CRÓNICAS: Los 80 Años de Naciones Unidas
CRÓNICAS: Los 80 Años de Naciones Unidas
Por: Lucía P. de García
Toronto.- La idea de crear un organismo que rija al mundo en un marco de paz nació de los horrores de la Segunda Guerra Mundial. A la primera reunión, el 1 de enero de 1942 en Washington, asistieron los gobernantes de 26 países que apoyaban a los aliados; varios de ellos en el exilio ya que sus territorios estaban ocupados por los nazis. En la capital estadounidense firmaron la “Primera Declaración de las Naciones Unidas”, nombre sugerido por el presidente de Estados Unidos, Franklin D. Roosevelt.
Luego de tres años, los líderes de Gran Bretaña, Estados Unidos, Francia y la entonces Unión Soviética, se reunieron en Yalta, Crimea, para discutir los problemas del momento; resolviendo dividir Alemania en cuatro zonas y concretar la creación del organismo que salvaguarde la paz. En abril, representantes de 50 naciones acudieron a la estadounidense ciudad de San Francisco, para establecer el nacimiento oficial de la Organización de las Naciones Unidas: el 26 de Junio de 1945.
La flamante entidad quedó estructurada por una Asamblea General, en la cual estarían representados todos los países signatarios. Estrenó sesión un año después en Londres, decidiéndose que la sede permanente estuviera en Nueva York y se declarara al 24 de Octubre como Día de las Naciones Unidas.
La Asamblea General es la máxima instancia de la ONU. Todos sus miembros tienen derecho al voto. Sesiona anualmente entre septiembre y diciembre, a menos que sea necesaria una reunión extraordinaria.
La ONU cuenta con un Consejo de Seguridad, el mismo que se convierte en el ente político más importante, ya que tiene el poder de tomar decisiones que deben ser acatadas obligatoriamente por todos. Este Consejo lo conforman 5 miembros permanentes con poder de veto sobre cualquier decisión: China, Gran Bretaña, Estados Unidos, Francia y Rusia. A ellos, la Asamblea General incorporó 10 países, sus representantes actúan en un período de dos años. Su presencia en el Consejo de Seguridad es rotativa, dura un mes y se realiza de acuerdo al orden alfabético inglés.
También integran la ONU el Consejo Económico y Social (EN), el Consejo de Administración Fiduciaria, la Corte Internacional de Justicia, la Secretaría, el Secretario General. Igualmente las agencias especializadas: FAO y FIDA con sede en Roma; OACI en Montreal; OIT y UIT en Ginebra; FMI en Washington; OMI en Londres; UNESCO en París.
A través de estas entidades, la ONU amplía su accionar a otros campos: fomenta el respeto a los Derechos Humanos; lucha contra la discriminación; estimula el desarrollo económico, social y cultural. Mediante Comisiones se encarga de asuntos referentes a la mujer, los niños, población, refugio; educación, salud, drogas, medioambiente. Es un parlamento con atribuciones para imponer sanciones económicas, militares, diplomáticas, medidas de arbitraje, de mediación y desarme.
Los Cascos Azules, voluntarios escogidos entre las naciones miembros, excepto los que integran el Consejo de Seguridad, constituyen el cuerpo militar que la ONU dispone para controlar el cese de hostilidades entre los bandos en conflicto. Creado en 1956 para vigilar el alto al fuego entre los ejércitos de Israel y Egipto, su labor se ha extendido a otras zonas del planeta, donde son enviados a criterio de la ONU.
Entre aciertos, críticas y algunos cambios, la Organización de las Naciones Unidas ha ido creciendo y robusteciéndose con el tiempo. Hasta el presente, cuando cumple 80 años de edad, se contabilizan un total de 193 países miembros.
Siendo la entidad más importante del mundo, la propia naturaleza pacifista de la ONU le ha impedido actuar con mayor fuerza en ciertos conflictos, por lo que ha recibido críticas y sugerencias sobre efectuar innovaciones acordes con los retos que presenta el nuevo orden internacional. Los cambios los deberá hacer el Consejo de Seguridad.
Se debe empezar por la vigencia del veto, ya que muchas veces ha servido para que las naciones que lo ejercen ignoren precisamente los llamados a la paz de la ONU y creen o alienten guerras; promuevan el armamentismo; impongan a su interés sanciones, bloqueos, suspensiones, aranceles; abusen de la debilidad de otro país; ignoren las exhortaciones para cuidar el medioambiente; sean indiferentes al hambre, la pobreza, la enfermedad, el racismo, la falta de oportunidades de estudio; manipulen a conveniencia la obligación de cumplir con determinados aportes económicos; permitan que el ego de ciertos gobernantes se imponga con amedrentamientos y más.
Así como la OTAN obliga a sus 31 países asociados a destinar el 2% de su PIB a gastos de defensa propia y mutua, es hora que la ONU imponga la misma medida a sus países miembros, a fin de destinar ese dinero a la sanación de la Madre Tierra; auspiciar el progreso de los pueblos; promover el desarme urgente; pues las armas no sólo contaminan aire, aguas y suelos tanto como el plástico o la devastación de bosques y selvas, sino que producen angustia, dolor, tragedia, muerte.
La Organización de las Naciones Unidas no puede defraudar. Hoy, el planeta está expectante de que su autoridad moral se imponga donde se está produciendo genocidio, donde pueblos inocentes están aterrorizados al saberse seguras víctimas de los odios y la falta de diálogo de sus líderes. Optan por las guerras porque son el mejor negocio del mundo: es rentable el uso de armas obsoletas y su reemplazo con las de última generación; hay dinero al destruir y mucho más al reconstruir; la industria armamentista lucra con sangre inocente. ¿Y qué del sencillo y maravilloso MANDATO DE DIOS de amar al prójimo como a uno mismo? Está olvidado, el dinero es el ídolo.
Ojalá que esta situación que involucra las temidas palabras “nuclear, atómica” se solucione pronto, así el mundo podrá conmemorar el próximo 24 de Octubre el Día de las Naciones Unidas con alivio y con la esperanza de al fin vivir en paz…
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