Canadá abre la puerta a una alianza europea más profunda en materia de defensa y seguridad

Canadá abre la puerta a una alianza europea más profunda en materia de defensa y seguridad

• El primer ministro Mark Carney se encuentra en Bruselas en reuniones con miembros de la UE.

Canadá y Europa se acercarán aún más a partir de este lunes con la firma por parte del primer ministro Mark Carney de una alianza estratégica de defensa y seguridad con la Unión Europea.

El acuerdo facilitará la participación de empresas canadienses en el programa ReArm Europe, dotado con 1,25 billones de dólares, que se considera un paso para que Canadá sea menos dependiente y menos vulnerable a las fluctuaciones de Estados Unidos y las amenazas de Trump.

A la larga, también ayudará al gobierno canadiense a asociarse con otros países aliados para adquirir equipo militar en el marco del programa SAFE.

Se necesitarán más conversaciones y acuerdos antes de que ambos aspectos se hagan realidad.

Carney lleva meses señalando que su gobierno no está satisfecho con gastar hasta el 70 % de su presupuesto para equipo militar en material fabricado en Estados Unidos.

Otros países no pertenecientes a la UE, incluido el Reino Unido, ya han alcanzado sus propios acuerdos estratégicos. Australia anunció la semana pasada el inicio de las negociaciones para un acuerdo con Europa.

Gran parte de la atención se ha centrado en los aspectos de adquisición conjunta de equipos del inminente acuerdo. Sin embargo, el acuerdo del Reino Unido, hecho público el 19 de mayo, establece una serie de vínculos institucionales para la gestión de crisis, la seguridad marítima y la ciberseguridad.

No es ni de lejos tan integral como la alianza de la OTAN. Sin embargo, dada la creciente incertidumbre sobre la fiabilidad de la administración Trump, la colaboración es importante.

“Podría complementar a la OTAN. No es necesariamente un sustituto”, declaró Stephen Saideman, titular de la Cátedra Paterson de Asuntos Internacionales en la Universidad de Carleton en Ottawa.

“Tiene sentido colaborar con los europeos tanto como sea posible en materia de defensa”, añadió. “Quizás si hacemos este tipo de cosas, la OTAN pueda sobrevivir incluso si Estados Unidos se retira”.

Gasto de la OTAN a debate
Carney asistirá a la cumbre de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en La Haya, Países Bajos, casi inmediatamente después de firmar el acuerdo de defensa y seguridad con la UE.

La alianza militar occidental, compuesta por 32 miembros, debatirá la posibilidad de elevar el gasto de defensa a un 5% del producto interior bruto (PIB) de cada país (3,5% para gasto militar directo y un 1,5% adicional para infraestructura de defensa).

Christian Leuprecht, profesor del Real Colegio Militar de Canadá en Kingston, Ontario, afirmó que, dada la configuración de la alianza de defensa y el programa ReArm Europe, no pueden considerarse un sustituto de la OTAN, ya que cada acuerdo individual carece de un componente militar operativo.

Sin embargo, un aspecto importante del acuerdo con el Reino Unido implica el fortalecimiento de la cooperación mediante intercambios sobre conocimiento de la situación y evaluación de amenazas en áreas de interés común, incluyendo información clasificada.

El acuerdo continúa indicando que “el Reino Unido y la UE explorarán medidas adicionales para garantizar que la información clasificada pueda intercambiarse de forma rápida, segura y eficaz”, de conformidad con las leyes británicas de seguridad de la información. Esto es significativo porque el Reino Unido, al igual que Canadá, forma parte de la red de intercambio de inteligencia Five Eyes, que incluye a Estados Unidos.

Por el momento, no está claro si el acuerdo con Canadá contendrá disposiciones similares.

Leuprecht describe a ReArm Europe como un “cártel” con la misión de reducir los precios del equipo militar mediante la adquisición colectiva.

Un componente importante del programa de la UE es el programa de préstamos SAFE, que permite a los países miembros obtener préstamos para equipo militar a tipos de interés más favorables que los préstamos nacionales directos. Está destinado a países más pequeños con menor capacidad fiscal y menor calificación crediticia, afirmó Leuprecht.

Canadá no necesariamente tendría acceso a ese fondo de 235.000 millones de dólares, añadió. La excepción podría ser si un país no perteneciente a la UE que necesita los fondos, por ejemplo, Ucrania (que forma parte del programa general), tuviera que recurrir a ellos.

El programa de préstamos cuenta con normas que incentivan a los miembros a comprar equipos europeos y de países socios.