CRÓNICAS: Adiós, querido Pepe Mujica
CRÓNICAS: Adiós, querido Pepe Mujica
Por: Lucía P. de García
Toronto.- El 13 de mayo 2025, Lucía Topolanski Saavedra, esposa de José Alberto Mujica Cordano, anunció que “Pepe”, había fallecido a causa de un tumor de esófago. El mundo le evocó con cariño, era ejemplo de humildad, solidaridad, patriotismo.
Pepe nació en Montevideo, Uruguay, el 20 de mayo de 1935. La familia de su madre, Paula, cultivaba viñedos. La de su padre, Demetrio, hacía actividad política. Tenían una finca cuando Demetrio falleció, su hijo quedó huérfano a los 6 años de edad. Estudió el bachillerato en el Instituto Alfredo Vásquez Acevedo, pero no culminó. Buen ciclista, participó en competencias. A los 16 años se afilió al Partido Nacional de Uruguay.
En la década de los 60 el país entró en crisis social, política y económica agravada por la intervención del FMI; sus imposiciones y ajustes restó poder al Estado. La polarización ideológica hizo que los nacionalistas Blancos y Colorados se fragmentaran; el Partido Comunista desapareciera; se dividiera la izquierda. En las elecciones de 1966 ganó el Partido Colorado, y con él se sucedieron en el poder dos generales. El último, con autoritarismo combatió inflación, devaluación y descontento poblacional silenciando la libertad de expresión; violando los derechos humanos; ahogando la democracia.
Pepe Mujica co-fundó el Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros, MLNT, guerrilla de izquierda. En 1964 efectuó su primera acción, intento de robo a una empresa textil. Estuvo preso unos meses. En 1969 participó en la “toma de la ciudad de Pando” y pasó a la clandestinidad. Al año, un policía le identificó en un bar de Montevideo. Al intentar escapar fue acribillado; sobrevivió de milagro y fue encarcelado.
Conoció a Lucía Topolanski en 1967, cuando él ocupaba cargos de dirección Tupamara. Ella, nueve años menor y de hogar acomodado, había abandonado sus estudios de arquitectura para unirse a la agrupación, siendo apresada algunas veces. En 1971 se fugó con otras 37 presas atravesando las cloacas de la ciudad.
Pepe y Lucía se volvieron a ver ese mismo año, cuando él y 105 presos escaparon del Penal Punta Carretas por la noche, atravesando un túnel que llegaba a una casa, ubicada hoy en barrio elegante. “Ella estaba con la gente que ayudaba desde afuera. La vi casi accidentalmente, era bonita y joven, seguimos la vida” diría al evocar ese evento, que por su espectacularidad casi cinematrográfica causó sensación en Uruguay. El amor y la clandestinidad les unió hasta 1972, cuando fueron detenidos y separados.
Un año después el general Juan María Bordaberry dio un Golpe de Estado e intensificó la represión instaurando el terror sistemático. Con otros regímenes de la región adoptó el “Plan Cóndor”: aviones militares arrojaban al mar obreros, trabajadores, estudiantes, opositores; hubo desapariciones forzosas, ejecuciones extrajudiciales, abuso sexual, torturas, secuestro a intelectuales, artistas, críticos de la dictadura. Se mantuvo en soledad absoluta a los cabecillas, entre ellos Pepe Mujica.
Años después contaría que el silencio le enseñó a identificar el ruido de las arañas y las hormigas al desplazarse; que dialogaba consigo mismo para no enloquecer; que enfermó, perdió la dentadura. Por meses, con alambre le ataron las manos en la espalda. Se bañaba “con un frasco, con una taza de agua y un pañuelo”.
La resistencia venció a la represión. Familias de las víctimas se unieron, lucharon, defendieron los derechos humanos, demandaron justicia y verdad, exigieron democracia. Uruguay la recuperó en 1985. Se otorgó libertad a los presos políticos.
Durante esos años lentos, pesados, angustiosos, terribles, Pepe y Lucía apenas habían podido intercambiar una carta. Al reencontrarse, llenos de amor volvieron a compartir la vida. Se radicaron en una chacra de Rincón del Cerro. Con el tiempo la compartieron con otras familias modestas y varios perros. Fundaron el Movimiento de Participación Popular. Pepe fue elegido diputado en 1994. Con el salario compró una moto y juntos salían a trabajar. Después adquirió un Volkswagen escarabajo celeste que se hizo famoso; le ofrecían comprar pagándole millones, no aceptó. La pareja se casó en 2005.
Elegido senador en 1999, Pepe fue nombrado Ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca en el primer mandato del presidente Tabaré Vázquez, 2005-2010. Lucía también llegó a senadora en 2014. En 2017, cuando el reelecto presidente viajó al exterior, ella asumió la Presidencia en reemplazo del vicepresidente, quien había renunciado.
Con el 54% de votos en segunda vuelta electoral, Pepe ganó al ex mandatario Luis Alberto Lacalle y asumió como Presidente de la República el 1 de marzo de 2010. Lucía, como senadora más votada, le tomó juramento en el Palacio Legislativo. Continuaron viviendo en su chacra. Él donó su salario de presidente a organizaciones benéficas y a la escuela agraria que fundó frente a su casa. Hizo un gobierno progresista, austero, tenaz defensor del medioambiente. Promovió leyes para despenalizar el aborto, legalizar el matrimonio igualitario, regular el mercado de la marihuana. Al mantener el éxito económico de sus predecesores incrementó el empleo, el salario, redujo la pobreza. Su reforma energética hizo autosustentable a Uruguay. Pese a incrementar el presupuesto a educación, no logró transformarla como planificó. Apoyó con entusiasmo la Unión de Naciones Suramericanas UNASUR, integrada por Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Guyana, Paraguay, Perú, Surinam, Uruguay y Venezuela.
Sintiendo el peso de los años, Pepe renunció la Presidencia en 2015. Aunque volvió a su curul, su salud le obligó a retirarse definitivamente de la política. No obstante, siguió alumbrando al mundo con su sencillez, su cercanía con el pueblo, con sus reflexiones sabias: “Ni perdón, ni olvido, ni carga de odio; sólo mirar adelante y vivir con amor, dándole sentido a la vida”. “Tengo angustia de que la humanidad no tenga tiempo de enmendar los errores que ha cometido contra la Naturaleza”. Declarándose ateo expresó: “Qué bueno sería que Dios existiera; esa creencia brinda esperanza.”
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