CRÓNICAS. Día del Padre
CRÓNICAS. Día del Padre
Por: Lucía P. de García
Toronto.- Contrario a lo que sucede con el Día de la Madre que se celebra con gran amor y alegría en todo el mundo, el Día del Padre no despierta mucho entusiasmo. Esto se debe sin duda, a que es la madre quien desde su gestación ama incondicionalmente a su hijo, por él soporta toda clase de sufrimientos, humillaciones, lo protege con abnegación, se juega la vida por él. En cambio hay individuos que abandonan a la mujer en cuanto se enteran que lleva en su vientre al ser del cual es padre; que no asumen su paternidad en lo económico y dejan que sea la madre quien se las arregle sola; son viciosos, libertinos, violentos, maltratan a los vástagos igual que a la madre; están ausentes o definitivamente se olvidan de sus hijos, todo lo cual fomenta el machismo.
Expertos en esta materia afirman que si bien la madre es quien siembra en sus hijos sentimientos, espiritualidad, calidez, fortaleza, es el padre quien influye en la conducta que tendrán en sus vidas. Se ha comprobado que el 94% de los delincuentes juveniles que no han crecido con la guía y protección paterna son inestables, tienen problemas en los estudios, frustración, agresividad, carecen de sentido de pertenencia. Las hijas sufren dolor, soledad, resentimiento, baja autoestima, dificultades en sus relaciones sociales.
Según estadísticas mundiales proporcionadas por entidades como Naciones Unidas, Family Watch, Universidad de Harvard, y estudios de destacados sociólogos y psicólogos, un promedio de 70% de niños y adolescentes han sido abandonados por su padre. En ciertas regiones del planeta la ausencia llega al 93%. A estas alarmantes cifras se suma otra problemática difícil: padres que en las cárceles cuidan a sus hijos; padres que emigran en búsqueda de oportunidades que les permitan solventar económicamente a sus familias; padres que en pos de incrementar sus ganancias económicas suplen su ausencia ante los hijos con cosas materiales.
Todo indica que son excepcionales los casos de padres responsables que junto con las madres mantienen hogares estables, crían y forman con amor a sus hijos. Ante las realidades descritas, todas las religiones piden concienciar a la sociedad sobre los valores de la familia, sobre el compromiso que significa brindarles un hogar pleno de cariño, armonía, confianza, serenidad, solidaridad. Naciones Unidas exhorta a los 92 países que no tienen políticas de permiso de paternidad crearlas legalmente, para que desde el nacimiento del hijo empiece la crianza conjunta entre madre y padre, experiencia sublime y enriquecedora que auspicia una sociedad más igualitaria, justa, progresista y de paz.
Con la esperanza de que los casos excepcionales se multipliquen, este año se celebra otro Día del Padre. La iniciativa la tuvo en 1910 Sonora Smart Dodd, escritora, poeta, escultora y empresaria nacida en Arkansas en 1882. Cuando ella tenía 16 años de edad falleció su madre durante el parto de su último bebé, dejando al padre, William Smart, granjero y veterano de la Guerra Civil, la dura tarea de cuidar seis vástagos, afrontar las labores del hogar y al mismo tiempo trabajar en el campo. Como hija mayor ella le ayudó en lo que pudo, admirando y valorando siempre el rol de padre-madre que él asumió “con gran coraje, devoción y sacrificio”.
Sonora se casó con John Dodd. Encontrándose la pareja en la Iglesia Metodista Central de Spokane para celebrar el Día de la Madre, ella pensó que los padres merecían festejar su día por igual. Un año después presentó ante la Alianza Ministerial una solicitud en ese sentido, señalando que se fijara como fecha cada 5 de junio, para que coincidiera con el cumpleaños de su progenitor. La respuesta fue positiva, sólo se le indicó que en vista de que no había mucho tiempo para preparar los sermones el evento debía posponerse dos semanas.
Así, el Tercer Domingo de Junio de 1910 se celebró oficialmente el primer Día del Padre en el mundo. Fue en Spokane donde en las iglesias se oró por los padres y se les dedicó frases que exaltan su labor amorosa, dedicada, responsable. La noticia se publicó en varios diarios nacionales, y desde aquel día Sonora empezó a recibir cientos de cartas de felicitación y agradecimiento por su iniciativa. Al morir en 1978, Spokane la despidió con honores.
En 1924 el ex presidente estadounidense Calvin Coolidge exaltó la celebración y recomendó continuarla. En 1966 el ex presidente Lyndon B. Johnson oficializó la fecha por Resolución. La mayoría de países que la acogieron festejan a los padres en junio. En otros lugares como Andorra, Bélgica, Bolivia, Croacia, Honduras, Italia, Liechtenstein, Marruecos, Mozambique, Portugal y Suiza se ha preferido celebrar el Día del Padre cada 19 de Marzo, día de San José, esposo de María, madre de Jesús. Es que José representa no sólo al esposo ejemplar sino al padre excepcional que cuida y protege al hijo adoptado con ese amor íntegro, sincero y generoso que sale del corazón, por lo que el mérito es aún más grande…
Son esos maravillosos padres adoptivos, biológicos, los que por determinada razón crían solos a sus hijos desempeñándose también con el rol de madre, quienes son dignos de ser llamados cariñosamente “PADRE, PAPÁ, PAPI, TAITA, TATA, PADRAZO, VIEJITO”, y más aún ser festejados con un sonoro y alegre ¡Feliz Día del Padre!
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