La Navidad de la ira de Trump: de los “lunáticos de izquierda” al control de Canadá, Groenlandia, y el canal de Panamá
La Navidad de la ira de Trump: de los “lunáticos de izquierda” al control de Canadá, Groenlandia, y el canal de Panamá
– El presidente electo aprovecha el día festivo para despotricar de nuevo contra sus adversarios e insistir en sus ambiciones imperiales
Al más puro y odioso estilo Donald Trump, el presidente electo pasó el día de Navidad criticando, como de costumbre, a sus adversarios, a quien tildó de “lunáticos radicales de izquierda”, en una serie de mensajes publicados en su red social Truth. Mientras Joe Biden felicitaba al país con un tradicional mensaje navideño sobre el poder de la fiesta “para levantarnos, unirnos, de cambiar el mundo”, el republicano despotricaba online sobre algunos de sus temas favoritos últimamente: volver a poner el canal de Panamá bajo control estadounidense, comprar Groenlandia y anexionarse Canadá.
Su mensaje comenzó con el canal de Panamá: “Feliz Navidad a todos, incluyendo a los maravillosos soldados de China, que están operando amorosa, pero ilegalmente, el canal de Panamá (donde perdimos 38.000 personas en su construcción hace 110 años), siempre asegurándose de que Estados Unidos ponga miles de millones de dólares en dinero para ‘reparaciones’, pero no tendrán absolutamente nada que decir sobre ‘nada’”. Repetía así algunas de las quejas sobre la infraestructura construida por el Gobierno estadounidense, que mantuvo control (y ganando miles de millones de dólares) sobre la vía navegable hasta 1977, cuando pasó a ser operado conjuntamente por ambos países hasta que Panamá obtuvo el control total después de 1999.
El presidente electo lleva varios días planteando a su gente la idea de retomar el control sobre el paso marítimo si los barcos estadounidenses no obtienen considerables rebajas en las tarifas por usarlo. Además, el magnate ha alegado —sin aportar prueba alguna, como es habitual— que China, potencia enemiga, está a cargo del canal. El Gobierno panameño, por su parte, ha sido contundente en su respuesta a Trump: “Cada metro cuadrado del canal de Panamá y su zona adyacente, es de Panamá y lo seguirá siendo”, dijo el presidente del país, el conservador José Raúl Mulino, el pasado domingo. “La soberanía e independencia de nuestro país no son negociables”, agregó.
Sin embargo, su declaración sirvió de poco para disuadir al republicano de seguir afirmando que retomaría la vía. Otro mandatario que no ha logrado apaciguar a Trump es el primer ministro, Justin Trudeau. Trump continuó su mensaje navideño hablándole directamente a él: le deseó (a Trudeau) una linda fiesta a la vez que le acusó de imponer impuestos a los ciudadanos del país vecino que “son demasiado altos”. “Pero si Canadá se convirtiera en nuestro 51º Estado, sus impuestos se reducirían en más de un 60%, sus empresas duplicarían inmediatamente su tamaño y estarían protegidos militarmente como ningún otro país del mundo”, añadió.
En la publicación también volvió a referirse a Trudeau como un “lame Duck” y “gobernador de Canadá”, un insulto que lleva repitiendo desde la semana pasada cuando empezó a flotar la idea de que el país norteamericano fuera anexionado por Estados Unidos. Sus burlas llegan más cuando Trudeau se enfrenta a una dura campaña de reelección y después de que el presidente electo le amenazara con la imposición de aranceles del 25% a las importaciones si no frenaba la inmigración irregular hacia Estados Unidos.
Luego, Trump se dirigió “al pueblo de Groenlandia, que Estados Unidos necesita por motivos de seguridad nacional y, que quiere que Estados Unidos esté allí”. El magnate ya dijo en 2019, durante su primer mandato, que estaba considerando la posibilidad de comprar Groenlandia, un territorio autónomo perteneciente al reino de Dinamarca. De hecho, el republicano quiso intercambiar Puerto Rico —un territorio no incorporado a Estados Unidos— por Groenlandia. Llegó incluso a sugerir que Estados Unidos le quitara dinero federal a Puerto Rico, que luchaba por recuperarse después de que el mortal huracán María destruyera la isla en 2017, para hacer la compra.
Ahora, el presidente electo ha vuelto a poner el asunto sobre la mesa, a menos de un mes de su regreso a la Casa Blanca. El republicano insiste en que la compra de Groenlandia, la isla más grande del mundo que no forma un continente, sería estratégica y necesaria para la seguridad nacional de Estados Unidos y la “libertad de todo el mundo”. Al igual que el mandatario panameño Mulino, el primer ministro de Groenlandia, Múte Egede, ya le aseguró a Trump que el territorio “no está a la venta”.
Finalmente, el republicano acabó su diatriba volviendo a temas más habituales: denunció a la izquierda, a la Administración Biden y lo que él considera una persecución política en su contra. “Feliz Navidad a los lunáticos de la izquierda radical, que están constantemente intentando obstruir nuestro sistema judicial y nuestras elecciones, y siempre van a por los grandes ciudadanos y patriotas de Estados Unidos, pero, en particular, a por su oponente político, YO”, escribió.
Hizo referencia también a la posibilidad de que el demócrata indulte a miembros de su Administración para protegerlos de las represalias de Trump cuando asuma el cargo el próximo mes: “Ellos saben que su única posibilidad de sobrevivir es obtener indultos de un hombre que no tiene ni idea de lo que está haciendo”. Y criticó a Biden por haber conmutado la pena de muerte de 37 de los 40 presos condenados por delitos federales, quienes ahora están condenados a cadena perpetua sin posibilidad de revisión.
“Tuvimos la elección más grande en la historia de nuestro país, una luz brillante brilla ahora sobre Estados Unidos y, en 26 días, vamos a, HACER A AMÉRICA GRANDE DE NUEVO. ¡FELIZ NAVIDAD!”, terminó el mensaje navideño del próximo presidente del país.
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