Tribunales arriesgan la seguridad pública y concede libertad bajo fianza a conductor ebrio en serie

Tribunales arriesgan la seguridad pública y concede libertad bajo fianza a conductor ebrio en serie

Este antisocial es Koushal Kasiram

• Mientras un hombre de 21 años lucha por su vida, el acusado se encuentra disfrutando de libertad bajo fianza gracias a una orden judicial que le prohíbe conducir, una vez más.

Olvídense de la ley de tres delitos y perderá su libertad para el conductor ebrio en serie Koushal Kasiram. Este es su sexto delito.

Y sí, está en libertad. Pero no de forma positiva, ya que está fuera de servicio y no puede hacer más daño a nadie, como se le acusa de haber hecho a un joven que se encuentra hospitalizado y lucha por su vida.

“Tres personas involucradas fueron trasladadas a hospitales locales”, declaró la Policía Regional de Peel el jueves sobre el accidente de cuatro vehículos del fin de semana pasado en Brampton.

“Un hombre de 21 años permanece en estado crítico e inestable, y se prevé que sufra lesiones a largo plazo que le cambiarán la vida”, añadió la policía.

¡Pero Kasiram, mientras tanto, se encuentra en libertad bajo fianza, una vez más!

Sí, leyeron bien. Y lea en la oración anterior que un joven de 21 años se encuentra en condición inestable. Esto es horrible, indignante.

En contrate: La abuela Tamara Lich pasó 49 días en prisión preventiva por daños a la propiedad tras el Convoy de la Libertad en Ottawa y ahora enfrenta hasta 10 años de prisión cuando se dicte sentencia este verano. Ella no lastimó a nadie.

Y mientras el sistema judicial de Ontario la castiga con dureza, a este energúmeno, le tiran una almohada.

El antisocial de 58 años de Mississauga fue acusado de conducir bajo los efectos del alcohol con lesiones corporales, conducir con exceso de alcohol en la sangre y tres cargos de conducción prohibida tras la colisión masiva ocurrida en la intersección de la autopista 50 y Coleraine Dr. alrededor de las 4:15 p. m. del sábado.

Tiene tres prohibiciones de conducir. Y, sin embargo, gracias al juez que tiene los cojones de adorno, no está en la cárcel y una inocente víctima se encuentra entre la vida y la muerte.

El subjefe de policía Marc Andrews dice que Kasiram también es “cinco veces reincidente por conducir bajo los efectos del alcohol” y que “también tenía tres prohibiciones de conducir de por vida en el momento de la colisión”.

¿Qué demonios es esto? Si bien los cargos actuales no se han probado, las condenas anteriores demuestran que este acusado es una gran amenaza para la sociedad.

“Fue detenido para una audiencia de fianza y compareció ante el Tribunal de Justicia de Ontario en Brampton, donde en ese momento fue puesto en libertad bajo fianza, con la condición de no conducir un vehículo motorizado”, orden que se pasó por la faja, dijo la policía.

Eso debió asustarlo, pero no fue así. Debe estar partiéndose de la risa del sistema judicial. Este sujeto manda en los tribunales de Ontario, no la justicia. Él es el jefe. Es como si fuera el Día de los Inocentes en julio.

¿Por qué seguiría semejante orden ahora cuando acaba de ser acusado por incumplir múltiples órdenes judiciales previas que le prohibían conducir?

Pero quizás lo más importante, ¿por qué un juez lo dejaría en libertad bajo fianza? ¿Existe un delito de estupidez en el Código Penal? No hace falta ser un experto legal para saber que liberar a este acusado es una apuesta arriesgada.

Y arriesgar así la seguridad de los residentes de Ontario es una vergüenza.

“Los conductores ebrios recurrentes no deberían aterrorizar las calles y deberían estar bajo custodia por mucho, mucho tiempo”, declaró el alcalde de Brampton, Patrick Brown. “Esta gente está jugando a la ruleta rusa con la vida de las personas”.

“Desafortunadamente, en Canadá, actualmente, este tipo de delincuentes solo reciben una reprimenda. Al igual que la tragedia de la familia Russo hace unos años, estoy harto de oír hablar de este tipo de crímenes sin sentido”, añadió.

Brown afirmó que el problema recae más en el Código Penal que en quienes interpretan las leyes, pero cree que se está llegando a un punto en el que “la cláusula de no obstante podría tener que utilizarse para garantizar consecuencias graves por delitos graves”.

Haga o no haga el gobierno, es demasiado tarde para esta joven víctima que se aferra a la vida y para los demás heridos en este caso. No entiendo cómo el primer ministro Mark Carney y el primer ministro Doug Ford no abandonan lo que están haciendo hoy para remediar esta abominación.

No hay excusa suficiente para explicar por qué este hombre está libre.

Esta es potencialmente una de las personas más peligrosas de Ontario en este momento, y también lo es quien lo liberó.