de medidas anunciadas en diciembre con el objetivo de disminuir el déficit fiscal que afecta al país.
El aumento del precio de la gasolina ha causado gran preocupación entre los cubanos, quienes temen una escalada de precios en el país.
Largas filas y aglomeraciones se registraron en enero en las estaciones de gasolina, antes de que el gobierno pospusiera la entrada en vigor de las medidas alegando “un incidente de ciberseguridad en los sistemas informáticos”.
Esa misma semana fue destituido el ministro de Economía, Alejandro Gil, uno de los políticos de más alto perfil hasta entonces en la isla y quien había admitido que el gobierno no podía seguir subsidiando el combustible.
Para este año también está previsto un aumento en el precio del gas licuado.
Estas medidas suponen uno de los mayores ajustes macroeconómicos que realiza el gobierno en décadas como respuesta a una crisis frecuentemente comparada a la del llamado Periodo Especial, cuando colapsó la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas en los años 90 y Cuba se quedó sin su principal soporte económico y político en el exterior.
El presidente Díaz-Canel atribuyó el problema de combustible al incumplimiento de compromisos de los países que suministran petróleo a la isla porque enfrentan “una situación energética compleja”.
Venezuela es el principal proveedor de crudo de Cuba, mientras que México y Rusia contribuyen desde el año pasado a atenuar el severo déficit de la isla.
Según estimaciones oficiales, la economía cubana se contrajo alrededor de un 2% en 2023, mientras que la inflación cerró en un 30%.
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