CRÓNICAS. Día Internacional del Abrazo
CRÓNICAS. Día Internacional del Abrazo
Por: Lucía P. de García
Toronto.- Se ha establecido cada 21 de enero como el Día Internacional del Abrazo. El tema parecería un tanto banal y acaso innecesario, más, es muy importante pues de los abrazos prácticamente depende la vida.
Quien se dio cuenta de su trascendencia es el estadounidense Kevin Zaborney, al experimentar que en su propia familia desaparecían los nexos afectivos por falta de abrazos; cada cual existía en su propia individualidad, indiferencia. Tal circunstancia no sólo se daba en su entorno, ocurría entre sus amigos y sus respectivas familias, en la propia sociedad restándole alegría al quehacer diario, volviéndolo una carga aburrida, creando recelos y distancias, acaso prejuicios, racismo. Como solución, Zaborney creó el Día Internacional del Abrazo. Lo festejó por primera vez el 21 de Enero de 1986 en Clio, Michigan. La celebración empezó a difundirse por todo el país al insertar la fecha en el Calendario de Eventos Chase, que se distribuía en Estados Unidos como una forma de recordar las festividades anuales locales.
Se ha comprobado médicamente que un abrazo alivia todas las dolencias, sean físicas o psicológicas. El abrazo tiene su propio idioma, sin palabras nos permite expresar sentimientos. Reafirma la seguridad en nosotros mismos, la autovaloración, el reconocimiento que estimula realizar actos positivos. Alivia la timidez, hace más espontáneas a las personas, les ayuda a entrar en confianza, a participar en actividades de grupo.
Al ser el abrazo un intercambio de energía entre quien da y quien recibe, los médicos señalan que nivela las alteraciones fisiológicas, combate la depresión, la ansiedad. El cuerpo humano funciona de mejor manera, se incentiva la concentración de los sentidos. Al dar y al recibir un abrazo se transfiere la sensación de protección. El cerebro secreta dopamina y serotonina, lo que provoca placer. El sentirse querido disminuye la presión arterial.
El abrazo impulsa vencer el miedo, los desafíos, alienta seguir adelante, infunde fortaleza, entusiasmo, reciprocidad. Los psicólogos afirman que el abrazo sincero sacia “el hambre de piel”, la necesidad de contacto humano que alivia, sana, infunde ganas de vivir, sentir la felicidad de amar y de ser amados.
Un artículo publicado hace algunos años en la revista Selecciones con el título “El Abrazo Salvador” lo confirma: gemelas recién nacidas fueron ubicadas cada una en su incubadora, al ponerse una de ellas al borde de la muerte, la enfermera que las cuidaba las juntó e hizo que la niña sana abrazara a la afectada, quien sanó al estabilizar ritmo cardíaco, pulso, temperatura corporal.
Se dice que la dosis mínima de abrazos por persona es 6 al día. Los niños necesitan muchos más. Para abrazar no hace falta un determinado día y hora, hay que hacerlo siempre, con sinceridad y cariño, incluso intercambiarlo a la distancia es reconfortante. El abrazo además es un medicamento único: la sobredosis nunca hace daño…
Comments (0)