La República de Indian Stream, el pequeño país que existió durante 3 años entre EE.UU. y Canadá y hoy da nombre a un whisky
La República de Indian Stream, el pequeño país que existió durante 3 años entre EE.UU. y Canadá y hoy da nombre a un whisky
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La pequeña república contaba con una asamblea que dictaba leyes y jueces para resolver disputas.
Trump: “Muchos canadienses quieren que Canadá se convierta en el estado número 51. Ahorrarían muchísimo en impuestos y en protección militar. Creo que es una gran idea. ¡El estado número 51!”.
Con este mensaje publicado en su red social Truth, el flamante presidente de Estados Unidos, Donald Trump, acaparó los titulares de medio mundo a finales del año pasado.
La ignorante ocurrencia, junto a la amenaza de imponer aranceles a las exportaciones canadienses si las autoridades de su vecino no frenan la inmigración ilegal y el tráfico de drogas, ha tensado las tradicionalmente buenas relaciones entre los dos países norteamericanos.
Sin embargo, el malestar todavía no se ha trasladado a la frontera entre Canadá y EE.UU., la cual, a pesar de ser la más extensa del mundo, sigue siendo poco militarizada en comparación con otras.
No obstante, hace casi dos siglos, las diferencias sobre cómo interpretar los límites dio pie al nacimiento de un tercer país, hoy casi olvidado: la República de Indian Stream.
El Estado, aunque no fue reconocido internacionalmente, operó de manera autónoma e independiente durante más de tres años.

Aprovechando una zona gris
La República de Indian Stream se situaba en una franja de tierra de aproximadamente 730 kilómetros cuadrados en el noreste de lo que hoy es el estado estadounidense de New Hampshire, cerca del vecino estado de Vermont y de la frontera con la actual provincia de Quebec.
El bucólico valle, ubicado justo por encima del paralelo 45, está atravesado por tres afluentes que alimentan al río Connecticut; uno de ellos es el arroyo Indian (Indian Stream, en inglés) y estuvo habitado por miembros de la etnia abenaki antes de la llegada de los colonos europeos.
El nacimiento del pequeño país fue propiciado por la confusión causada por las diferentes interpretaciones que Londres y Washington daban al acuerdo que puso fin a la guerra de independencia de Estados Unidos: El Tratado de París de 1783.
El pacto no solo sirvió para que Reino Unido reconociera la emancipación de sus antiguas 13 colonias norteamericanas; sino para demarcar también la frontera internacional con Canadá, la cual seguía bajo su dominio.
“La cláusula establecía que la línea fronteriza avanzaría hacia el oeste ‘hasta la cabecera más noroccidental del río Connecticut, desde allí por el medio de ese río hasta el grado 45 de latitud norte'”, apuntó el fallecido reverendo Carl Gustafson, en su artículo “La República de Indian Stream, la república más pequeña del mundo”.
En su texto, el religioso, quien era un aficionado a la historia, explicó que las autoridades de New Hampshire interpretaron que “la cabecera más noroccidental del río Connecticut” incluía al arroyo Hall, que desembocaba en él.
Por su parte, los canadienses consideraban que la disposición incluía únicamente al propio río Connecticut; y, por lo tanto, consideraban que el territorio les pertenecía.

Fuente de la imagen,Getty Images. Las diferencias al momento de interpretar la frontera trazada en el Tratado de París dse 1783 fueron uno de los motivos que permitieron el nacimiento de la República de Indian Stream.
La confusión fue aprovechada por dos empresas (Eastman y Bedel) para hacer negocios, explicó el abogado Robert Tsai, autor del libro “America’s Forgotten Constitutions: Defiant Visions of Power and Community” (Las constituciones olvidadas de América: Las desafiantes visiones del poder y la comunidad, en español).
“Las compañías explotaron esta ambigüedad obteniendo títulos de propiedad (muchos de dudosa legalidad) de los pueblos nativos, los cuales se los ofrecieron a los colonos blancos dispuestos a entrar en la zona en disputa y construir casas y explotar la tierra”, indicó el profesor de las universidades estadounidenses de Princeton y de Boston.
En 1796, David Gibbs, Nathaniel Wales y Moody Bedel, residentes de New Hampshire, le dieron a un jefe de una tribú US$3.000 a cambio de unos 64 kilómetros de tierra y derechos de caza, según algunos documentos.
Para principios del siglo XIX, decenas de familias se habían instalado en el área que tanto los nacientes EE.UU. como la Canadá británica consideraban propia.
“Como el territorio se encontraba en una zona alejada de los centros habitados, ambos países lo ignoraron en gran medida y los colonos se vieron obligados a depender de sus propios recursos”, narró Gustafson.
“Y al quedar abandonados a su suerte, los habitantes formaron una organización comunitaria que se reunía periódicamente para aprobar las transferencias de tierras y recaudar dinero para cubrir la construcción de carreteras, escuelas, etc.”, agregó.
En 1831, Londres y Washington acudieron al rey de los Países Bajos para resolver la disputa, pero el arbitraje no agradó a las autoridades estadounidenses y las dudas continuaron.
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Fuente de la imagen,Getty Images. Decenas de familias se instalaron en terrenos que dos compañías compraron, de manera dudosa, a unas tribús indígenas y que eran disputados por dos países.
Un experimento democrático
El aislamiento, el desinterés mostrado por las autoridades estadounidenses y de la Canadá británica por ejercer soberanía en el territorio y las ansias mercantilistas crearon las condiciones para la conformación de un país con unas características peculiares.
“Se produjo una tormenta perfecta que permitió a los colonos intentar gobernarse a sí mismos de una manera diferente”, afirmó Tsai.
“Los residentes estaban hartos de vivir en una zona gris en la que ninguna autoridad reconocía su propiedad sobre las tierras y tampoco hacían lo suficiente para garantizar su seguridad y ocuparse de otras necesidades. Y, por ello, crearon su propia asamblea, redactaron algunas leyes y registraron los títulos de propiedad en su propia oficina de tierras”, agregó el experto.
Para junio de 1832, los habitantes dieron el paso definitivo y redactaron una Declaración de Derechos y una Constitución de 13 artículos; y el 9 de julio declararon a la República de Indian Stream como “un Estado libre, soberano e independiente”.
De acuerdo con registros que reposan en la Sociedad Histórica de Pittsburg (Pensilvania), el nuevo país que apenas tenía una fracción del tamaño de la isla de Manhattan (Nueva York) estaba habitado por unas 400 personas, las cuales formaron una milicia para defenderse.
Los habitantes de la nueva república se inspiraron en los nacientes EE.UU. y abrazaron el sistema democrático como su modelo de gobierno.

Fuente de la imagen,Getty Images. Los fundadores de la República de Indian Stream se inspiraron en la Constitución de EE.UU., aunque no la copiaron exactamente.
Sin embargo, los pobladores de la República de Indian Stream no calcaron el modelo de sus vecinos del sur, sino que aplicaron algunas diferencias. Una de ellas fue que el poder ejecutivo no recaía sobre una sola persona, sino sobre cinco, quienes integraban el consejo de gobierno.
“Lo hicieron por dos razones: La primera, el consejo solo se reunía parte del tiempo, por lo que querían que más de una persona estuviera involucrada en la gestión y aplicación cotidiana de las leyes. Y la segunda, se inspiraron en el modelo de municipio de Nueva Inglaterra, construido a su vez sobre la idea de ciudad-estado pequeña (trasplantada de Europa), el cual era gobernado por una junta de concejales”, explicó Tsai.
Otra diferencia es que la República de Indian Stream no establecía una clara diferenciación entre los poderes legislativo y ejecutivo, sino que atribuía a ambos las funciones de dictar las leyes y normas para regir la convivencia en la comunidad.
Aunque solo unas 70 personas tenían derecho a elegir a quienes iban a tomar las decisiones, los fundadores del nuevo Estado abrazaron ideas que hoy son pilares de los sistemas democráticos modernos, tales como la libertad de culto o la prohibición de los castigos crueles.
Para Tsai, el hecho de que los fundadores del pequeño país se hubieran decantado por un modelo republicano y democrático tiene una explicación.
“Los estadounidenses todavía estaban inmersos en el fervor revolucionario y tomaban en serio las ideas de soberanía popular”, dijo.
“Al principio, estas ideas estaban ligadas a la tierra: el derecho a gobernar era territorial y se daba cuando alguien realmente trabajaba la tierra. En segundo lugar, el Estado de Derecho, que proporciona instituciones como tribunales, legisladores y magistrados, así como leyes de propiedad que prometían a los colonos garantizar sus reclamaciones”, remató.

Fuente de la imagen,Getty Images. Las autoridades de New Hamsphire pusieron fin al experimento de autogobierno al ocupar militarmente el territorio de la República de Indian Stream.
El grande se comió al pequeño
Las autoridades estadounidenses respondieron a la independencia del territorio con un reconocimiento tácito, pues impusieron una aduana y cobraron impuestos a los productos que salían de la República de Indian Stream, reseñó Gustafson.
Por su parte, en Canadá ni se dieron por enterados de la secesión.
Sin embargo, en los meses siguientes, una serie de incidentes entre los habitantes del nuevo país y sus divisiones internas terminaron favoreciendo la desaparición del experimento.
“Una facción esperaba que New Hampshire interviniera y otra facción esperaba que Canadá finalmente hiciera valer su derecho sobre la región”, afirmó Tsai.
Para 1835, el gobernador de New Hampshire calificó a la República de Indian Stream como una “rebelión” y envió a un grupo de milicianos armados a anexar el territorio por la fuerza.
“Los capturados o quienes estaban rodeados tuvieron que jurar lealtad al estado de New Hampshire. EE.UU. no envió tropas, pero validó la acción. Así, los que apoyaban a Canadá huyeron, fueron encarcelados o apaciguados”, relató Tsai.

Fuente de la imagen,Getty Images. En 1842, un nuevo tratado entre EE.UU. y Reino Unido definió claramente la frontera con Canadá.
Las autoridades canadienses enviaron una comisión para investigar, pero fue rechazada por los soldados estadounidense a punta de bayoneta.
Tras la caída de la pequeña república, Londres y Washington iniciaron conversaciones para definir claramente la frontera, se lee en un artículo publicado por el municipio canadiense de East Hereford.
“El 9 de agosto de 1842 se firmó el Tratado de Ashburton, que resolvió la disputa y colocó al territorio del Indian Stream dentro de los límites de New Hampshire”, afirmó Gustafson.
“Esto puso fin a lo que seguramente debe haber sido la república más pequeña del mundo”, remató.
Lo que una vez fue un país independiente hoy forma parte de un pueblo llamado Pittsburg.

Fuente de la imagen,Cortesía Republic of Indian Stream spirits. Como homenaje al experimento de autogobierno, unos empresarios bautizaron su whisky con el nombre del desaparecido país.
Un brindis por el desaparecido país
Aunque la República de Indian Stream dejó de existir hace mucho y su historia no es muy conocida, algunos se han dado a la tarea de rescatarla, algunas de manera curiosa.
Los empresarios Ron Vars y Dan Gray forman parte de este grupo de entusiastas del experimento de autogobierno. Hace unos años, los socios pusieron en marcha una destilería de whisky y bautizaron a uno de sus productos con el nombre del desaparecido país.
“Nos decidimos por esta marca debido a nuestro amor por la región y por la intrigante historia de la República de Indian Stream”, explicó Vars a BBC Mundo.
“Desde que era pequeño, me ha encantado la idea de que un grupo de personas en el siglo XIX crearon su propia república en suelo estadounidense. Es una historia entrañable”, remató.
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