Un tribunal ecuatoriano ha declarado este viernes ilegal la detención de Jorge Glas llevada a cabo el viernes pasado en la Embajada de México en Quito, donde estaba esperando recibir un salvoconducto en su calidad de asilado político cuando la policía local ecuatoriana entró a la fuerza y se lo llevó en volandas. La violación de la soberanía mexicana ordenada por el presidente Daniel Noboa ha generado un conflicto diplomático que ha llevado a la ruptura de relaciones entre los dos países y ha motivado la condena del resto de naciones casi por unanimidad.

El tribunal considera que la captura se produjo de forma arbitraria, ya que se violaron los derechos de Glas y de paso la normativa nacional para el allanamiento de misiones diplomáticas. Pocos días antes del asalto, el presidente López Obrador había concedido la condición de refugiado político al exvicepresidente de la época de Rafael Correa, que se considera perseguido por las autoridades ecuatorianas y, por tanto, víctima de lawfare.

Glas pasó cinco años en prisión por un caso de corrupción y estaba a punto de entrar de nuevo en la cárcel por una acusación de peculado, medida preventiva que se esperaba que aplicara el juez que lleva el caso. Eso le llevó a refugiarse en la embajada mexicana, a la espera de que el Gobierno de ese país le ofreciera la protección, lo que ocurrió la semana pasada. México contaba con que Noboa diera el paso siguiente y le emitiera un salvoconducto al político para que pudiera volar a la Ciudad de México pero, en lugar de eso, se cometió el sorprendente asalto a la embajada. Noboa violó lo acordado en la Convención de Viena. Ecuador se ha justificado asegurando que Glas es un delincuente común y que no merece la condición de asilado.

En la misma audiencia, los jueces han negado la solicitud de habeas corpus que había presentado la defensa de Glas para sacarlo de la cárcel La Roca, la prisión de máxima seguridad en la que se encuentra detenido en Guayaquil junto a los líderes de las pandillas, los grupos criminales que han convertido a Ecuador en los últimos años en el país más peligroso del continente. Los abogados pedían que el exvicepresidente sea devuelto a dicha legación o a otra embajada que garantice su asilo. Ni le han concedido ni una cosa ni la otra.

Mientras tanto, en la Corte Nacional de Justicia, la Fiscalía ha pedido vincular al exvicepresidente en un nuevo proceso por el presunto delito de peculado por el mal uso de fondos públicos que debían estar destinados para la reconstrucción de las zonas afectadas por un terremoto en 2016. Glas dirigió el Comité de la Reconstrucción que administró un fondo de 3.000 millones de dólares para obras. Según la hipótesis del fiscal, varios proyectos ejecutados por esa entidad no tenían relación con las obras de emergencia a las que debían estar destinados ese dinero. En este momento el juez está deliberando la resolución que le aplica y en las próximas horas se conocerá