La menopausia es una nueva mina de oro para la industria farmacéutica
La menopausia es una nueva mina de oro para la industria farmacéutica
- Un suero que anuncia la firmeza en la piel. Polvos que aseguran desterrar los sudores durante la noche. El interés en productos dirigidos a los síntomas de la menopausia, desde productos para el cuidado de la piel hasta suplementos y snacks especiales, está en auge. Sin embargo, los profesionales puntualizan que estos productos pueden resultar ineficientes o incluso perjudiciales.
La perimenopausia y la menopausia están presentes en la vida de alrededor de 10 millones de mujeres mayores de 40 años en Canadá, según datos de Statistics Canada. Los síntomas tradicionales, como los sofocos, cambios de humor e insomnio, pueden resultar muy molestos. De hecho, la Fundación Menopausia de Canadá indica que el 10% de las mujeres dejan sus empleos por no poder gestionar los síntomas.
Tras años de invisibilidad, estas mujeres se encuentran ahora con un alud de productos prometiendo paliar sus síntomas. No obstante, los especialistas advierten que estos productos rara vez cumplen con lo que prometen.
“Lo considero un espectáculo de marketing”, comentó la Dra. Jerilynn Prior, profesora de endocrinología de la Universidad British Columbia. “Es una gran oportunidad para aquellos interesados en vender algo”.
Se estima que el mercado global de productos relacionados con la menopausia fue de 17 mil millones de dólares el pasado año y se espera que aumente a 24 mil millones anuales para 2030, según la empresa de investigación Grand View Research.
Existe un creciente interés por aprovechar este incremento, incluyendo a numerosas celebridades que han comenzado a promocionar productos para la menopausia. Como ejemplo, la actriz Drew Barrymore afirmó que toma una pastilla con cromo, jara y raíz de maca, un suplemento que ella dice que ayuda a controlar los sofocos y mantiene en equilibrio sus hormonas para el control del peso. En las redes sociales, los influencers sugieren que el extracto de cohosh negro y el aceite de prímula pueden ayudar a controlar los sudores nocturnos y sofocos.
“Sé que los algoritmos me tienen en su punto de mira. Compré suplementos”, cuenta Sachelle Prosper, de 49 años. Esta ciudadana de Toronto afirma que constantemente le aparecen anuncios de estos productos en Instagram. “Existen tantos síntomas y ninguna pastilla mágica que los solvente. Terminas gastando mucho dinero en una variedad de tratamientos con la esperanza de que alguno funcione”.
A sus 41 años, Sasha Howell ya está experimentando cambios en su piel y cabello relacionados con la menopausia. Sin embargo, los miembros mayores de su familia no hablan mucho sobre lo que ella debe esperar, por lo que tiene que buscar soluciones por su cuenta. Recientemente asistió a un evento sobre menopausia en Toronto con el objetivo de informarse mejor y encontrar estrategias de bienestar.
Hay, sin embargo, un debate sobre la regulación de estos suplementos. Prior, de la UBC, muestra preocupación por la calidad de la investigación utilizada para promocionar estos productos. “Te encuentras con mucho sesgo cada vez que una empresa lleva a cabo un estudio del que espera lograr beneficios”, afirma.
Nicole Rourke, profesora de marketing en el St. Clair College, comenta que hablar de la menopausia siempre ha sido una cuestión espinosa. “La palabra \’período\’ [refiriéndose a la menstruación] apareció por primera vez en televisión en 1985”, recuerda. “Por tanto, no sorprende que las mujeres que comenzaron su menstruación en 1985 sean las mismas que ahora están atravesando la menopausia, y exista una mayor apertura para hablar de ello”.
Lo claro es que hay muchas mujeres en busca de respuestas, como Nadine Schumont, de Toronto. Sufre sofocos cada dos horas y los sudores nocturnos le obligan a cambiarse de ropa varias veces. Ha probado con los suplementos de cohosh negro para lidiar con el problema, así como con una serie de cremas y la reflexología. “A mis 54 años ya lo he intentado todo y nada funciona. Cualquier alivio dura apenas un mes y luego mi cuerpo queda igual que antes”.
Desde la Clínica de Menopausia del Hospital Mount Sinai en Toronto, la Dra. Wendy Wolfman anima a las mujeres a tratar el tema de la terapia de reemplazo hormonal con sus médicos.
La terapia de reemplazo hormonal se encarga de reemplazar el nivel de estrógeno y progesterona del organismo de la mujer durante y después de la menopausia, periodos en los que estos niveles decrecen.
“Sabemos lo que funciona y lo que no. Casi todo lo que puedes comprar sin receta para los sofocos probablemente no funcionará muy bien”.
Wolfman advierte que muchos suplementos son en su mayoría inútiles y potencialmente perjudiciales. Señala que hay poca evidencia científica de que estos productos proporcionen un alivio a largo plazo para los síntomas de la menopausia.
“Que el comprador tenga precaución. No gastes tu dinero en vano”.
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