Las personas con estatus migratorio precario deben ser muy precavidas en lo que hacen
Las personas con estatus migratorio precario deben ser muy precavidas en lo que hacen
Por Vilma Filici
filici@filici.com
TORONTO. Hace algún tiempo llegó a mi oficina una pareja amiga que me contó una historia que les había sucedido recientemente, la cual me dejó pensando mucho sobre lo poco inteligentes que son algunos inmigrantes cuando se encuentran en situaciones que no les son favorables.
Me contaron que conocieron a un estudiante internacional que había dejado de estudiar porque no había recibido los fondos que le enviaban sus familiares desde su país de origen, y consecuentemente no pudo pagar la universidad. Y a pesar de que estaba ya en cuarto año, próximo a graduarse, la universidad no le permitió seguir estudiando mientras no pagara todo el dinero que les debía.
Eso le complicó la estadía en Canadá a este joven, porque si no estudia durante seis meses, automáticamente caduca el permiso de estudio y el permiso de trabajo que se le da a los estudiantes internacionales y por tanto la persona queda en el país sin estatus migratorio.
Al enterarse de la situación que estaba viviendo este joven, esta pareja lo acogió y le proporcionó casa y comida gratis durante casi un año, pero en algún momento se dieron cuenta que les taba faltando dinero en la casa, les estaban faltando joyas, comenzaron a poner atención a lo que estaba sucediendo hasta que llegaron a la conclusión de que este joven les estaba robando.
En ese momento se encontraron en un problema muy delicado, ya que no querían llamar a la policía. Primero porque no tenían pruebas, solamente tenían la sospecha porque nunca habían tenido este tipo de problemas, los cuales coincidentemente comenzaron cuando este joven llegó a vivir con ellos.
Tampoco querían llamar a la policía porque sabían que, aunque no le hicieran cargos criminales, los agentes lo iban a entregar a la Agencia de Servicios de Frontera de Canadá (Canada Border Services Agency, CBSA) dado que el joven ya no estaba estudiando y por lo tanto ya no debería estar aquí en el país.
Esta familia tuvo compasión con el joven y únicamente le pidió la hitación diciéndole que la necesitaban para su nieto que iba a llegar a vivir con ellos. El joven se fue, pero un mes después recibieron una llamada de otros amigos, quienes les dijeron que estaban desesperados porque desde que este joven llego a vivir a su casa se les había perdido dinero, se les había desaparecido de las billeteras y de las carteras y no sabían qué hacer.
Al final, ellos no esperaron mucho y llamaron a la policía, la cual no le hizo cargos criminales al joven, pero sí efectivamente lo entregó a los oficiales de la CBSA, quienes iniciaron una investigación en la cual comprobaron que el joven no estaba estudiando, que le debía varios miles de dólares a una universidad de la ciudad, e iniciaron el proceso para sacarlo del país.
Cuento esta historia para explicar y hacer énfasis en que cuando una persona se encuentra en una situación como la de este joven, debería tener mucho más cuidado con lo que hace, debería saber que de alguna manera está faltando a las leyes de inmigración canadienses, y que el llamar la atención de la policía o de los agentes de la CBSA los va a llevar a una deportación segura.
Esto también sucede a veces con personas que se encuentran de forma indocumentada en el país y que manejan en estado de ebriedad, son parados para un chequeo de rutina y obviamente al comprobar que van borrachos les hacen cargos criminales por ese delito, pero también los entregan al Departamento de Inmigración.
En muchas oportunidades también hemos visto personas que se han olvidado de pagar algo en una tienda o que han tenido problemas en la familia y ha habido abuso físico o abuso verbal, la pareja afectada llama a la policía y la persona es detenida, procesada por el delito que cometió, y en muchas ocasiones termina siendo deportada del país.
Conociendo la situación en la que se encuentran, sin estatus migratorio o con un estatus precario, estas personas deberían tener un comportamiento mucho mejor que el que tiene un ciudadano canadiense, ya que cualquier llamado de atención hacia su persona lo mas probable es que termine en una detención y en un proceso de deportación.
Particularmente deben tener mucho cuidado los estudiantes internacionales, como por ejemplo en el caso de este joven, quien al encontrarse en la situación en la que se encontró debería haber hecho una solicitud al Departamento de Inmigración, haberles informado que estaba teniendo problemas para recibir los fondos económicos desde su país de origen, explicar el motivo por el cual no podía recibirlos y haber solicitado un permiso de trabajo. O también puedo haber regresado a su país de nacionalidad hasta que pudiera regresar de nuevo a Canadá con una nueva visa de estudiantes. Obviamente esta visa no se la iban a otorgar a menos de que le pagara a la universidad el dinero que le debía.
Pero arriesgarse a quedarse mintiendo, porque básicamente era una mentira ya que estaba con permiso de estudiante, pero no estaba estudiando, definitivamente no lo debía haber hecho porque con seguridad lo va a llevar a graves problemas.
Hay una sección de la ley migratoria que le permite a un estudiante internacional que se encuentra en una situación de este tipo, comprobable, ya sea que haya habido un cambio de gobierno en su país o que haya habido algún problema en la familia y el estudiante no puede pagar sus estudios, existe la posibilidad de que se pueda pedir un permiso de trabajo para mantenerlo en Canadá hasta que pueda volver a sacar su visa de estudiante.
Pero no es aconsejable que se rompan las leyes. También vimos en los medios de comunicación el caso de un joven que a pesar de que estaba estudiando y de que se encontraba cumpliendo con un programa de estudios, trabajó más de las 20 horas que se le permite trabajar a los estudiantes internacionales y se metió en graves problemas migratorios. Definitivamente hay que cumplirá las leyes del país para garantizar la estadía en Canadá.
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